lunes, 23 de agosto de 2010

Desmintiendo a Keats


There was an awful rainbow once in heaven:

We know her woof, her texture; she is given
In the dull catalogue of common things.
Philosophy will clip an Angel’s wings,
Conquer all mysteries by rule and line,
Empty the haunted air, and gnomed mine -
Unweave a rainbow, as it erewhile made
The tender-person’d Lamia melt into a shade.

John Keats, fragmento de Lamia.

¿Alguien dijo que ciencia y poesía son incompatibles? Richard Dawkins en Destejiendo el arco iris se dispone a demostrarnos cuán equivocados estaríamos si acaso lo pensáramos. Con estas palabras, que el autor se reserva como epitafio, da comienzo el libro:

We are going to die, and that makes us the lucky ones. Most people are never going to die because they are never going to be born. The potential people who could have been here in my place but who will in fact never see the light of day outnumber the sand grains of Arabia. Certainly those unborn ghosts include greater poets than Keats, scientists greater than Newton. We know this because the set of possible people allowed by our DNA so massively exceeds the set of actual people. In the teeth of these stupefying odds it is you and I, in our ordinariness, that are here.
Vamos a morir, y esto es una suerte. La mayoría de gente no tendrá oportunidad de morir porque nunca habrá nacido. Las personas que podrían haberse encontrado aquí en mi lugar y que nunca verán la luz del día son más numerosas que los granos de arena de Arabia. Estos fantasmas no nacidos seguramente incluyen poetas más grandes que Keats y científicos más grandes que Newton. Podemos asegurarlo porque el conjunto de individualidades posibles que permite nuestro ADN excede con mucho el de personas reales. Entre las incontables posibilidades que podrían haberse materializado, somos usted y yo, en nuestra normalidad, los que estamos aquí.

29 comentarios:

loquemeahorro dijo...

No sé qué decir, sigo reflexionando sobre estas palabras. Así que mejor no añado nada.

Homo libris dijo...

Loque, pues si tú no tienes nada que decir entonces del resto de compañeros blogueros me olvido... Pero si esto da para más de una entrada de las buenas, mujer, jejeje.

Bueno, esperaré a que digáis algo al respecto. ;)

Un abrazote.

loquemeahorro dijo...

Por una vez que pienso antes de hablar.

Vale, por una vez que pienso.

Homo libris dijo...

:D

Mujer, es que me ha sorprendido. Por otro lado también me ha servido para darme cuenta de que había mundo fuera de los límites del ordenador y, ya puestos, pasarme por tu casa y otro par de ellas que llevaba unos días sin visitar. Todo para ver que allí también había ordenadores. ;)

Besos.

Anónimo dijo...

Guau. Qué fragmento más oportuno.

A mí lo único que me sale es... gracias por acercarnos y darnos a conocer algo nuevo.

Pilar Alberdi dijo...

Hola a todos:
Personalmente no puedo compartir la opinión de Richard Dawkins. Quizá porque soy terapeuta de Constelaciones Familiares y psicóloga aparte de escritora. El texto de Dawkins comienza: "Vamos a morir y esto es una suerte". Mi pensamiento es "vamos a vivir, y esto es una suerte, añadiría una oportunidad, un proceso, un aprendizaje". Aparecen sentimientos de culpa cuando dice "Las personas que podrían haberse encontrado en mi lugar y que nunca verán la luz", ¿por qué en su lugar, porque personaliza tanto el tema?, y queda más claro aún cuando los llama "fantasmas". Este sentimiento (el de fantasma) puede aparecer en las personas o familias cuando se sabe de un aborto concreto (provocado o no) o de un bebé que muere en el parto, en fin, de alguien que podría haber existido. Pero también suele aparecer ese sentimiento del "fantasma" con personas excluidas de la familia, separadas, fallecidas, etc. Por último y por no extenderme quisiera decir que a mí, por ejemplo, me basta con mi normalidad, o como se prefiera llamarlo. Y tampoco siento que las grandes eminencias deban salir del lado de la ciencia. Para parar el efecto invernadero no necesitamos grandes eminencias sino acciones coherentes, políticas sostenibles, etc. Ser una buena persona es tan difícil, que pensar en eminencias a mí me queda grande. En fin, considero que el texto hace incapie en esa probabilidad que hace posible que unos no nazcan (por los motivos que sean: anticonceptivos, masturbaciones, infertilidad, abortos, etc) frente a los que nacen. Digamos que se inclina hacia el lado oscuro de la balanza (lo no nacido o muerto). Y eso, es una elección personal del autor que tendrá que ver con su biografía, etc.
Saludos

Homo libris dijo...

Lahierbaroja, me alegra que te haya parecido interesante. La verdad es que descubrir y leer a Dawkins es, cuando menos, apasionante por cuanto invita a la reflexión.

Pilar, por supuesto la apreciación que podemos hacer de las palabras de Dawkins entroncan con la experiencia y sentimientos personales, de cada cual. De hecho, me consta que han sido objeto de apasionado debate en otros foros. De todas formas, y es mi punto de vista, yo no veo a Dawkins hablando desde la negatividad, sino todo lo contrario. Como seres vivos y desde el punto de vista meramente biológico, es un verdadero "milagro" que estemos aquí departiendo sobre el tema. La competición por la vida comienza antes incluso de la concepción y que un determinado espermatozoide y no otro sea el que alcance el óvulo determina que nazca un determinado ser u otro. Desde ese punto de vista (y teniendo en cuenta el marcado ateísmo del autor), como digo, la vida es una maravilla que disfrutamos y que tendrá su conclusión en la muerte. Por eso somos afortunados: moriremos porque estamos vivos, los que no lo hagan simplemente "no habrán sido". Tal vez hablar de fantasmas para referirse a esos seres que no fueron sea un poco arriesgado, pero creo que ahí Dawkins intenta hacer un uso poético del lenguaje para explicar su "no presencia".

De cualquier modo, y ese creo que es el motivo de controversia respecto a las palabras de Dawkins, como decía, en otros sitios, no hay que ver a esos no nacidos como víctimas de abortos, masturbaciones o problemas en el embarazo, por ejemplo. Dawkins no entra en ello; a mi parecer escuchamos meramente al biólogo que nos habla de la vida haciendo uso de la muerte en una arriesgada paradoja (llevada casi al extremo para convertirse en oxímoron) que no tiene necesariamente que ser negativa.

Por supuesto, por otro lado, que los científicos (ni los artistas, pensadores o políticos, por ejemplo) no acaparan toda la genialidad. En nuestra normalidad todos somos magníficos; igual que cualquier otro ser vivo, que lleva a sus espaldas exactamente el mismo tiempo evolutivo que el ser humano, por otro lado. En ello coincido plenamente contigo, Pilar, y es que tal y como afirmara Pete Seeger, "el planeta lo salvará gente que esté defendiendo sus casas" y si no es así mucho me temo que ni los científicos, tecnólogos o políticos tendrán mucho que hacer. La cuestión es si reaccionaremos a tiempo...

Un abrazo.

@scen dijo...

Mientras leía tu entrada no vino a mi mente ninguna idea sobre abortos o bebes muertos. Me pareció algo más poético, algo sobre el universo, incluso algo matemático, sobre estadística, probabilidades y promedios. Yo misma me he preguntado muchas veces -por supuesto sin esperar respuesta-, quien podría haber sido yo de no darse las circunstancias precisas de mi concepción, de mi nacimiento, si hubiera sido otro o si no hubiera sido nada. En este caso no sería consciente de no ser nada. Curioso.
Y que el autor personalice no me parece nada criticable. No me resulta prepotente, sino humilde: Yo hablo de mí porque es lo que conozco, porque soy la única persona sobre la que realmente tengo derecho a opinar y mi vida es la que puedo valorar con conocimiento de causa. Al menos con más conocimiento que de la de otros.
La frase "Vamos a morir y eso es una suerte" me ha parecido preciosa y creo que encierra agradecimiento y amor por la vida.
Después de leer tu entrada, de leer el comentario de Pilar Alberdi y valorar mi propia reflexión, veo con interés la cantidad de lecturas diferentes que se pueden extraer de un mismo texto.
Un saludo

@scen dijo...

Por cierto, nos hemos mudado de dirección. Si fueras tan amable de modificar el enlace... :)

(Borra este comentario después de leerlo. No me parece el sitio más oportuno para que aparezca.)

Otra cosa, buscando dónde poner este comentario, me avergüenza decir que acabo de encontrar tu sitio de Bolsilibros.
Es lo que hace el ir tan deprisa: Sólo veo lo que me ponen delante de los ojos.
Voy a echarle un vistazo.
Y otra más, ya que me pongo y perdona mi ignorancia informática (entre otras muchas clases de ignorancia que poseo) ¿cómo me suscribo a tus entradas y comentarios para que me lleguen al correo?

@scen dijo...

Una de dos, o miento como una bellaca, o tengo un alzheimer galopante: Ya había visitado tu página de bolsilibros, pero debe haber sido hace siglos, pues no la recordaba. Nada más entrar me he acordado.
Te dejo. Me vuelvo a seguir viéndola.

Maribel dijo...

Hola Homolibris, ya has vuelto a engañarme y sorprenderme a partes iguales, engañarme con el título y sorprenderme siempre en positivo, textos en inglés con esa musicalidad que no logran las traducciones...

Interesante comienzo, aunque de momento me quedo con los Keats y Newton conocidos antes que con los fantasmas por llegar...Lo cierto es que yo creo que son más las mentes privilegiadas a nuestro alrededor y que no han encontrado cauce aún.
¿Sabes que el número de niños chinos, indios y pakistaníes superdotados superan ya el número de niños de los países "civilizados"?
Nos haces pensar mucho en Agosto, ¿eh?
Por cierto, yo estoy con Coleridge y Byron en "Las puertas de Anubis"....
Un abrazo ;-)

La Belle Dame Sans Merci dijo...

¡Qué grande Dawkins! Coincido con Ascen y contigo en la reflexión: yo veo un fragmento poético, hermoso, positivo y escrito por una persona muy humilde. Vamos, que jamás se me hubiera ocurrido pensar en abortos o en buscar un lado oscuro en la biografía de este entrañable científico.
¡Un abrazo!

Homo libris dijo...

Ascen, ni cuando leía a Dawkins ni al escucharle pensaba en esos casos particulares de los “no-nacidos” pero es cierto que el debate lo he encontrado en más sitios. Creo que ocurre porque con el encendido debate entre aborto sí o no, además de por aquello del “no derramarás tu semilla en campo baldío”, mucha gente puede pensar antes en la interrupción del embarazo o uno no producido que en la simpar carrera que se produce entre corredores tan igualados como son los que nos ocupan. Lo cierto es que yo también he pensado en ocasiones en aquellos que no fueron. No en cómo sería distinto, en ese caso, porque claro está que no habría sido yo. No sé, es un tema curioso e interesante. :) De cualquier modo, coincido plenamente en que la frase que da comienzo al texto rezuma amor por la vida aunque resulta evidente que siempre pueden existir distintas interpretaciones a un mismo texto. Es lo hermoso y peligroso del lenguaje natural y, en particular, del que se quiere poético: su inherente ambigüedad.

Es curioso lo del cambio de dirección (mantengo el mensaje, si no te importa, porque luego sigues comentando otras cosillas) ya que en su día recuerdo haberlo actualizado. No sé cómo habrá ocurrido que sigue el antiguo (puede ser que agregase el nuevo y al querer borrar el antiguo días después por aparecer la entrada repetida haya metido la pata y vuelto a eliminar el nuevo). En fin, subsanado queda… Así únicamente me daba cuenta de vuestras actualizaciones por el lector de RSS y no cuando entraba al blog, pues quedaría de las últimas entradas de los enlaces amigos, sin registrar cambios.

En cuanto a los bolsilibros… últimamente no hay muchos cambios por allí, aunque en las últimas semanas algo ha quedado reflejado, jeje.

Maribel, pues da gracias a que no he puesto lo primero que se me ocurrió… “¡Vamos a morir todos!” ¡Ja, ja, ja! En fin, imagino que te has acercado expectante si estás leyendo Las puertas de Anubis. Es genial, ¿verdad? De cualquier modo el engaño es relativo y puede que te interese echar un vistazo a esta otra entrada que descubrí precisamente a raíz de leer el texto de Dawkins. Respecto al texto, la verdad es que es muy musical (me encanta cómo suena en la voz de Richard Dawkins) y la traducción… tenía lista una mía, posiblemente menos fidedigna pero a buen seguro más ampulosa (jiji) que la que finalmente usé: la del libro publicado en castellano.

Ah, y que conste que os dejo “píldoras” para pensar… ¿Pero y vosotros, que nos hacéis babear a quienes gustaríamos de haber pisado las lejanas tierras con las que nos deleitáis en cada entrada? ;)

¡Un beso!

Homo libris dijo...

Alienor, te colaste subrepticiamente por aquí mientras contestaba a Ascen y Maribel, jeje. Me alegra que te haya gustado (como no podía ser de otro modo, vistas algunas lecturas pasadas) la reflexión de Dawkins. Por cierto, todavía no leíste El cuento del antepasado, ¿verdad? Yo lo tengo pendiente, de momento… Me mira desde el estante y me susurra: “ven, ven a mí”, jajajaja. A ver si puedo dejar de hacer oídos sordos dentro de muy poco.

Un abrazote.

Homo libris dijo...

¡Ups!

Maribel, se me olvidó el enlace antes, y como esto de editar los comentarios en Blogger es un poco latazo (al menos, más que en Wordpress) te lo dejo ahora:

Arco iris, el de Newton y el de Keats.

Anónimo dijo...

Genial.
Martí dijo:
"donde yo encuentro poesía mayor es en los libros de ciencia"

AD.

(¿cuándo me envías tu dirección para mandarte la trilogía de Yuri Guerman?)

Homo libris dijo...

Ade, bien cierto es lo que dices, jeje. La ciencia, cuando la comprendemos o se nos hace más accesible es pura poesía.

Algo te he comentado en tu blog sobre Guerman (bajo el nombre de Trotalomas). Hablamos de ello. ;)

Un besote.

Fcº Javier Barbadillo Salgado dijo...

¡Una muy sugestiva reflexión!
Saludos.

Pilar Alberdi dijo...

La frase "vamos a morir, tenemos suerte" me recuerda la de "Los que vamos a morir te saludan, César". Aunque la vida nos guste, es demasiado grande el sufrimiento que hay en ella, y no hay más que dar un paseo por la historia pasada y presente. O por la de nuestras familias: ahí están la enfermedad y la vejez.
A fin de cuentas, tenemos suerte si más o menos tenemos un buen pasar por la vida... Pero y sino ¿qué tenemos? Hay mucha gente que no podrá decir ni siquiera: "tenemos suerte, hemos vivido".
Un saludo
Pilar

Homo libris dijo...

Fco. Javier, me alegra que te resulte interesante. Te sé enamorado de las palabras y de las frases afortunadas que invitan a la reflexión así que no me extraña que así sea. Gracias por pasar por aquí.

Pilar, por supuesto que para muchos seres la suerte no será la misma. Muchas crías de tortuga boba mueren antes de llegar al agua devoradas por sus depredadores y a lo largo de sus días perecerán, llegando unas pocas a ser adultas y poder reproducirse. Pero, ¿habrá sido vana la vida de las que perecieron? No lo veo así. Las pequeñas que corrían hacia el mar lo hacían por ellas pero también por sus hermanas. Salvándose algunas lo harían también sus propios genes. Perpetuándose o permitiendo que se perpetuaran los suyos llegarían a vivir en las generaciones venideras dentro de su especie y como especie en sí misma.

En el caso de los hombres y desde el punto de vista biológico ocurre otro tanto. La salvedad aquí está en que, no contando en la actualidad con depredadores naturales el ser humano depreda sobre sí mismo y se convierte en su máximo enemigo. Desgraciadamente no todos contamos con la misma suerte y más desgraciadamente aún cuando esta es mala ocurre que las más de las veces viene condicionada por el desorden que estamos creando a nivel global.

Ahora bien, independientemente de la suerte que tenga cada cual en la vida (desde nacer en un país subdesarrollado a en el seno de una familia pudiente), salvo en casos extremos quien más y quien menos se va labrando el futuro que buenamente puede. Dice nuestro refranero que unos nacen con estrella y otros estrellados pero, por mucho que me guste su música, tampoco creo que haya que hacer como cantan Los Suaves: "Días que empujan a otros/no hay lunes ni domingos/hasta los buenos recuerdos/¡Inventos! no han existido/y si confias en el mañana/ya puedes dormir tranquilo/pues seguro que no será peor/lo que te guarda el destino."

Ciertamente, e hilvanando esta entrada con la última de uno de tus blogs, hoy más que nunca nos rodea (y, hasta cierto punto podríamos sentirnos incluidos) una plétora de miserables impuestos por una sociedad injusta en buena medida (y metámonos también entre los, si ya no culpables, al menos responsables) a los que convendría (es más, deberíamos) ayudar. Va en juego en ello algo más que su bienestar.

Un abrazo.

Lectora dijo...

Desde luego da que pensar y apasionamientos aparte no deja de ser una realidad objetiva, somos precisamente nosotros los que estamos y no otros, y eso es impepinable.

Eso produce cierto sentimiento de responsabilidad.
También da por pensar que el azar tiene mucha participación en la existencia, más de lo que parece.

O quizás no tanto, siempre he pensado que la naturaleza produce proporcionalmente seres especializados, músicos, genios, normales, multitareas, sensibles, etc... de esa forma a pesar de los malogrados la proporción sigue siendo más o menos equilibrada.

Es inevitable pensar en los no nacidos, sobretodo si hay alguno especialmente cercano.

Lo que no tengo claro es ese considerar una suerte haber nacido, personalmente sí, pero no puedo evitar pensar en todo ese remanente de criaturas nacidas para el dolor y la desgracia que si sumamos tiene que ser un buen número en toda la historia de la humanidad.
Nacer para solo atisbar la vida y no poder participar en ella.

A mi esa es la cifra que me resulta atormentadora.
Curioso porque jamás había pensado en ello antes de dar hijos al mundo, es como una especie de pensamiento dormido avasallador, casi diría perteneciente al subconsciente colectivo, tanto es así que me resulta extraño compartirlo.

Tiene que existir en algún lugar algo que equilibre ese estado de injusticia eternamente latente.

estodevivir dijo...

Qué interesante. Una vez leí que todos los que vivimos somos sobrevivientes,imagina que para que cada uno de nosotros naciera hemos tenido incontables generaciones de antepasados que también, milagrosamente, sobrevivieron lo suficiente para conocerse y engendrar a la próxima generación,sobreviviendo guerras, epidemias, accidentes, enfermedades..cataclismos de todo tipo,de forma que cada uno de nosotros, los que nacimos somos los ultimos de una larga cadena que se pudo romper en cualquier momento, pero no lo hizo.Somos un milagro, cada uno de nosotros.

Homo libris dijo...

Ciertamente Sonja, interpretaciones metafísicas o no aparte, la verdad es que somos unos supervivientes ya al nacer, tal y como apunta estodevivir. Por un lado, porque somos el último eslabón (de momento, hasta que llegan los hijos) de una larga cadena que lleva desde el inicio de los tiempos (y de la vida) hasta hoy día. Por otro, porque la selección de quiénes seremos comienza en el momento de la fecundación y, a partir de entonces, todo es una lucha por la supervivencia (propia y de la especie). Esto es extrapolable a cualquier otra especie viva sobre la Tierra, y así es que no estamos más evolucionados, por otro lado, que cualquier gato doméstico, ave de presa o minúsculo insecto. No más que los seres unicelulares que pueblan el planeta.

Respecto a las personas que están dentro de ese inmenso grupo que pasa una vida de penurias antes que tranquila, lo cierto es que buena parte de sus males, al menos en la actualidad, vienen de manos de otros seres humanos. Ahí está la mayor desgracia humana, a mi parecer, el verdadero sentido del hombre como “depredador” de su propia especie y origen de tanto dolor. Para muchos, ciertamente, debe de haber un lugar mejor donde se compense ese sufrimiento. Ante la incertidumbre, de cualquier modo, creo que no habrá quien no esté de acuerdo en que lo preferible sería que esa restitución llegase en este otro del que sí tenemos constancia. Aunque no resulta fácil conseguir que caminemos todos en una misma dirección, según parece.

Palabras para la reflexión, qué duda cabe, las de Dawkins. Me alegra que se haya revitalizado el blog con este más que interesante debate.

Un fuerte abrazo.

Josebla dijo...

No me preguntes homo cómo llegué a tu blog, y el azar que me trajo a leer uno tras otro todos los comentarios de esta entrada. Me quedé (demasiado) pensativo con el último de Sonja. No se me ocurre nada lo suficiente genial ni glorioso para aportar en este momento :). Salvo el hecho de dejar contancia que me encontré a mí mismo leyendo y releyendo, pensando y repensando. Me adhiero a loque en este estado contemplativo. Es un silencio agradecido. Saludos

Homo libris dijo...

Josebla, no sabes hasta qué punto me alegran tus palabras. En primer lugar, permíteme darte la bienvenida al blog y, en segundo término, hacer un comentario sobre el tuyo.

Creo que el mensaje de Dawkins es ciertamente hermoso aunque, como hemos podido comprobar, la apreciación que pueda hacerse sobre el mismo puede cambiar desde la perspectiva personal de cada lector. Sin embargo, para mí implica un grado muy alto de positivismo (con la ciencia como explicación de los hechos que nos rodean y de los que formamos parte) y una actitud positiva con respecto a la vida donde "la muerte será el adorno que pondré al regalo de mi vida". Incluso sin creer en una existencia posterior a la vida que conocemos me parece fuera de todo lugar imaginar prolongarla hasta lograr una vida eterna o cuasi eterna. Tal vez por ello mismo, también, creo que deberíamos trabajar por lograr aquí lo que no sabemos si será compensado en un futuro y es que, si bien el dolor forma parte de la existencia, no creo que debamos convertirnos tal y como somos hoy día en parte (si ya no motores sí al menos engranajes) de una pesada maquinaria que oprime al más débil.

Resumiendo, que me extiendo demasiado, je, je; las palabras de Dawkins nos han ofrecido un punto de arranque para un debate que, a mi parecer, nos ha enriquecido enormemente. Me ha encantado saber vuestra opinión al respecto y la verdad es que me encantaría seguir leyendo comentarios al respecto.

Vuelvo al silencio forzoso de mi estudio, aunque volveré prontito por estos lares.

Un saludo.

La Belle Dame Sans Merci dijo...

Aish, "El cuento del antepasado" va a estar llenito de polvo para cuando empiece a leerlo. Y mira que yo quería hincarle el diente en agosto... Voy super retrasada en el Plan. XDDDD
¡Un abrazo!

Josebla dijo...

Comparto lo que dices. Hoy, más lúcido(supongo,esas palabras despiertan en mí una pregunta antigua sobre el misterio del sufrimiento humano. O, planteado de otra manera, de la responsabiliad de los "existentes" con respecto de los "apenas supervivientes". De este raro misterio de la muy desigual repartija de oportunidades, que nosotros los "existentes" nos hemos ocupado de acentuar, como tú bien señalas. Tal vez más por omisión, pero una omisión que con el tiempo es sospechosamente grave.
Y de la hipocresía de los que escribimos y nos llenamos de palabras, cuando el comienzo de la solución está a la vuelta de la esquina (en mi país al menos).
Bueno, Homo, un saludo. Gracias por el intercambio.
Bueno,

Lectora dijo...

Homo libris, cierto que ese sufrimiento humano más intenso lo producen otros humanos.
De todas formas no estaba yo pensando en otra vida, en realidad formulé esa idea sin pretender nada más en absoluto, sin ideas previas.
Hablo de sentimientos atávicos que luego el ser humano ha elaborado dando forma a las religiones y no al revés.

Simplemente me invadió el sentimiento de que eso que llaman justicia tal vez tenga algo que ver con las leyes físicas, creo en un cierto orden en el universo, algunos igual lo llaman karma no se, incluso por estética, una cuestión de vasos comunicantes.

La cuestión es que el sufrimiento gratuito es como una especie de cuenta pendiente, y todo lo que sube cae, digo yo, de alguna forma tendrá que saldarse, sería irracional e injusto que no fuese así.

Y como tengo el defectillo de rendir culto a lo racional habrá que buscarle alguna explicación.
La de la vida más allá puede ser una de ellas, claro.

Aunque supongo que lo más lógico es pensar que todo eso se salda en la propia raza humana y su evolución, la cual se iría conformando y corrigiendo en sus errores en una especie de memoria colectiva.
En ese caso el sufrimiento individual en cierto modo queda olvidado, pero participa en el colectivo.

Josebla es una pregunta antigua sin duda esta la del sufrimiento, yo creo que de las primeras que se hizo el ser humano.

Y vaya espero no haberme ido mucho por los cerros de Úbeda pero no se da todos los días la oportunidad.
Saludos

Homo libris dijo...

Buenas, una vez más.

Desde luego da gusto traer el blog temas como este, porque los aportes que hacéis, siendo siempre interesantes, aquí cumplen con creces mi deseo de que el blog sea un espacio común, compartido, en el que todos nos enriquezcamos.

Aunque estos días esté más desaparecido que nunca os leo, por supuesto, como siempre. Gracias, Sonja y Josebla, por vuestras aportaciones.

Sonja, incluso dejando la religión de lado (si me acerqué a ella o vinculé de algún modo tu comentario a la misma no fue más que por lo habitual que resulta que aparezca la misma en cuestiones tan trascendentales para el ser humano como es el fin de su existencia), lo cierto es que me gustaría ver que esa "justicia", ese equilibrio, como bien lo llamas, de "vasos comunicantes" que equiparen el bien y el mal, termina siendo ejecutada en esta vida... y a ser posible, tal vez impacientemente por mi parte, en nuestro tiempo.

Josebla, cuando hablas de que en tu país la solución está a la vuelta de la esquina, ¿a qué te refieres exactamente?

Alienor, por último, mi libro está igual que el tuyo: debe tener ya dos dedos de polvo encima. Y además, para la semana que viene quiero dar comienzo a unos diítas merecidos de asueto (aunque sea compaginándolos con el trabajo) y de lecturas en nada relacionadas con el lado académico, así que tendrá que esperar un poquito más aún, jejeje.

Un abrazo.