«Chopo muerto»
¡Chopo viejo!
Has caído
en el espejo
del remanso dormido,
abatiendo tu frente
ante el Poniente.
No fue el vendaval ronco
el que rompió tu tronco,
ni fue el hachazo grave
del leñador, que sabe
has de volver
a nacer.
Fue tu espíritu fuerte
el que llamó a la muerte,
al hallarse sin nidos, olvidado
de los chopos infantes del prado.
Fue que estabas sediento
de pensamiento,
y tu enorme cabeza centenaria,
solitaria,
escuchaba los lejanos
cantos de tus hermanos.
En tu cuerpo guardabas
las lavas
de tu pasión,
y en tu corazón,
el semen sin futuro de Pegaso.
La terrible simiente
de un amor inocente
por el sol de ocaso.
¡Qué amargura tan honda
para el paisaje,
el héroe de la fronda
sin ramaje!
Ya no serás la cuna
de la luna,
ni la mágica risa
de la brisa,
ni el bastón de un lucero
caballero.
No tornará la primavera
de tu vida,
ni verás la sementera
florecida.
Serás nidal de ranas
y de hormigas.
Tendrás por verdes canas
las ortigas,
y un día la corriente
llevará tu corteza
con tristeza.
¡Chopo viejo!
Has caído
en el espejo
del remanso dormido.
Yo te vi descender
en el atardecer
y escribo tu elegía,
que es la mía.
Federico García Lorca.
Y la fotografía del viejo árbol, vivo aún, protagonista de uno de los episodios más emblemáticos de la serie de televisión «El hombre y la Tierra», pertenece a mi querido amigo Javier y podéis encontrarla en su blog La naturaleza que nos queda.
2 comentarios:
Vaya, he visto la imagen del Árbol Viviente de Félix y he pensado que, tal vez, habías estado por allí. Estuve hace días, por que me gusta pasarme de vez en cuando y disfrutar de esa extraña sensación de compañía con todo el equipo de EL Hombre y La Tierra que parece seguir filmando por este recóndito paraje. Si no has estado nunca, no te lo pierdas, quedarás profundamente encantado entre tanta esencia natural y los recuerdos de este magistral equipo de filmación cuya historia enraizó en ese valle tan especial.
Saludos.
Buenas, caí de casualidad sin haber sido invitao y de cabeza me largué a leer la poesáa, sin reparar en titulados ni autor.- Me enganché de una con los versos y cuando llegué a "mágica risa" estalló una alarma y pensé: Este está plagiando a alguién! Ya estaba yéndome a guglear el verso, cuando miré hacia arriba y leí el autor: García Lorca!.- Claro, era la única y misma "mágica risa" leída en mis añares adolescentes.- La única flor que quedó viva en mis ya secas neuronas de este árbol magnífico que es "chopo muerto".- Y lo leí hasta el ultimo verso.- Gracias, "homo libris", por la añoranza de aquellos días.-
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