Últimamente acaricio secretamente la idea de dar un giro al blog, de insuflarle de algún modo un hálito de vida cuando más falto de la misma aparece al abrirlo en el navegador para comprobar que un par de semanas separan la entrada previa de la que estoy escribiendo. No concibo a día de hoy acabar con él, pero resulta a todas luces visible que no puedo dedicarle el mismo tiempo que antaño, tanto por las diversas obligaciones diarias como por la dispersión a la que tiendo en ocasiones, repartiendo mi atención entre diversas temáticas circunscritas a varios blogs. Lo cierto es que no sé cómo imprimir el impulso para llegar al cambio deseado, aunque espero que el verano que se aproxima me lleve a hacerlo. Compruebo que incluso entradas que deseaba escribir, y a las que debía dedicarles más tiempo de lo habitual (por la labor de investigación o documentación subyacente) pero que me ilusionaban especialmente, quedan relegadas al olvido cuando no a cierto remordimiento subconsciente por no haberlas convertido en realidad.
Cuando hace unas semanas leía la entrada de Lammermoor, “¿Para qué sirve un blog?”, y días después charlaba a través de Twitter con, entre otras personas, Elwen y Lady Boheme sobre lo que nos motiva a escribir en los blogs, coincidía en algunos aspectos (todos tenemos los propios y personales, aun cuando muchos de ellos sean compartidos por tantos de nosotros) con todas ellas. Y pensaba, además de que me estoy convirtiendo en un lector silente de tantos de vuestros blogs, algo que quiero cambiar en breve, en lo que no me motivó a plasmar sobre el internet mis pensamientos. No el sentimiento de obligación de escribir, sino su disfrute; nunca una exposición de verdades absolutas, sino un libre fluir de pensamientos deseosos de ser rebatidos o reforzados… Siempre, sí, un intento de compartir deseos, anhelos, aficiones y amor, en el caso particular que nos ocupa, por los libros. De conocer a gente interesante, de la que aprender. Y si consideran interesante mi propio blog, mejor que mejor. En este sentido tengo que agradecer (no como debo ni se merece, pero sí que quería hacerlo público) a Silvia el último premio otorgado al blog (a los blogs, realmente, pues a Andanzas de un Trotalomas le dio el premio “Tu blog me inspira” y a Homo libris y Lobosoft el “Sunshine Award”). Viniendo de ella es todo un honor haber recibido esas distinciones. Muchas gracias, Silvia.
Por lo demás, pasado el periodo de exámenes y hasta que comience a preparar mi “tercera fase” de evaluaciones, tengo unas cuantas lecturas a la vista. De las que he ido acometiendo en este tiempo tal vez cuente algo en una próxima entrada, de forma conjunta. Os presento las próximas.
A Never Cry Wolf le tenía muchas, muchas ganas. Hace un par de años conocí el libro a través de una amiga bióloga y conseguí hacerme con él gracias a un fortuito (y afortunado) encuentro en la librería de Torremolinos que tanto me gusta. En esta novela Farley Mowat narra cómo llegó a conocer profundamente a los lobos durante su larga estancia en el Ártico. Creo que Debate llegó a editar el libro en castellano hace 25 años pero no he encontrado ningún ejemplar en nuestro idioma.
Dickens, aunque para Azote sea “la Corín Tellado” de la Inglaterra decimonónica, siempre ha sido un autor muy querido para mí. En la misma librería me topé con un precioso ejemplar de The Old Curiosity Shop, en una edición de año indeterminado (una anotación interior hace referencia a 1888, aunque me temo que no es tan antigua; más bien parece de principios del XX por lo que he podido averiguar, aunque hay una muy similar de 1896 por lo que no descarto por completo la fecha indicada). Con sus ilustraciones, de cualquier modo, y su precioso formato, va a ser una delicia leerlo.
El siguiente libro es fruto del descubrimiento de un autor, digamos, peculiar. Gracias a mi afición pulposa descubrí a través del blog Acotaciones de un lector de folletines a Harry Stephen Keeler. Tanto llamó mi atención que seguí investigando sobre él y terminé por hacerme con su libro Hallad el reloj. Desgraciadamente, ninguno de cuantos encontré en otra de mis librerías de viejo preferidas de Málaga contaba con las preciosas sobrecubiertas a tres colores que caracterizaron la colección editada a mediados del pasado siglo por el Instituto Editorial Reus. Posiblemente, junto al siguiente libro, sean los dos cuya lectura emprenda en primer lugar.
Leí por vez primera La isla misteriosa hace un cuarto de siglo y volví a releerla poco tiempo después. Se convirtió entonces en mi libro de Verne preferido, algo que no ha cambiado hasta el día de hoy. En ocasiones había pensado volver a releerlo, pero nunca había encontrado la oportunidad, así que cuando hace un par de años fue reeditado en una nueva traducción pensé que había llegado el momento. Aunque no ha sido hasta ahora que me he hecho con él (ya en edición bolsillo), me encuentro dispuesto a recordar la grata experiencia lectora que me regaló Editorial Molino en su día y a reencontrarme con Ciro Smith (Cyrus, respetando el nombre original en esta traducción moderna) y sus compañeros de la isla Lincoln.
El siguiente libro es una preciosidad de la que me enamoré sin remedio cuando fui a buscar Hallad el reloj. Editado en 1917 y dedicado por una abuelita a su nieto, me recordó a tantos libros divulgativos desde la experimentación que leí en mi infancia y que me predispusieron (o alentaron lo que ya sentía) hacia el mundo de la ciencia. Con unas ilustraciones preciosas y unos textos que invitan a la ternura, descubren al niño algunos de los secretos de esos animales que podía encontrar en el jardín, en la granja o en el campo. Una delicia, sin más.
El siguiente libro es una preciosidad de la que me enamoré sin remedio cuando fui a buscar Hallad el reloj. Editado en 1917 y dedicado por una abuelita a su nieto, me recordó a tantos libros divulgativos desde la experimentación que leí en mi infancia y que me predispusieron (o alentaron lo que ya sentía) hacia el mundo de la ciencia. Con unas ilustraciones preciosas y unos textos que invitan a la ternura, descubren al niño algunos de los secretos de esos animales que podía encontrar en el jardín, en la granja o en el campo. Una delicia, sin más.
La crisálida me recordó una fotografía que saqué durante un paseo el año pasado y que llevé a Andanzas...
Y, por último, dos libros que mencioné a colación de cierta charla en la Feria del Libro de Granada. La novela criminal española, de José R. Valles Calatrava y Reflexiones sobre el tiempo y el clima, de José Manuel Castillo Requena, este último para ir abriendo boca si el próximo año me matriculo de la asignatura de "Meteorología y Climatología".
¿Y vosotros, qué lecturas planificáis para el verano? ¿Surgen espontáneamente o dejáis para estas fechas alguna lectura más ligera o densa, más apetecible para leer a orillas del mar o con el tiempo y atención que no suelen dejarnos las ocupaciones el resto del año?
¡Feliz lectura!
15 comentarios:
Yo que voy a planificar, si no sé ni lo que me voy a poner de ropa mañana!!
Ah, Dickens, Dickens, yo lo amo, pero reconozco que sí, que algunas novelas son un poco folletinescas, es verdad, y que algunos aspectos son demasiado moralistas.
Algo perfectamente solucionado por el más grande autor de todos los tiempos (te va a sorprender): Galdós.
pd. Qué ediciones más curiosas, me encantan.
Madre que bonica tu edición de Dickens.
Por cierto, me alegro que se me acumulen los posts pendientes de leer de tu blog :P
Yo este verano no tengo nada planificado a parte de una montaña de libros que han ido llegando a casa. Seguramente optaré por los más ligeros, las novelitas románticas, y dejaré la épica para el invierno (aunque no descarto adelantar esas lecturas antes de que el sol apriete)
¡Como te entiendo! En mi caso más que un giro se trataría de un carpetazo. Me falta tiempo y energías (a veces más las últimas que lo primero).
Demasiados proyectos que exigen cada uno de ellos ambos -tiempo y energía. Y loque no se merecen ni el blog ni los lectores es que escribamos por escribir.
Y también comparto la condición de lectora silente. ¿Habrá que incluir ese término en el blocionario :)?
Respecto a tus adquisiciones, me encanta el de Hallad el reloj; ¡me gustan las ilustaciones!
Y una nueva coincidencia; ´también yo hago estoy haciendo planes para las lecturas de verano (en las que acabo de incluir La novela criminal española) y espero que haya entrada sobre ello.
¿Cabrá aquí decir eso de ¡Qué la fuerza te acompañe!?
No sé cómo agradecer tus palabras. Me has emocionado. Gracias. Que sepas que envidio encarecidamente tu edición de Dickens. ;)
Un abrazo
¡Dios, quiero esa edición de Dickens!
"Dickens, aunque para Azote sea “la Corín Tellado” de la Inglaterra decimonónica..."
Cómo me he reído con esto, ¡ja, ja, ja! Azote es la mejor. XD
"Aunque he leído con frecuencia libros de su hermano, Gerard Durrell, del que su trilogía ambientada en la isla de Corfú es una lectura clásica entre los aficionados a la naturaleza..."
Y un clásico para los amantes de Grecia, no te olvides. ;)
A mí las lecturas veraniegas me vienen de repente: puedo tener alguna idea preconcebida de lo que quiero leer, como siempre, pero me gusta pasearme por mi librería u otras y dejar que algún libro de sus estanterías me enamore. ^^
¡Un besico gordo!
Como la La Belle Dame Sans Merci, suelo planificar muy poquito mis lecturas. Voy acumulando más libros de los que puedo leer, así, cada vez que acabo un libro, también yo me paso por mi librería o por mi mesa en la que acumulo mis úlltimas adsquisiciones antes de ordenarlas.
Aunque a veces hay una intencionalidad -o planificación-previa (segundas partes o continuación de algún libro que me gustó mucho, recomendaciones interesantes...etc)normalmente los libros me salen al paso y yo los acojo con gusto.
Yo tengo un blog científico-informativo, ya sabes, sin pretensiones y con unos colegas a los que he liado para compensar mi falta de tiempo. Con escribir cuatro entradas al mes, nos damos con un canto; y, a diferencia de tus blogs, casi no hay comentarios (que son parte de mi disfrute como lectora de tu blog y como lectora silente -me encanta- de otros).
Me encantan los libros que has reseñado; yo también soy fan de La isla misteriosa.
En cuanto al verano: se plantea de (mucho) trabajo y estudio; así que, como Elwen, me daré a la literatura suave y a la relectura (de La isla misteriosa, gracias a ti, entre otros).
F
Yo lo planifico todo, lo que pasa es que nunca sucede que "los planes salgan bien", jajaja. Bueno, yo es que planifico hasta los días que me toca pasar el aspirador con antelación de varias semanas, sí. Soy así. Si no tengo pensado minuto a minuto lo que voy a hacer durante el día, creo que daría miedo levantarme de la cama.
Bueno, veo que se te van acumulando varias cosas: ideas para posts, lecturas que quieres leer y que quieres comentar, exámenes.... jejeje.
Como siempre, los libros y las ediciones que nos enseñas son rarísimas!! jajaa Yo también tengo algunos de esos libros antiguos con cosas curiosas (bueno, son de veterinaria), y no los leo-leo, pero de vez en cuando me gusta mirar alguna cosilla y pasar un buen rato con esas curiosidades que ponen, y esas frases totalmente subjetivas que ahora serían políticamente incorrectas.
Bueno, me voy a estudiar!!
q bonita la edición de dickens es la tienda de antigüedades en español verdad? si es asi, lo leí hace años y me gustó bastante. espero que no dejes el blog, todos acabamos a veces un poco cansados de esto pero lo importante es planificarse y especialmente seguir disfrutando de escribir. bsos
A ver, a ver, buen hombre, que yo no reniego de Dickens per se (el hombre tenía que comer y, entre tanta prostitución de su pluma, a veces le salían cosas la mar de decentes, como Bleak House o Hard Times). Aun así, es innegable que, al conocer su obra con cierta profundidad, es imposible negar la similitud de la misma con la de la asturiana. Burda, sí, pero similitud al fin y al cabo. También sabes lo que pienso de Bécquer y, sin dejar de verle como la figura literaria de renombre que es, no voy a dejar de afirmar que gran parte de sus Rimas son enteramente poemas de carpeta de quinceañera. Sin faltas ni alternancia MaYúScUlAs-MiNúScUlAs, eso sí, que antes no se estilaba.
Mi verano, si Dior quiere, andará entre las más recientes y magnas obras de la RAE, que alternaré con A Game of Thrones (sí, por fin me voy a lanzar) y un poquito de chick-lit (Candace Bushnell, Sophie Kinsella y demás). Entretanto, caerán cosas como Slapstick de Vonnegut, al que tengo unas ganas locas, y Choke de mi adorado Palahniuk. ¿Te apuntas?
Loque, me encanta Galdós y ciertamente solucionó algunos de los “problemillas” folletinescos de Dickens, jajajaja. Igualmente, también le amo. ;)
Yo tampoco sé nunca qué me pondré al día siguiente pero sí que me da por planificar el estudio, por ejemplo, por cuatrimestres completos. Dos extremos de un mismo ser incomprensible, jajajaja.
Elwen (y muchas más que después iré citando, por Eru, qué de público femenino, que ocupáis el 100% de los comentarios :D), me alegra que te (os) haya gustado la edición de Dickens. En cuanto la vi me enamoré e ella y tuve que llevarme el libro conmigo. Encima creo que estaba infravalorado… pobre… ;)
A mí también me alegra que se os acumule alguna entrada que otra, síntoma de que por fin me siento a escribirlas, jajajaja. Yo terminaré de ponerme al día con las vuestras y a comentar alguna cosita que otra en los blogs, pues algo espero poder aportar. :)
La lectura ligera para esta época es ideal. ¡Que compense con la brisa fresca de una ágil lectura el sopor que nos entra con las altas temperaturas! ;)
Lammermooor, es justo lo que siento a veces, y es que no creo que merezcáis entradas mediocres, ni el blog ni vosotros que gastáis parte de vuestro tiempo en pasar por aquí. Sin embargo en el último año rara es la ocasión en la que he podido preparar bien las entradas (prueba de ello es que hay una en el Trotalomas que te debo y otras dos o tres sobre un mismo tema que tengo pendientes para este) y las suelo publicar sin ni tan siquiera releerlas. Así que disculpad los posibles gazapos que se me hayan podido colar en el pasado. A ver si consigo escribir bastante y bien o, por lo menos, que lo poco que escriba sea de calidad y merezca la pena ser leído. :)
En cuanto a los lectores silentes, si somos muchos por supuesto que tendremos nuestro lugar en el blocionario. :D
Lammermoor, me encanta que hayas incluido La novela criminal española entre las lecturas de verano; ya escribirás sobre las que tienes pendientes a ver si tomo nota de alguna de ellas. Aunque me encanta preparar listas sobre todo no es raro que termine destrozándolas con adquisiciones de última hora. :D
Silvia, la mejor forma de agradecerlas (aunque no sería necesario ya que son completamente merecidas) es seguir adelante con tus estupendos blogs, que tanto nos enseñan y, personalmente, tanto me maravillan. :) Posiblemente envidies tanto mi edición de Dickens como yo tu buen hacer al “mando” de tu visor. ;)
Jajajajaja, Alienor, lo de Azote sería blasfemia si no fuera porque terminas partiéndote de risa con ella. :D Mira que decir eso de mi buen Dickens, jajajajaja.
No creas que me olvido de los amantes de Grecia. Precisamente al incluir a los Durrell me acordé de ti y sabía que algo nos dirías sobre Corfú y, en general, las islas griegas. A Justine le tengo ganas desde hace mucho, ¿tú la leíste?
Yo, aunque planifico, como decía más arriba me dejo convencer con facilidad. Si veo algo que llama mi atención en un determinado momento lo incluyo sin vacilar en la lista. Y desplazo a otros libros en los que no tengo un interés menor. Así me va, posponiendo lecturas desde el inicio de los tiempos. :D Y algún día caen, eso es indudable, pero tardan en hacerlo (me viene a la memoria Amaya… :S :D).
@scen, yo también hago eso mismo en ocasiones: se me vienen acumulando tantos libros que a veces recurro a mis propias estanterías a consultarlas como si las de una biblioteca (pública) se tratase. A ver qué descubro de nuevo y qué libro pendiente saco del olvido. En ocasiones, me temo, incluso las relecturas toman forma y se adelantan a la más reciente de las novedades. :D
¿Te animas con algún pulp silverkainesco para el verano? ;)
Fulgida, bien conozco tu (vuestro) blog y bien sabes que es así, aunque en él adopte en demasía la actitud de lector silente al no poder aportar mucho al mismo en buena parte de las ocasiones. Pero me gusta y aprendo con él y no puedo más que animarte con el mismo (pues bien sabes que antaño, cuando aún no lo tenías, te invitaba a crear uno, jeje).
A mí los comentarios en mi blog me encantan, y aprendo muchísimo y disfruto con todos vosotros. Por eso, cuando comúnmente por estos pagos virtuales mi verborrea es significativa (mucho más que en la vida “real”) echo en falta hacer comentarios, decir lo que pienso o, en ocasiones, simplemente hacer saber que estoy ahí, leyendo calladamente, aprendiendo y disfrutando de lo lindo. Por eso estoy deseando normalizar un poco mi situación y poder darme al placer de escribir y comentar a diestro y siniestro. :)
En cuanto al verano, el mío también se presenta cargado de trabajo (y posibles sismos laborales) y de estudio, por eso quiero que la lectura, más que nunca, venga acompañada por deleite y disfrute sin par. He de decirte que YA estoy enganchado a La isla misteriosa. No sé cómo lo hacía este hombre, pero ha conseguido que el libro vuelva a acompañarme, como ya lo hizo hace más de cuatro lustros, a todos lados. Y las sensaciones y ganas de comentaros aspectos de la relectura se me amontonan por momentos.
Disfruta tú también del libro y, por supuesto, aquí podemos sentarnos a conversar sobre él cuando lo desees.
Isi, yo soy muy así, planifico muchísimas cosas y tengo listas y relistas para todo, aunque en muchas ocasiones termino por desmontarlas por completo. Eso sí, diré que cuando las sigo firmemente el resultado es bueno, alcanzo mis objetivos y con bastante éxito. Mi mayor problema por tanto no es saber planificar (al fin y al cabo forma parte de mi día a día laboral) como no dejar que me desmonten la planificación. En el trabajo es algo imposible. En mi vida personal soy yo el máximo peligro, pues si bien los demás se alían para desmontarme las planificaciones soy yo con mi “querer abarcarlo todo” el que termino por fastidiarlo. Como me ha ocurrido este último año, donde me planifiqué para tener algo más de vida y conforme avanzaron los meses fui adquiriendo más y más compromisos. Es mi caballo de batalla: cuantas más cosas me gustan más fácil es caer en la tentación. :)
Jejeje, me encantaría echar un ojo a esos libros antiguos de veterinaria. A mí también me encanta echarles un vistazo, aunque lea de ellos simplemente algunos fragmentos. Pero es que son tan bonitos… :)
Carol, es La tienda de antigüedades, sí, jejeje. Yo lo leí hace años en castellano en una edición de bolsillo y lo cierto es que me gustó mucho. Aun así, quería leer algo de Dickens en inglés, y si bien Azote tiene libros suyos en casa no pude resistirme al ver la preciosa edición que encontré en esta librería de viejo.
En cuanto al blog, no creo que lo deje, si bien es cierto que me gustaría darle un buen empujón y volverlo nuevamente activo. A ver si lo consigo, aunque de tanto dividir esfuerzos entre varios blogs en ocasiones me cueste un poco.
Azote, no sé si me reí más con lo de Dickens o con la visión de Bécquer y tu declamación de “Por una mirada, un mundo,/por una sonrisa, un cielo,/por un beso... ¡yo no sé/qué te diera por un beso!” que, imaginándolo en una carpeta adolescente, supe que se perpetuaría en el tiempo más incluso que las portadas de la Súper POP, revista ahora perdida en su versión celulosa.
Curiosamente, Tiempos difíciles es uno de mis libros pendientes y mira que me has dicho en varias ocasiones que merece mucho la pena. Aún recuerdo cuando estuve a punto de sacarlo de la biblioteca de Granada... En fin, tal vez el próximo invierno (me encanta leer a Dickens en esa estación) lo lea.
Respecto a Vonnegut, tengo muchísimas ganas de seguir con él e ir avanzando en los libros que tengo pendientes, aunque no sé yo si en inglés será demasiado para mí (que me vuelve loco con sus paranoias cuando las leo en castellano :D). De Palahniuk lo tengo prácticamente todo pendiente, así que sí, me apunto también. Y con A Game of Thrones sabes bien que cuando te pongas con el libro me sumo a volver a ver la serie contigo. ;)
¡Muchos besos para todas!
Me encantaría leer a Silver Kane, no te creas, pero aún no tengo ninguna de sus obras. Hace tiempo que me paso por la Cuesta Moyano, donde seguro que encuentro. Quizá este verano me anime.
Un beso.
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