Los libros suponen un escape a lo banal del mundo, una puerta a sus maravillas, un divertimento sin parangón y un compendio de sabiduría en el que, si te asomas, nunca querrás abandonar. Un paraíso abierto a placeres, cuando no caprichos, de lo más variopintos. Pero, además de todo ello, la lectura supone para mí un indicador sobre la estabilidad de mi existencia. Esta afirmación, que podría parecer algo melodramática, es fácil de explicar y presumo que para aquellos que estáis al otro lado resultará sencilla de comprender. Entre bibliófilos me hallo y, como tales, imagino que no concebís una vida sin libros. Sin ellos tal vez daríamos a la existencia el nombre de supervivencia. En todo caso, estaría más vacía. Por todo lo anterior, si transcurre un periodo relativamente largo sin que pueda leer un libro (entiéndase por ello hacerlo de forma tal que su lectura se prolonga durante semanas o pasan siquiera uno o dos días sin que lea algo) siento que algo va mal. Que me apartan de mis amados libros.
Para mí, que coincido con Elwen en las motivaciones que exponía hace unos días acerca del porqué escribimos en un blog, sentarme a recordar ahora la apertura de Homo libris hace un par de años me invita a reflexionar en torno al tiempo pasado delante de la pantalla a lo largo de todo este tiempo. No entraré a relatar las estadísticas que arroja del blog tal o cual herramienta de seguimiento. Los únicos números que me han hecho pensar han sido los de las entradas escritas este año respecto al anterior, al del primer año de Homo libris. Llegaría, con esta que estáis leyendo, a la mitad que el pasado año. Cierto es que ese otro blog que comparte con este, gracias a cierto tipo de ósmosis, mi tiempo, algunos lectores y el dilema de dónde publicar tal o cual entrada que une libros y naturaleza, ha cobrado fuerza en este tiempo. Andanzas de un trotalomas es tan querido para mí como Homo libris porque en ambos he conocido a personas maravillosas, que me han enriquecido a lo largo de todo este tiempo.
También he incrementado mis ocupaciones a lo largo de este tiempo (sarna con gusto no pica) y en lo tocante a lo laboral el último bienio ha resultado bastante duro, pero qué os voy a contar que no sepáis ya, en muchas ocasiones por vivirlo en primera persona. Los blogs sufren estos altibajos, como no puede ser de otro modo al exteriorizar los vaivenes que sentimos quienes los escribimos, ¿verdad? Tanto es así que esta semana, tras la entrada dedicada a Enrique Morente (tan breve, tan escueta pero, a un tiempo, tan sentida como pude expresar en "Andanzas…”, no encontré el momento para compartir con todos vosotros los dos años de Homo libris, mi querido blog que es también el vuestro.
Son muchas las entradas que guardo en la recámara, que esperan su momento en ocasiones hasta meses. Espero que este 2011 que está a punto de entrar dé para mucho a este respecto, pero me conformo con poder leeros, aquí y en vuestros blogs, y tener un poquitín de tiempo más para comentar en ellos.
Así, aunque sea un pelín tarde, traigo unos pastelitos de semillas y té para todos. ¡Y libros, muchos libros!
¡Feliz lectura!
14 comentarios:
Iba a apagar el ordenador cuando vi que habías actualizado. ¡¡Felicidades!! dos añitos ya; o dos añazos, que en el ciberespacio ese es mucho tiempo.
No te preocupes por no haber escrito tantas entradas como el año pasado. Tenías un ritmo frenético. Y llevar dos blogs y actualizarlos con cierta frecuencia es harto complicado (¡qué ya me he dado cuenta!)
Así que de nuevo muchas felicidades,sigue dándonos entradas igual de interesantes y muchas gracias por el te y el pastelito de semillas
Un beso.
¡Felices 2 años!
Espero que el nuevo año te traiga libros, libros y más libros. Y que nos hagas disfrutar de ellos.
Un saludo.
Felicidades tardías aunque dicen que nunca es tarde para una celebración.
Es cierto que has estado más inactivo este último año y que cuanto más nos vamos dejando, más cuesta retomarlo. Sin embargo, tus ganas siguen ahí y tus ideas parece que también por lo que no dudo de que, aunque a un ritmo más tranquilo, estarás ahí por otro par de años :)
P.D. No olvides el "por qué" de este sitio. Al menos yo intento recordármelo cada día para no perder el norte.
Se nota que tenias muchas ganas de escribir acumuladas. Te ha salido una entrada de lo más simpática y melancólica.
Muchas felicidades por esos 2 años tan bien llevados y pásame unos cuantos pastelitos de semillas.
Cumpleaaaaaaaañooos feeeeeliiiz,
cumpleaaaaaaaañooos feeeeeliiiz,
na-na-naaaaaaaa-naa-naaaaaa-naaa-naaaaa,
cumpleaaaaaaaañooos feeeeeliiiz...
Pasé a saludar, y a leer un poco de lo que hay por aquí...
Muchas felicidades, por estos dos años en la red. Entiendo que es difícil mantener activo un blog y seguir haciendo vida "normal", pero a pesar de esta dificultad, has conseguido un blog ameno, instructivo, de gran calidad, simpático y sereno. Me gusta pasar por aquí de vez en cuando y compartir opiniones y experiencias.
Espero poder seguir haciéndolo durante mucho más tiempo.
Repito, muchísimas felicidades.
Un beso grande y dos tironcitos de orejas.
Jopeleches Miguel; vaya novela de suspense has colocado. Hasta el final no he descubierto que realmente se trataba de cumplir dos años. Creía que era una cruda despedida. No estoy para sustos.
Me regalaré un buen libro y, las hierbas…, también.
Felices años y que sean muchos más.
Un abrazo.
Muchas felicidades.
Ya sé que te lo he dicho por mail, aquí y en persona. Pero lo repito: me encanta tu blog. Llegué de rebote, saltando de blog en blog (desde el de Elwen, para ser exactos) y me he quedado. Y eso es raro, porque, como bien sabes, yo no dispongo ni de segundos libres, razón por la que me doy a los romances blogueros de verano. Hasta que llegué aquí.
Y aunque me aumenta la lista de lecturas que haré algún día (cuando sea titular, quizás) y el gasto en librería y me reduce el espacio en la casa, también es mi pausa-libresca en la media mañana, mi respiro entre clases, el aireo para mi cerebro recalentado por el trabajo.
¿Escribes pocas entradas? Ni me había fijado. Si no hay una nueva, leo los comentarios.
F.
¡Feliz cumple, amigo Homo libris!
Hace un tiempo, razones personales me llevaron a cerrar Fenixcidio, pero 3 hermosas noticias, dos de ellas de manos de bellísimas personas (amistades transoceánicas) con quienes compartimos esta hermosa pasión por los libros y la lectura, hicieron que reestablezca este contacto virtual que siento hoy más que nunca parte de mi existencia, y que a partir de ahora será una forma de rebelarme contra las tiranías del tiempo.
Te deseo todo lo mejor y que cumplas más años entre nosotros.
Un abrazo,
R.
¡Felicidades!
Qué bonita entrada de aniversario y qué bien explicado todo.
En todo caso, no desfallezcas, aunque el ritmo de publicación sea menor, está bien no rendirse.
Y sí, yo también siento que me falta algo, si me falta un libro.
Ya sabes lo que dicen Homolibris, "no hay dos sin tres", jejeje! Felicidades, no nos importa el número, ni el ritmo de publicación, lo importante son, como en esta entrada tus razones para estar aquí, tu compromiso y saber que cuando venimos a visitarte encontramos un amigo, un fuerte abrazo de los Guisantes ;-) ;-) ;-)
Muchas felicidades por esos dos años!! Estoy de acuerdo contigo prácticamente en todo lo que dices, suena exagerado, pero no podría vivir sin mis libros, y escribir también se ha convertido en una especie de catarsis para mi. Un besazo
A todos, muchísimas gracias por vuestras palabras de ánimo y apoyo. Como decía, el mayor placer es poder compartir esta pasión por los libros con vosotros, con personas que no conciben un mundo sin libros y que creen que gracias a ellos es un poco mejor.
Me consta que la blogosfera es inmensa y que existen numerosos blogs de lo más interesantes a los que acudir y en los que disfrutar. Es por ello que, el que vuestra elección incluya esta parada me honra. Escribo para mí, sí, y tal vez por eso en ocasiones las entradas son tan farragosas como mis enrevesados pensamientos, pero también para vosotros, para haceros partícipes de estas pequeñas ilusiones y alegrías que, día a día, nos dan los libros.
Gracias a todos por seguir ahí, por todo lo que me aportáis con vuestros comentarios y, aquellos que tenéis además un blog propio, que sois los más, por enriquecerme también desde ellos.
Besos e infinidad de abrazos.
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