En los últimos meses y, más aún, en los días pasados, se ha dicho mucho y variado sobre la fiesta de los toros (el pan y circo de días no tan lejanos, hasta que el fútbol le quitase protagonismo en esta "tierra de conejos" que es España), politizándose el discurso por parte de quienes pretendían abolirlas en Cataluña y más aún, a mi parecer, por el resto de grupos políticos de cualquier parte del territorio nacional. Tanto unos como otros han pecado, a mi parecer, de lo mismo; no recuerdo un revuelo de esta magnitud cuando se levantó la misma prohibición en Canarias hace dos décadas, pero claro, ahora hay nacionalismos (a todos los niveles, que naciones hay muchas, casi tantas como sentires) en ambos bandos.
Obvia decir, para quienes me conocéis siquiera un poco, cual es mi forma de pensar a este respecto. En el plano político todos me parecen igualmente interesados, partidarios y poco dispuestos al diálogo. en el cultural, me aterra pensar en cómo se levantan campanas al vuelo hablando de la pérdida del toro de lidia (una raza creada por el hombre) y en pleno Año (fallido) de la Biodiversidad, cuando desaparecen miles de especies de animales y plantas, apenas se levante una voz ni despierte alarma por los fracasos continuados en la preservación de la vida sobre la Tierra. Y ya que de cultura estamos hablando, antes de que piense una vez más en trasladar esta entrada a Andanzas de un Trotalomas en lugar de publicarla aquí, os dejo con un texto de un autor tan o más moderno (y, por supuesto, español) que el usado como defensor a ultranza de los toros, Ernest Hemingway. Hablo, cómo no, de Mariano José de Larra, que nos describe en su artículo "Corridas de toros":
Pero si bien los toros han perdido su primitiva nobleza; si bien antes eran una prueba del valor español, y ahora sólo lo son de la barbarie y ferocidad, también han enriquecido considerablemente estas fiestas una porción de medios que se han añadido para hacer sufrir más al animal y a los espectadores racionales: el uso de perros, que no tienen más crimen para morir que el ser más débiles que el toro y que su bárbaro dueño; el de los caballos, que no tienen más culpa que el ser fieles hasta expirar, guardando al jinete aunque lleven las entrañas entre las herraduras; el uso de banderillas sencillas y de fuego, y aun la saludable costumbre de arrojar el bien intencionado pueblo a la arena los desechos de sus meriendas, acaban de hacer de los toros la diversión más inocente y más amena que puede haber tenido jamás pueblo alguno civilizado.
Así es que amanece el lunes, y parece que los habitantes de Madrid no han vivido los siete días de la semana sino para el día en que deben precipitarse tumultuosamente en coches, caballos, calesas y calesines, fuera de las puertas, y en que creen que todo el tiempo es corto para llegar al circo, adonde van a ver a un animal tan bueno como hostigado, que lidia con dos docenas de fieras disfrazadas de hombres, unas a pie y otras a caballo, que se van a disputar el honor de ver volar sus tripas por el viento a la faz de un pueblo que tan bien sabe apreciar este heroísmo mercenario. Allí parece que todos acuden orgullosos de manifestar que no tienen entrañas, y que su recreo es pasear sus ojos en sangre, y ríen y aplauden al ver los destrozos de la corrida.
17 comentarios:
Pero hombre ¿no ves que es una tradición?
Y todo lo que sea una tradición española debe ser defendido a ultranza, como el garrote vil, por ejemplo.
Nada, que estoy feliz, que desde ayer siento que pertenezco a un país un poquito menos atrasado y que gracias a ti y a Larra por expresar lo que pienso de forma impecable algo que yo opino, pero que me cuesta decir sin caer en la ira.
Porque cuando oigo los argumentos a favor de esta "fiesta", algo dentro de mí se revuelve más de la cuenta.
Pues a mí me avergüenzan las palabras de los políticos andaluces en el día de hoy:
"Tras insistir en que 'en Andalucía no existe ese debate ya que hay consenso', el consejero confió en que se mantenga el apoyo a la fiesta de los toros 'como ya se dejó claro en el Parlamento' e hizo un llamamiento al resto de partidos políticos para que 'no aprovechen para generar un debate que aquí está solventado'."
Y digo yo: ¿por qué no plantear el debate para ver si de veras hay consenso? Porque con mi consentimiento no cuentan, desde luego.
Pero en fin, todo sea por conservar las tradiciones... El mangoneo político, ¿estará entre ellas?
Un besote.
Yo no entiendo cómo a la gente normal no le causa repulsión ver las corridas de toros.
Pero lo malo es que no sólo son las corridas: hay multitud de fiestas en muchos pueblos donde la parte principal y favorita pasa por torturar animales.
yo estoy muy contenta de que en una comunidad, no ya las hayan quitado, sino que han votado para ello. Es lo que deberíamos hacer en el resto de España.
Pues a ver si poco a poco el resto de las Comunidades Autónomas los van prohibiendo y Las Ventas se queda para conciertos y exhibiciones de motos. Totalmente de acuerdo con el sr. Larra... y me alegra (una vez más) sentirme comprendida. Los argumentos a favor de los toros son repugnantes y ahora la gente se llena la boca diciendo que los han prohibido en Cataluña porque "son españoles". En fin... Por cierto que tengo una defensora a ultranza de los toros en mi propia familia (eso sí, no la he visto JAMÁS ver una corrida...).
Muy bueno el fragmento de Larra, Homo Libris. Y muy acertados tus comentarios sobre los políticos de este país, como siempre.
A mí las corridas de toros me parecen una salvajada monumental, me da igual si se trata de la fiesta nacional o no. Y para quien diga que es una tradición milenaria mediterránea, en fin, en las tauromaquias no se torturaba a los toros: se saltaba por encima de ellos. Los sacrificios rituales se hacían de otra manera y en otro lugar, gracias.
De todas maneras, mucho queda para abolir esta tradición, témome.
¡Un abrazo!
Pues eso, si hay tanto consenso ¿qué problema es en que haya debate? Solo iba a servir para que TODOS los andaluces le dieran la razón ¿no?
Yo siempre he pensado que si hubiera un referéndum se iban a quedar de piedra.
Entre los argumentos más estúpidos, además de todos los citados, están estos que me han gustado especialmente
- Carod Rovira le enmienda la plana a Goya y Picasso
Y uno que oí con mis oiditos en una clase de inglés en G.B.
Dice un alumno de no me acuerdo qué país que él no entiende lo de los toros y contesta otro alumno de nuestro país
- Si fueras español, lo entenderías.
S.C.
Isi, lo de los toros es meramente representativo. Como dices, el problema no está en esta “fiesta”, sino en tantas otras que se vienen celebrando en nuestro país desde tiempos inmemoriales en las que se veja a los más débiles e indefensos, a los que no tienen voz para defenderse.
Soy el primero al que no le gustan las prohibiciones “porque sí”, y me gustaría vivir en un mundo de plena libertad, donde todo el mundo, en conciencia, actuase pensando en los demás aparte de en sí mismo. Pero me temo que, de momento, eso no es más que una mera utopía. Así las cosas, no entiendo tanto revuelo porque se prohíba un acto donde se maltrata y da muerte a un animal. Si aceptamos que haya normas de circulación y que la ley rija lo que se puede hacer o no en otros aspectos… ¿a qué tanta oposición a que se termine con estas torturas?
Lady Boheme, la verdad es que la plaza de Las Ventas ganaría puntos si se le diera únicamente el uso que propones, jejeje. Yo también tengo familiares que gustan de estos… actos… como parece que no puede ser de otro modo en este país y, en particular, en Andalucía. Pero somos muchos los que opinamos, como tú, que no debería permitirse que un animal sufra inútilmente para deleite de unos cuantos… y el enriquecimiento económico de otros pocos.
Alienor, cuando leí a Larra años atrás, allá en los tiernos años juveniles, me encantó por un lado su estilo y me impactó especialmente este artículo suyo. Desde entonces lo he tenido listo para ser enarbolado cuando los defensores taurinos arguyen que Hemingway fue un enamorado de los toros, intentando legitimar desde el lugar del autor lo grande de esta fiesta (y de otras relacionadas con los astados).
Como bien dices, las tauromaquias eran de otra índole, nada sangrientas, no como lo que tenemos ahora ante nosotros. Luego nos espanta que los niños jueguen a la consola o lean libros “inadecuados” para su edad… y nos escandaliza que ocurran cosas como esta (lo advierto, no es NADA agradable). ¿Pero qué esperamos de una sociedad como la nuestra?
En fin, yo también me temo que queda mucho camino por recorrer.
Loque, si hubiese referéndum, que no lo habrá porque hay muchos interesados con dinero que se juegan mucho con esto y que están cercanos al poder, me da a mí que en Andalucía, de votar TODOS los andaluces tal y como dicen, no saldría muy beneficiada la “Fiesta”.
En fin, muérome muerto con lo que tengo que leer. Si ya sabía yo que no era de aquí… ¿Seré como un Gurb que hubiese perdido la memoria?
Un abrazo grande.
Buenas! Te he dejado un regalín en mi blog ^^
Pongo enlace por si actualizo antes, o algo: http://besidesbooks.blogspot.com/2010/08/una-de-premios.html
Muchísimas gracias, Lady Boheme... Es todo un honor, viniendo de ti, un premio como ese. Daré cumplida cuenta de él en breve. :)
Jo, al final me vais a hacer saltar las lágrimas entre todos... sniff sniff...
corrida de toros, pelea de gallos, box, full contact, guerra; hay muchas formas de pelar un gato.
Corridas si, corridas no, ese es un tema muy personal de cada uno y de su forma de pensar. Yo soy pro corridas. Pero en cualquier caso no dejo de pensar que en este país de conejos, como tú lo llamas, sólo nprima la políticas o el intento de hacer política. Una pantomima de sociedad en que todo se impone por medio de mando y ordeno.
LadyBoheme, si es que somos más majos… ¿verdad? :D
Machbenak, ya te digo… Yo voto por declarar la guerra Patrimonio de la Humanidad… Es lo que llevamos haciendo desde el principio de los tiempos, ¿no?
Eva, el tema político es más que evidente aunque, como decía, hace años no se elevaron tantas voces cuando Canarias tomó esa determinación (otro tema es que sigan llevándose a cabo, por ejemplo, peleas de gallos, otro espectáculo desagradable). Pero, obviando eso, que en este país se lleva a cabo de una forma tan “nuestra” (sí, el pícaro sí que es un producto verdaderamente español), lo cierto es que en las corridas pienso que el más implicado no tiene voz ni voto.
Habida cuenta que el sufrimiento del animal es más que manifiesto es algo que habría que gestionar de algún modo. Las prohibiciones nunca me parecieron buenas, pero parece ser que no tenemos otra forma de funcionar a día de hoy que esa.
De cualquier modo, y ya hablando desde el lado personal, no creo que ningún fin pueda justificar el sufrimiento gratuito de un ser vivo.
Saludos.
Buenas tardes, caballerete. Cuánto tiempo.
A absolutely agree contigo.
Hoy hablamos de literatura en mi chiringo. Me interesa enormemente, como siempre, su opinión. Le dejo el link, por si se anima:
http://elporquedeunamosca.blogspot.com/2010/08/cuentos-chinos.html
Abrazos varios
Sí, sí que hace tiempo, señor mío. Aunque realmente no es tanto porque imagino que usted, al igual que yo, en la medida de lo posible, va siguiendo el devenir de estas "páginas" mías tal y como yo hago con las suyas. Otra cosa muy distinta es poder sentarse tranquilamente a opinar.
Ya pasé por su entrada, como pudo observar. Esta vez con tiempo, jejeje.
Un saludote.
A ver si ahora no ocurre como en Cuba: cada vez que algo se prohibe, se hace ilegal.
Hace años, montones de años que están prohibidas las peleas de gallos, sin embargo, en cualquier campo cubano, hay un rincón donde la gente va a la matanza y apuesta. Dicen que hasta dirigentes del país hay en ese asunto. ahora también se han puesto de moda la de perros...¿cuál será la próxima?
Levanto la mano junto a la tuya
AD.
Ade, ese es uno de los grandes peligros de las prohibiciones: que lo prohibido se torna en ilegal pero, desde la sombra, sigue más vivo que nunca. Es más, puede incluso despertar el "morbo" de saltarse las reglas y revitalizar algo que, como el mundo taurino, está bastante más "muerto" de lo que el sector defiende (lo que no quita que, para algunos, esté más "vivo" de lo que desearíamos).
Habrá que seguir alzando la voz y las manos por aquellos que no pueden hacerlo.
Un abrazo.
Publicar un comentario