miércoles, 8 de julio de 2009

El Club de los Negocios Raros

Suele decirse que de los tiempos de crisis se sale fortalecido (el caso es salir, claro), y que son idóneos para que surjan todo tipo de negocios e ideas geniales, que encuentran en la necesidad su mejor caldo de cultivo. De ser así, no me cabe la menor duda que el manual perfecto para un emprendedor en los tiempos que corren no sería el típico libro del estilo ¿Quién se ha llevado mi queso?, sino el difícilmente clasificable, pero no por eso menos sorprendente y divertido El Club de los Negocios Raros.

Gilbert K. Chesterton, autor de los inolvidables relatos sobre el Padre Brown o de El hombre que fue Jueves, busca aquí sorprendernos con seis cuentos en los que mezcla, de una forma homogénea y magistral, unas dosis de humor, otras pocas de misterio y una ingente capacidad de sorprender. El Club de los Negocios Raros acoge en su seno a inventores, empresarios y trabajadores independientes, con la única condición de que desarrollen una actividad económica novedosa, que no se haya realizado antes ni se parezca a las existentes (no valen meras variaciones sobre una profesión “corriente”), y que les permita subsistir con ese trabajo. Ante tan singular club, que parece una sociedad secreta debido al común desconocimiento de su existencia, se encuentran Basil Grant, juez ya retirado de la Corte de Londres, ciudad donde transcurre la acción de todos los cuentos, su hermano Rupert, detective que, al lado de su hermano, queda siempre como mero aficionado, y un ingenuo narrador, Charlie, que les acompaña como un buen Watson, y deja constancia de los maravillosos encuentros que tendrán que vivir.

La estructura de los todos cuentos es similar; algún acontecimiento extraño e imprevisto inicia la acción, ante el estupor de nuestro narrador y sus compañeros, se nos plantea el caso, en ciertas ocasiones de un modo que parecería irresoluble, y sólo el ingenio y la singular perspicacia de Basil son capaces de dar al traste con el complot. En ocasiones, Basil nos parece demasiado inteligente (y subrayaría la palabra “demasiado”). Tanto, que nos parece que Chesterton sólo busca la sorpresa final, a toda costa, y que aunque lo consigue en cada ocasión, está jugando un poco sucio. Sin embargo, al final del libro, consigue sorprendernos por partida doble, mediante un caso irresoluble que nos es explicado justo al final del libro, y con un magistral golpe de efecto todos los cuentos quedan atados y bien sujetos en el conjunto de una obra que nos ha divertido durante toda la narración.

13 comentarios:

lammermoor dijo...

¡Qué buena pinta tiene! Me lo pido. De Chesterton solo leí El Hombre que fue jueves y los relatos del Padre Brown.
A ver si lo tienen en la biblioteca; también tengo que buscar a Asimov.

Hilario dijo...

He terminado hace poco "El candor del Padre Brown" y me ha gustado, así que me apunto este también, para cuando repita con Chesterton. La verdad es que es un autor que no deja de sorprenderme.
Un saludo

RMars dijo...

El otro día, en la librería, tuve en mis manos El hombre que fue jueves, pero al final me decanté por El nombre del viento, así que nunca he leído nada de Chesterton. El club de los negocios raros parece que podría ser un buen libro para iniciarme.

Un saludo.

Carmina dijo...

Y sigue creciendo mi plan infinito, apunto este titulo me ha gustado el planteamiento que haces y como hablas de el, no conozco al autor pero quizas seria un buen momento para echarle un vistazo a su obra, en cuanto Hilario cuelgue el candor del padre Brown tendre mas argumentos pero suelo guiarme por impresiones a primera vista y este me ha cautivado

Iraya Martín dijo...

He estado en varias ocasiones apunto de leer a Chesterton por su cierta relación con Tolkien pero nunca me he puesto. Me voy a apuntar el título y la opción de incluir el autor para el Club de Lectura

lammermoor dijo...

¡Tenían el libro en una de "mis" bibliotecas así que ya lo tengo. De paso, me llevé también "Una noche sin luna" de Dai Sijie. No conocía al autor ni el libro pero por algún motivo me llamó la atención -estaba en el carrito de los libros devueltos y aun sin colocar en las estanterías.

Homo libris dijo...

Lammermoor, yo tampoco conocía este libro de Chesterton, y aunque tal vez no llega a la altura de los relatos del Padre Brown o El hombre que fue Jueves, lo cierto es que me ha parecido muy divertido, y me ha sorprendido gratamente. Ya que lo encontraste en la biblioteca, ya me contarás lo que te ha parecido. Respecto a Dai Sijie, no me suena de nada, de modo que quedo a la espera de que nos cuentes la impresión que te ha producido.

Hilario, si te ha gustado El Candor del Padre Brown, además de recomendarte leer el resto de libros de relatos sobre este entrañable personaje, creo que te gustará también el libro que reseño. Seguro que tu comentario convence a Carmina de la necesidad de leer a Chesterton. Sin duda, es un gran autor, y aunque de momento no me he adentrado en su faceta ensayística, me consta que es amplia y muy recomendable.

Raquel, ¡qué curiosa coincidencia! Bueno, tal vez la próxima vez se vaya contigo algún libro de Chesterton. De El nombre del viento he oído cosas buenas, así que lo tengo entre los pendientes… ¡algún día! :)

Elwen, creo que te gustaría leerle, aunque me resulta llamativo lo que comentas sobre su cierta relación con Tolkien. ¿Te refieres al catolicismo? Otros libros que resultan llamativos son La taberna errante o El club de los incomprendidos. Ya me contaréis si os animáis con alguno de ellos.

lammermoor dijo...

Pues si que me gustó y es verdad que el final resulta sorprendente pero explica perfectamente todo lo anterior.
Algo que me llamó la atención es en el último cuento, es la mención que hace a los darwinistas, que parece peyorativa. No se si te sucedió lo mismo.
Ah, y el primer cuento me recuerda a algún relato corto de "la dama del crimen". Parece que doña Agatha seguía a los maestros.

Homo libris dijo...

¿Te gustó entonces? ¡No sabes lo que me alegra! Cuando recomiendo libros no sé, en ocasiones, si me sobrepaso en mis comentarios y pueden llevar a la desilusión por estimar en más el valor del libro.

Es cierto que todo queda claro al final, pero hasta ese momento nos sorprendemos con las deducciones de Basil. Y sí, la señora Christie bebió de los clásicos sin duda alguna. Por cierto, tengo que retomarlos (o intentar encontrar alguno de los volúmenes que no pude leer en su día), creo que te gustarían mucho los cuentos del Club de los Viudos Negros, de Isaac Asimov.

Homo libris dijo...

Por cierto, Lammermoor, que esta mañana se me pasó totalmente: es cierto que en el último cuento la visión que se da de los darwinistas es bastante nefasta. Posiblemente se deba (y es únicamente una hipótesis), a las creencias católicas de Chesterton, y a la oposición de la Iglesia a las teorías de Darwin :)

Por cierto, que estamos en el "año Darwin" y aún no he publicado nada de él... El otro día me encontré con un nuevo libro de J.L. Arsuaga que tiene buena pinta, así que iré pensando en incluirlo en la lista de lecturas pendientes :)

jeffreyabbot dijo...

Tengo pendiente de leer "El hombre que fue Jueves", pero todavía no me he decidido....

Jeffreyabbot dijo...

Yo tampoco tengo claro lo de su "cierta relación" con Tolkien por cierto...

Homo libris dijo...

Jeffrey, si terminas por decidirte a leerlo, no dejes de comentarnos tus impresiones. En cuanto a la cercanía a Tolkien, ya te digo que creo que venía por el tema del catolicismo, pero a ver si nos lo aclaran :)

Saludos.