miércoles, 22 de diciembre de 2010

Una breve entrada sobre casi todo

Siempre he dicho que, para enseñar, hay que tener un don especial, una vocación. Todos habremos sufrido, imagino, el síndrome del mal profesor, caracterizado por el sueño, el cansancio y falta de interés o, en último término, la indignación ante lo incoherente o insustancial de la exposición o las barbaridades que se dicen, que finalmente desemboca en una maravillosa adaptación que nos lleva a la anodinia para evitar perecer ante semejante cúmulo de agresiones al intelecto. Pero también existen profesores, maestros en su materia, maravillosos, que transmiten su saber con devoción, con ternura, que consiguen que sus alumnos se involucren y apasionen con materias en las que, a priori, no sería de esperar una participación activa por parte de estos.

Creo que con los libros de divulgación ocurre otro tanto. Al fin y al cabo, nos invitan a adentrarnos, siquiera de forma superficial, en terrenos que, ya sea porque quedan alejados de nuestro círculo de intereses personales, ya porque en lo profesional abundamos en ello, en ocasiones no resulta sencillo caminar. Cierto es que contar con un público receptivo (aquellos que sí están interesados en el tema en cuestión de un modo más directo) ayuda mucho, pero si el divulgador consigue llegar a un conjunto de lectores mucho mayor y despertar en ellos interés o apasionamiento en la materia, me parece que es como para quitarse el sombrero ante ellos.

Recuerdo, desde niño, haber leído libros de divulgación científica con tanta avidez como devoraba otras obras más literarias. Lo cierto es que me resultaría difícil definirme como “de letras” o “de ciencias”, como hemos hablado en alguna ocasión. Tampoco le veo mucho sentido, por otro lado, ni creo que sean mundos incompatibles (es más, no concibo a las unas sin las otras y considero todo un error llevar a cabo esa compartimentación del saber). Lo que sí creo es que se enriquecen mutualmente, que no se puede transmitir pasión por la ciencia sin cierto toque literario y que la literatura bebe de la ciencia, siquiera de las ciencias sociales, aunque sea de forma instintiva, para llegar al lector.


Pero bueno, me pierdo por los cerros de Úbeda, divagando como es característico en mí. Hoy quería hablaros de una obra de divulgación científica que me ha encantado. Ya la traje por aquí cuando me la regalaron y despertó interés entre varios lectores del blog, así que no podía dejar pasar la oportunidad de comentar mis impresiones sobre ella. Me refiero a Una breve historia de casi todo, de Bill Bryson. Este mamotreto de arriesgado título (sí, es una obra extensa, ¿pero cómo hablar de “casi todo”?) me ha encantado. Ya había leído buenas críticas sobre él y lo tenía en la lista de pendientes, pero no fue sino a través de un regalo que finalmente lo tuve en mis manos, prestándome a devorarlo en cuanto me fue posible.
BillBryson, el autor, es conocido por sus libros de viajes, y se dispuso a escribir Una breve historia de casi todo, según sus propias palabras, al no encontrar respuesta a muchas preguntas que se hacía cuando leía algún libro sobre ciencia. También porque le habían hecho creer que esta era aburrida. Sin embargo, conforme se documentaba para escribir el libro, fue descubriendo que la ciencia resulta apasionante, que está directamente relacionada con nuestro día a día, con nuestra vida, y su pasión ante lo que iba descubriendo supo trasladarla a las páginas de su obra, que engancha al lector sin que este se de cuenta.

Resumir en poco más de medio millar de páginas lo acontecido en los últimos trece mil millones de años, desde la gran explosión que dio origen al universo hasta llegar a nuestros días, saltando de la astronomía y la física a la geología, la química o la biología, no resulta una labor baladí. Sin embargo, Bryson ha conseguido acometerla con tino aunque al principio el trato en exceso familiar que dedica al lector llegó a chocarme, haciéndome dudar sobre la traducción del mismo y resultando algo forzado, a mi entender. Lo cierto es que el libro se deja leer, maravillándonos sin apabullar con centenares de cifras y enseñando con gracia lo que con otros nos habría podido llegar a parecer árido.

Si temes a las matemáticas, la física o la química es porque no tuviste suerte con tu profesor. Bryson nos ofrece la oportunidad, como otros grandes divulgadores, de descubrir lo amena que resulta la ciencia. Y, aunque no tenga nada de ficción, comprobar lo poética que puede resultar…
Yo he visto cosas que vosotros no creeríais: atacar naves en llamas más allá de Orión, he visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser... todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia.
Aprovecho para desearos unas felices fiestas y dejaros con un par de canciones de Sting que me encantan, ahora que ya entró el invierno, así como un vídeo que encontré y me gustó (aunque no guarda mayor vinculación con el libro que nos ocupa que compartir el título y algo de su inspiración de recopilación histórica).




Feliz Navidad.

19 comentarios:

loquemeahorro dijo...

Yo tuve los peores profesores de matemáticas que existen: los no-profesores, esos que creen que su finalidad es cualquiera, menos que los alumnos aprendan lo más mínimo.

Por eso necesito este libro, porque de la filmografía del gran Rutger Hauer sabré mucho, pero de matemáticas...

pd. La de veces que he pensado esto "Si no cuento esta imbecilidad en mi blog, se perderá como lágrimas en la lluvia" :-)

Carmina dijo...

Yo he tenido buenos y malos profesores de matematicas, pero no consiguieron que estas me interesaran, y en fisica y quimica si que no tuve suerte, me tocaron personas que no sabian explicar y si me apuras sin vocación docente. No me gustan mucho las ciencias y no se si atreverme con este libro, pero mi hijo mayor se interesa por las ciencias guardo el titulo para cuando sea mas mayor ahora solo tiene 12 años y supongo que no será muy adecuado para el... Por cierto este año tiene una profesora de matematicas nefasta, y una aignatura que siempre le ha gustado se le empieza a atragantar...
Feliz Navidad para ti tabien

Iraya Martín dijo...

Ya cuando lo enseñaste me quedé pillada con el libro y ahora no voy a evitar caer en la tentación de apuntármelo. Soy muy torpe para aprender cosas pero cuando me cuentan las cosas de forma amena no tengo que estudiar. Me pasó con Historia en el instituto. Mi profesora era muy buena a pesar de que a mis compañeros les encantaba criticarla y tacharla de pesada. Yo nunca tuve que estudiar para un examen suyo porque todo estaba ahí como si lo hubiese vivido.

La Belle Dame Sans Merci dijo...

No sé si me gusta más la cita de Bryson (bella, poética, atrayente) o el último de los vídeos, que es fenómeno, ¡ja, ja, ja! XD

Pues yo tengo en la recámara este libro, comprado el segundo día que entré a trabajar en la librería, hará unos cuatro años... ¡No tengo perdóooooon! Me llamó la atención nada más verlo y he leído fragmentos sueltos, así que ahora me dan ganas de llegar a Pamplona y empezar a leerlo. Quizás lo haga, porque estoy a puntito de terminas con Evans. ;)

¡Un beso gordo y Feliz Navidad a todos!

Isi dijo...

Vale, yo tuve profesora particular de matemáticas que explicaba genial, así que al del instituto ni le cuento como profesor. Lo mismo con genética: a la que cuento es a la profe de la academia a la que fui, porque el que daba en la facultad no se merece que le llamen profesor.

En todo caso: el libro me lleva llamando desde hace un montón, porque he visto todo reseñas positivas desde que salió (que no es tan actual, verdad?), así que me ha interesado mucho, y más por ser ameno y por tratar de "casi todo" jeje.

Lo relaciono irremediablemente con "Dioses, tumbas y sabios", que lo tengo en casa y nunca me animo a empezarlo, y que habla de personajes históricos y se supone que también te lo explica de manera amena y sencilla.

En fin, me alegro de que te haya gustado y de que nos animes a leerlo.

La Belle Dame Sans Merci dijo...

Off topic: Azkena Rock, del 23 al 25 de Junio. Confirmado Rob Zombie, chavalote. Dos veces este año, en su gira en Londres y en un festival: me voy a poner las botas... ^^
¡Besotes!

Javier G. Pérez dijo...

Yo no tuve ese problema con los profesores, al contrario, lo tuvieron ellos conmigo. Qué cantidad de paciencia gastaron con semejante cuadro de ineptitud.
Bueno, de libros ando bien servido. Así que, espero y te deseo unas estupendas navidades, al igual que a toda gente que te rodea.

Abrazos.

@scen dijo...

Yo he tenido profesores de matemáticas, física y química, muy buenos, algunos incluso geniales. Adoro las matemáticas y me gusta muchísimo la química. Incluso puedo disfrutar con la física, que es la más dura de las tres.
Recuerdo con especial cariño a una profesora de matemáticas que tuve a los quince años. Disfrutaba con las matemáticas y te transmitía su pasión. Al menos a mí. Seguro que este libro también me gusta.
Me encanta Sting, no son mis canciones preferidas, pero son muy buenas y el vídeo resulta gracioso. Poco más se puede decir en tres minutos.
Os deseo a todos unas muuuuuuuuy felices fiestas.
Besos y abrazos a discreción, que para eso es Navidad.

Noemí dijo...

Feliz navidad ;)

Lectora dijo...

En mi caso supongo que ni mis profesores de mates eran estimulantes ni mis habilidades numéricas excesivas.
Y sin embargo siempre he sospechado que podrían ser interesantes si encontrara el prisma con qué mirarlas.

Me anoto el libro, se agradecen las obras de divulgación en ciencia la verdad que sí.

Que pases unas felices fiestas.

MJGF dijo...

Yo, que soy de letras puras, purísimas, siento una atracción intensa hacia la física (esas mentes perversas, por favor...); especialmente, cómo no, dado que yo misma me dedico a ese campo, hacia la historia de la física como ciencia. Recientemente (en mayo), pude escuchar al prof. Moreno Villanueva del grupo NEOLCyT hablar de la historia de la física eléctrica y quedé fascinada por sus apreciaciones acerca de los cambios de paradigma científico en el estudio de los fenómenos eléctricos en el siglo XVIII. Soy una freak, lo sé.
Que pongo el libro en la lista y que felices fiestas.
F

Homo libris dijo...

Loque, mucho me temo que ese tipo de profesores abunda en demasía. Son aquellos que confunden respeto con rigidez y calidad de la enseñanza con la inmutabilidad de sus "razonamientos". Flaco favor hacen a sus alumnos, la verdad.

Jejeje, me ha encantado tu alusión a la frase de Hauer en "Blade Runner" y el blog. :D

Carmina, estoy seguro de que este libro apasionará a tu hijo si le interesan las ciencias. Dependerá de él conocer cual es el mejor momento para acercarse a este (o cualquier otro) libro, pero no creas que es muy pequeño para ello. No es un libro para niños pero sí muy asequible, y con 12 años, si le gusta la ciencia y también leer, te digo por propia experiencia que estará encantado con una obra así.

Elwen, el libro está además en edición de bolsillo, muy baratito (si me tiras de la lengua te diría que también anda por la red en PDF, ya que busqué una frase para unos compañeros y me lo encontré de frente "a la primera de Google", sobre todo por si quieres echarle un ojo antes de hacerte con él), así que no hay excusa para no leerlo. ;)

Lo de tu profesora de Historia me llama la atención, porque es cierto que en muchas ocasiones algunos profesores nos han llegado a marcar y, sin embargo, para mucha gente son insufribles. ¡Afortunados de nosotros que los descubrimos tal y como son! ;)

Alienor, que la cita no es de Bryson... ;) Revisa, revisa... a Loquemeahorro. No puse su procedencia porque pensé que caeríais en el momento, aunque es cierto que me "columpié" un poco en mi licencia creadora para incluirla ahí.

Con el libro te ha ocurrido como a mí, que lo tuve en la recámara durante muchísimo tiempo (tanto que se me adelantaron con el regalo) y finalmente lo leí con sumo placer.

Por cierto, veo que has hecho tuyo el título de la entrada, tratando en los comentarios sobre diversos temas, jajajaja. ¡Y lo comprendo a la perfección, tratándose de quien se trata! ;)

Homo libris dijo...

Isi, bienaventurada tú, que tuviste esos magníficos profesores alternativos, jejeje. La verdad es que hay de todo en todos lados, en lo público y lo privado, pero lo que está claro es que si se juntan la falta de devoción con la de motivación el resultado no puede ser más desastroso.

El libro es de hace unos años, la edición que muestro es, de hecho, la de bolsillo, y puedes encontrarlo con bastante facilidad. Además, como últimamente estás inmersa en la astronomía, creo que el libro te gustará. ¡A lo mejor incluso te anima a leer Dioses, tumbas y sabios después de terminarlo, quién sabe!

Javier, planteas la otra cara de la moneda y me alegra. Es verdad que hay profesores para todo, pero también alumnos que por un motivo u otro son (somos) terribles, jejeje. De todas formas no creo que malgastasen el tiempo, pues aquí te tenemos convertido en todo un hombre de pro.

@scen, no sabes la alegría que me das con tu afinidad a las ciencias; estoy seguro de que el libro te fascinará.

Las canciones de Sting ciertamente las escogí por su temática invernal-navideña tan propicia para estas fechas, aunque no sean las mejores ni las más conocidas con que cuenta en su haber.

Sonja, como bien dices es más el encontrar la perspectiva adecuada que el propio interés de la materia, que lo tiene. Por eso insistía más arriba en el interés de los divulgadores, a la par que puedan despertar los propios científicos, porque son los que consiguen interesar a la gente en estos temas y luego, cada cual a su paso, que vaya aprendiendo y comprendiendo más y más a fondo aquello que despierte su interés.

Fulgida, me consta que eres una fre… vale, vale, que eres de letras purísimas, cuasi prístinas, jeje. Me interesa mucho esta anécdota que apenas esbozas, y es que tan interesante como la ciencia es la historia de sus avances, los cambios en los paradigmas de estudio y cómo, en ocasiones, el azar jugó a favor de los investigadores (cuyas vidas son, en muchos casos, otra apasionante aventura).

¡Me alegra que te interesase el libro! :)

Mandarina, a ti y a todos aquellos que felicitasteis la Navidad, así como a aquellos que no lo hicieron o fue por otros medios… a todos, en definitiva,

¡Felices fiestas!

lammermoor dijo...

Hola, Homo libris. Se me acumulan los comentarios pendientes a tu entrada. De esta coincido contigo en la importancia de los profesores a la hora de que nos sintamos atraídos o detestemos una asignatura.

A mi nunca me gustaron las matemáticas y sin embargo ahora, llevada y llegada desde el campo de las letras, me gustaría volver a enfrentarme a ellas.

Me apunto el libro para buscarlo y leerlo (cuando pueda) y recomendarselo a una amiga que me tiene de "personal Booker" (si es que tal expresión existe)

Homo libris dijo...

Lammermoor, tal vez el valor de libros como este sea precisamente más el de acercar a quienes fueron algo reacios, sea por el motivo que fuese, a las ciencias antes que enorgullecer a quienes siempre las tuvieron cerca de lo divertidas y maravillosas que son, jeje. Si te acercas al libro creo que te gustará.

Por cierto, me ha encantado eso de la figura de "personal Booker". ¿No tienes pensada ninguna entrada al respecto? (ya sabes, éxitos obtenidos, un consultorio bibliológico... ;)). Creo que la idea daría mucho de sí.

Un abrazo.

GigA ~~ dijo...

¡Este libro mola un montón Mith!, además que sus primeras 100 páginas son adictivas, la parte del comienzo del universo o la comparación de 13000 millones de años a 1 día, donde llevamos los 12 segundos de las campanadas y poco más xD Me gustó bastante, hay algún capitulejo que se me atascó, como los de biología, o que daban coseja pensar que en tu almohada hay millones de ácaros y demás fauna compartiendo tus sueños pero aun así es 100% recomendable, sobretodo si vienes de letras.

Te dejo dos notas de libros que quizá te gusten (no se si ya los has leido, quizás si):

Un mundo feliz (Aldous Huxley).
Guerra y Paz (Tolstoi)

Happy new year!

Homo libris dijo...

GigA~~, qué alegría verte por aquí. La verdad es que el libro sí que engancha y resulta de lo más interesante, ameno como es.

En cuanto a las recomendaciones, ya las leí pero voy a tomar nota de ellas por varios motivos. El primero, porque me encanta que me propongáis lecturas, el segundo, porque me propuse que 2011 fuese un año de retomar a algunos clásicos, como los rusos, y Tolstoi es muy grande. Encima van a reeditar algunas obras suyas en nuevas traducciones, así que no tengo excusa. Y de Huxley me apunto A brave new World revisited, un regreso a Un mundo feliz al que tengo ganas desde hace bastante tiempo.

Recibe un fuerte abrazo y, claro está, te deseo todo lo mejor para estas navidades y el año que estamos a punto de estrenar.

GigA ~~ dijo...

Anda pues no conocía el de "vuelta a un mundo feliz", la verdad es que mi afición a la lectura es relativamente nueva así que supongo que tengo mucho por descubrir.

Me pregunto cuantos libros debería leer una persona al cabo de un año para más o menos no oxidarse, o a partir de cuantos debes preocuparte. Mira podrías hacer una encuesta con esto xd

jeje, gracias por tus entradas (también por aquí).

Salu2

Homo libris dijo...

GigA, la verdad es que ese Regreso a Un mundo feliz tiene muy buena pinta, porque Huxley reflexiona en él sobre todo lo que de su distopía fue haciéndose (terriblemente) realidad con el paso del tiempo.

Espero que esa nueva afición se acreciente con el paso del tiempo. Yo te diría frente a una pregunta como la que planteas que no existe límite superior en tanto la vida de cada cual no acuse ningún efecto negativo, pero tal vez sea curioso ver qué opinaría el resto de lectores. Me la apunto por si surge la ocasión.

¡Gracias por pasar por aquí y feliz año nuevo!