miércoles, 27 de abril de 2011

Modestia aparte...



... esta mujer es una grande de nuestras letras y su pluma siempre ha sido una de mis predilectas, tal vez junto a la de Delibes. Su discurso al recibir el Premio Cervantes 2010 ha sido realmente emotivo, y no quería dejar pasar este día sin traer aquí un fragmento -breve, eso sí- de su obra. Disfrutadlo.
Pocas cosas existen tan cargadas de magia como las palabras de un cuento. Ese cuento breve, lleno de sugerencias, dueño de un extraño poder que arrebata y pone alas hacia mundos donde no existen ni el suelo ni el cielo. Los cuentos representan uno de los aspectos más inolvidables e intensos de la primera infancia. Todos los niños del mundo han escuchado cuentos. Ese cuento que no debe escribirse y lleva de voz en voz paisajes y figuras, movidos más por la imaginación del oyente que por la palabra del narrador.

He llegado a creer que solamente existen media docena de cuentos. Pero los cuentos son viajeros impenitentes. Las alas de los cuentos van más allá y más rápido de lo que lógicamente pueda creerse. Son los pueblos, las aldeas, los que reciben a los cuentos. Por la noche, suavemente, y en invierno. Son como el viento que se filtra, gimiendo, por las rendijas de las puertas. Que se cuela, hasta los huesos, con un estremecimiento sutil y hondo. Hay, incluso, ciertos cuentos que casi obligan a abrigarse más, a arrebujarse junto al fuego, con las manos escondidas y los ojos cerrados.

"Los cuentos vagabundos", de Ana María Matute.

7 comentarios:

Silvia Pato dijo...

Es la mejor! La mejor! Hora era que se lo dieran...
Saludos!

Iraya Martín dijo...

Me encanta escuchar a esta mujer hablar aunque confieso que nunca la he leído.

Lectora dijo...

Yo tampoco he leido nada de ella, pero al verla ayer me entraron ganas, además, es cierto, los cuentos pueden parecer un género menor pero son una especie de conocimiento iniciático que no hay niño que se escape de recibir, el resto de la literatura puede ser leida o no, pero los cuentos así a lo tonto perviven a través de los tiempos, y eso es realmente fascinante.

También vino a decir, finamente, que a los que modifican, recortan y desguazan los cuentos habría que caparlos, supongo que la ministra de igualdad se dió por aludida.

Homo libris dijo...

Silvia, pienso como tú, jejeje. Me alegró muchísimo cuando se anunció que había sido premiada y ayer, en su discurso, demostró que es una niña grande que aún sabe soñar. ¡Me encanta!

Elwen, esto seguro de que te encantaría leerla. Por ejemplo, su Olvidado Rey Gudú creo que te gustaría; es fantasía a raudales aunque más cercana a un extenso cuento de hadas que a una épica gesta medieval, eso sí.

Sonja, si lees algo suyo seguro que no te decepciona. Te digo como a Elwen, su rey Gudú es genial, aunque tal vez para acercarse a ella lo ideal sean algunos de sus cuentos. He de admitir que tengo pendiente su Paraíso inhabitado, como tantos otros libros en el último par de años. Quería leerlo la pasada Navidad pero finalmente no lo hice por preparar a fondo los exámenes de febrero. Tal vez tras los exámenes de me ponga con él, pues me apetece más aún si cabe tras haberla "recuperado" de este modo.

Besotes.

Selerkála dijo...

Merecidísimo premio, sin duda. Y en el momento adecuado, nada de esperar a que no esté la pobre mujer...

Un saludo.

MJGF dijo...

Yo soy una gran admiradora suya. Tuve la suerte, además, de conocerla en París (qué literario suena), cuando yo estaba de predoc y ella vino al Colegio de España a dar una conferencia. Confieso que me enamoré de su alegría, de su sencillez y de su verbo. Que sea académica es la guinda.
F

Homo libris dijo...

Selerkála, efectivamente, ya está bien de títulos póstumos. Que lo disfrute, pues bien merecido lo tiene.

Fulgida, compartimos admiración por esta gran mujer. Por mi parte, también gozo de la envidia (sana) que te tengo por haberla conocido, jejeje.

Un besote.