miércoles, 11 de mayo de 2011

De ferias del libro, ondas hertzianas y otras hierbas

El pasado fin de semana, y pese a que el transporte público hizo de las suyas en un par de ocasiones, tanto Azote como yo pudimos visitar la Feria del Libro de Granada en el único fin de semana en el que coincidiríamos con su celebración este año. 

Siempre he sido más amigo de las ferias de libros antiguos y de ocasión porque, generalmente, uno suele encontrar desde verdaderas gangas a preciosidades que cuesta incluso abrir por miedo a estropearlas. Sin embargo, la Feria del Libro que en Granada suele celebrarse siempre a principios de la primavera invita a descubrir novedades, pequeñas joyas en forma de ediciones cuidadas y presentadas por editoriales prácticamente desconocidas y libros relacionados de un modo u otro con una ciudad de la que irremediablemente quedamos prendados.

Este año, al descubrimiento de un par de editoriales (la cordobesa El Olivo Azul, de quienes me enamoró su colección "Narrativas", y la granadina Traspiés, con su Vagamundos) y de una exquisita obra que vino conmigo (os hablaré de ella una próxima entrada) se sumó el placer de reencontrarme con una amiga a la que no veía desde años atrás. Aunque nunca perdimos el contacto fue necesario coincidir en aquella encrucijada para volver a vernos. Recordamos viejos tiempos frente al micrófono, cuando llevaba junto a un amigo una sección sobre medio ambiente en la radio local, y nos propusimos retomarlo de una u otra forma; ojalá lo hagamos realidad. Curiosamente, horas después me topaba con otro viejo amigo, con quien también hice radio en su día en un programa más "rockero-metalero" y junto a quien, además de otros amigos llegué a editar tres revistas culturales (fundando juntos una de ellas).

En aquel ínterin, Azote y yo aprovechamos para acudir a una charla-coloquio sobre la traducción de sagas nórdicas que, por desgracia, no resulto del todo de nuestro agrado. Si bien resultaba a todas luces evidente la competencia de los cuatro conferenciantes en sus labores de traducción, lo cierto es que el debate me pareció improvisado y centrado en recrearse en esos conocimientos. El culmen llegó cuando, indicando que la temática épica en la literatura nórdica había quedado obsoleta, planteándose entonces el uso de la novela negra como motor de denuncia social, algo que la diferencia de la de nuestras latitudes, decidí no seguir en aquella sala. ¿Dónde quedaban, entre otros, Vázquez Montalbán o González Ledesma? Indignado, decidí irme a las casetas a ver libros y he aquí que me encontré con una joya a un precio irrisorio y que, al abrirlo por una página, me lanzó esto a los ojos:
Aparecida en España con Pedrolo, Fuster y Vázquez Montalbán y conocida principalmente a través del cine negro y posteriormente de las traducciones de autores norteamericanos, la novela negra en nuestro país presenta como caracteres más notorios el retrato normalmente crítico y siempre realista de la sociedad española, la tematización del concepto moral de justicia y el planteamiento de las conexiones entre el delito y la estructura social.
[...]
Francisco GONZÁLEZ LEDESMA, abogado barcelonés y autor de libros sobre Derecho y periodista que ha trabajado en El Correo Catalán y luego de redactor jefe en La Vanguardia, después de su obra de juventud Sombras viejas que obtuvo el primer Premio Internacional de Novela instituido por J. Janés y estuvo prohibida durante mucho tiempo por la censura franquista, ha escrito varias novelas criminales que reflejan la vida de las diferentes clases sociales barcelonesas y muestran las imbricaciones entre delito y altas esferas, sobre todo a través de su principal personaje, el viejo, cansado y escéptico policía Méndez.
La crítica social es la base de El expediente Barcelona, finalista del premio Ciudad de Valencia 1983...
La novela criminal española, José R. Valles Calatrava. Universidad de Granada.
Los hados me hablaban (desde la frías y remotas regiones del norte de Europa, imagino). El ensayo de Valles Calatrava venía a corroborar precisamente la importancia del factor social en la novela negra española.

Por lo demás, disfruté a lo grande viendo libros y descubriendo (atención si os interesa y pasáis por Granada) que la enciclopedia Fauna Ibérica de Félix Rodríguez de la Fuente está completa disponible a 20 €, igual que la 22ª edición del DRAE.

¡Feliz lectura!

6 comentarios:

MJGF dijo...

Flipo con lo de la novela negra española; ya es saber poco, si eso lo sé hasta yo, que no soy gran conocedora...
Este año no ha habido en Valencia Feria del libro antiguo y de ocasión (no me voy a meter en motivos, política y demás); una pena. Mi Ju y yo disfrutamos horrores allí y hacemos varias visitas (y muchas compras). La del libro no está mal, pero no es lo mismo...
A mí, de todas formas, me lo ha compensado todo este año la recepción anteayer del catálogo de la librería Rafael Solaz de Valencia, donde encontré el muy deseado y buscado "Arte del Romance Castellano" de Benito de San Pedro (que ya está en mi estantería).
Estoy más feliz que una perdiz.
F

loquemeahorro dijo...

Yo también prefiero, de largo, las ferias del Libro Antiguo y de Ocasión, como la que felizmente se está celebrando ahora mismo en Madrid.

Para mi solaz y regocijo ya he estado una vez y vuelvo mañana. Me parece el paraíso terrenal, en serio.

Lo de la novela nórdica y la crítica social: Lo de descubrir América cada vez que algo se pone de moda o viene del extranjero es lamentable.

La de veces que se oye hablar de algo como lo nunca visto y aparece en libros del siglo XIX.

Conclusión: Issnorancia, issnorancia y nada más que issnorancia.

Isi dijo...

jajaja Y no les llevaste el libro a los conferenciantes, para que se enteraran? jejeje
Lo de la novela nórdica, no sé por qué está tan de moda: vamos, que no digo que no me guste, pero también me gustan de otras latitudes. En fin...
Me alegro de que te reencontraras con amigüitos y a ver si salen adelante proyectos que te iteresen (por favor, que no sea nada rockero-metalero!!).

Oye, es lo mismo que en la "nota" del facebook, verdad? es que me estoy enterando de cosas nuevas, que ya sabes que estoy pez.

@scen dijo...

Parece que te hubieran estado oyendo...

Lectora dijo...

Vaya, sin duda cosa de los hados, yo empiezo a creer en ellos, de verdad que sí.
Sobre la novela negra española reconozco que no tengo ni idea, y me tiene bien intrigada porque últimamente diferentes personas me han hablado de ello, y ahora tú, así que veo que los hados hacen horas extras, será cuestión de no ignorarlos.

Homo libris dijo...

Fulgida, para gente así existe un neologismo (bueno, no llega ni a eso, pero como siga proliferando gente así terminará por imponerse) de lo más apropiado: son alardólogos, personas encantadas de conocerse. :)

Lo de la Feria del libro antiguo en Valencia es una pena. ¿Y que pague siempre la cultura la falta de la misma de políticos y otros innombrables? ¡Ay, algunos temas no deberían estar en sus manos!

No me hables de librerías, no me hables de librerías. A ver si esta semana escribo una entrada (basta que me lo proponga para terminar por no poder hacerlo) sobre mis últimas andanzas y los libros que tengo en lista de espera. :D

Loque, envidia que nos das. De la sana, puntualizo. Disfruta de esa feria madrileña que tan buen servicio te está prestando, que los demás nos conformaremos con babear un poco… y recorrer librerías, claro.

Estoy totalmente contigo en que se tiene muy poca memoria, por no decir ninguna, de algunos hechos. Pero bueno, para eso está la labor de documentación previa a la preparación de una charla, libro… etcétera, ¿no? En fin… :)

Isi, no, aunque debería haberlo hecho. Pero temía que me arrebatasen mi preciado descubrimiento. En cuanto a la novela nórdica, entiendo que simplemente se trata de una operación de mercadotecnia editorial sin más. “Autor que muere joven, cafeinómano, deja inconclusa una serie de novelas policiacas. Se deja leer bien y los herederos –legales y morales– se disputan los derechos de su obra”. ¿Qué más se puede pedir para despertar el morbo y las ansias lectoras?

No sé, será que llevo leyendo a autores de aquellas latitudes durante mucho tiempo y que no guardo prejuicios sobre ellos ni ningunos otros, pero esta mitificación de lo nórdico termina por hacerme filtrar más aún lo que llega a mis manos. Donde se pongan Henning Mankell, Arto Paasilinna o mi querida Selma Lagerlöf que se quiten autores bestsellerizados de nuevo cuño.

En fin, de cualquier modo la experiencia no estuvo nada mal y, encima, me ha dado para cuatro entradas (dos en Homo libris y dos en Andanzas de un Trotalomas :D) y para retomar el contacto con viejos amigos. ¿Qué más se puede pedir?

@scen parece pero no lo creo: ¡me habrían expulsado de forma inmisericorde de ser así! :D

Sonja, no sé si los hados pero sí el azar… Y las propias experiencias, que imagino que nos hacen estar más receptivos a según qué estímulos. Posiblemente el libro de la Universidad de Granada me habría llamado la atención de haberlo visto, pero no tanto como después de escuchar la charla. :)

Si te animas a descubrir algo de la novela negra española, te recomiendo pasar por De libro en libro, de Lammermoor, o por el blog Mis detectives favorit@s, de Alice Silver.

¡Besos a todas!