viernes, 29 de mayo de 2009

Cantares

Días atrás, tras descubrir el blog de Lammermoor, De libro en libro, aproveché para ir leyendo diversas entradas, y hubo un par de ellas en particular que atraparon de forma inmediata mi atención. Referidas a las lecturas de la infancia, llevaban por título Calle Melancolía y Continuamos en la Calle Melancolía, en alusión a la canción de Joaquín Sabina. Este hallazgo coincidió en el tiempo con la publicación por mi parte de una entrada referente a los memorables comienzos de algunas novelas. Pues bien, por una curiosa asociación de ideas, uní el Macondo de Cien años de soledad con Sabina, recordé la letra de Peces de ciudad, canción que escribiera éste para Ana Belén y que luego versionase él mismo cambiando en la letra Macondo por Comala (la ciudad del Pedro Páramo, de Juan Rulfo), y que dice así:



Se trata de una de las canciones que más me gusta de Sabina, y escuchándola se me ocurrió una idea para esta entrada: la presencia de referencias literarias en las canciones. En múltiples ocasiones música y literatura van de la mano, siendo aquella permanentemente deudora de ésta, especialmente en el caso de la poesía.

Me vienen a la cabeza, por ejemplo, las versiones musicalizadas de la obra de diversos poetas en los discos de Paco Ibáñez, como los dedicados en exclusiva a Pablo Neruda y José A. Goytisolo, o a poetas andaluces como Becquer, Lorca, Cernuda, Alberti o Antonio Machado, entre otros. Joan Manuel Serrat también hizo lo propio con poesías de los dos últimos, así como de Miguel Hernández (musicalizadas por Alberto Cortez), Benedetti, como vimos hace unos días por la triste noticia de su muerte, y de León Felipe, autor del que nos habló no hace mucho Nerea en su blog.

Por otro lado, Borges se hizo bulerías en la voz de José Domínguez, El Cabrero, que canta con voz templada el soneto La lluvia.
Esta lluvia que ciega los cristales
alegrará en perdidos arrabales
las negras uvas de una parra en cierto
patio que ya no existe. La mojada
tarde me trae la voz, la voz deseada,
de mi padre que vuelve y que no ha muerto.
No es ésta la única vinculación existente entre poesía y flamenco. Uno de los discos con más embrujo que he oído nunca es el Omega de Enrique Morente junto a Lagartija Nick; rock y flamenco, Lorca y canciones de Leonard Cohen se unen en un todo hipnótico y aterrador, como nos demuestra la interpretación de La Aurora de Nueva York.

Loquillo y Luis Eduardo Aute también ofrecieron su visión particular del poema lorquiano, al igual hicieron Los Suaves, grupo de rock gallego, con las Palabras para Julia de Goytisolo y la música de Paco Ibáñez.

Si nos adentramos en el mundillo del rock se multiplican las referencias veladas a la literatura, no tan literales como en los casos mencionados anteriormente. Dentro de la producción nacional tenemos a Héroes del Silencio, con una Sirena Varada en la realidad, tan ávida de sueños como la de Alejandro Casona, que vivieron sus días de gloria bajo la máxima el camino del exceso nos dirige hacia la torre de la sabiduría, de William Blake, interpretando canciones pobladas de fragmentos provenientes de la mente de poetas malditos.

Pero si un hay un poeta que realmente podemos calificar como maldito es Edgar Allan Poe. Su Annabel Lee inspiró a Radio Futura una de las canciones más recordadas de los años 80, y sin necesidad de remontarnos tanto tiempo atrás, podemos acercarnos a Lou Reed, que dedicó un disco completo a Poe, The Raven. Otro tanto ocurrió con un clásico de la literatura fantástica, la trilogía de Gormenghast, de Mervyn Peake, con el disco de rock sinfónico Titus Groan, y qué decir de Sting, seguidor confeso de los libros de Peake, que llegó a dar a su hija el nombre de uno de los personajes, Fuchsia.

Tal vez sea por mi vena tolkiendili, pero lo cierto es que de pocas obras literarias conozco tantas versiones y referencias musicales como de la de J.R.R. Tolkien. Tantas que darían para una entrada monográfica, pero de entre las cuales me gustaría destacar dos. La primera de ellas, la recreación de la Batalla de los Campos de Pelennor que llevó a cabo Led Zeppelin en The battle of Evermore, y la segunda, el disco Nightfall in Middle Earth, de los teutones Blind Guardian, dedicado completamente a los acontecimientos narrados en El Silmarillion. También cuentan en su haber canciones sobre El Señor de los Anillos, Otherland (una obra de ciencia ficción de Tad Williams) o el libro de los libros: La Biblia. No son los únicos; la banda británica Iron Maiden, con su Number of the Beast (las sagradas escrituras, una vez más), Lord of the Flies (William Golding), la tumba de Lovecraft, que aparece en la portada del disco en directo Live After Death, el título Seventh son of a seventh son (la saga de Alvin Maker, de Orson Scott Card, el autor del conocido El juego de ender y de Esperanza del venado) o una extensa Rime of the Ancient Mariner basada en La canción del viejo marinero, de Samuel Taylor Coleridge, son prueba de ello.

Sin duda existen muchos más ejemplos de los que cito, pero ya ha quedado suficientemente espesa la entrada con tanto nombre y referencia, y precisamente aquí entráis vosotros en juego. ¿Qué otras referencias literarias encontráis en la música? ¿Y al contrario? ¿Qué canción, disco o intérprete os incitó a escuchar una frase de un libro, un poema, un simple nombre?

6 comentarios:

lammermoor dijo...

Pensaba comentar el domingo por la noche, pero veo que te quejas del poco éxito. De eso nada, la leí ayer, pero como Isi, no conozco muchas de las canciones.
En mi rincón musical aparecieron algunas canciones que están basadas en poemas; algunas de ellas, o sus cantantes los mencionas. RAdio Futura con Anabbel Lee (con ella nació este rincón); Paco Ibañez con Palabras para Julia, de Goitisolo; Serrat como homenaje a Benedetti, Andaluces de Jaén (Miguel Hernández).
Si que existen muchas letras de canciones con referencias literarias. Reconozco que no era muy consciente de ello hasta que me embarqué en esta aventura literio-musical.
Y ahora si que te dejo, o cuando llegue a O. se estropeó el día.
(P.D: me encanta ser "musa". A cambio tu has sido mi "muso" para la próxima entrada, además de la del cine "melancolía")

Homo libris dijo...

Bueno, no me quejaba en sí, sólo me resultó llamativo que no suscitara ningún comentario a corto plazo (me tenéis mal acostumbrado, eso está claro, jejeje).

Me alegra que conozcas muchas de las canciones; espero, por otro lado, haberte descubierto otras que, tras escucharlas, te resulten llamativas, hermosas o, al menos, curiosas. Obviamente yo desconozco muchas más, y las aquí mencionadas son únicamente un pequeño conjunto de las existentes. Por ello, espero que me descubráis algunas otras.

En cuanto a la inspiración, veré con qué me sorprendes en la próxima entrada ;)

Saludos, y buen fin de semana.

Anónimo dijo...

Yo, como Lammermoor, leí la entrada y me puse a pensar...no estaba tan fácil contestar así a la primera...

Jose Emilio Pacheco tiene un libro llamado "Las Batallas en el Desierto"; el grupo Café Tacuba hizo una canción llamada Las Batallas, basada en el libro. La canción la puedes escuchar aquí: (http://www.youtube.com/watch?v=2gDuPMUBAPY)

Otra: la canción de Penélope, de Serrat. Esta hace referencia a la Illiada.

Homo libris dijo...

Gracias por la recomendación, Bibliobulímica. Voy a echar un vistazo a ese vídeo de Youtube en cuanto tenga oportunidad.

¡Y por cierto, muy buena la referencia a Penélope de Serrat!

Saludos.

lammermoor dijo...

Hola, de nuevo. No se si encaja aquí pero tengo otro Duo: El libro de Javier Moro "Senderos de libertad", sobre el aseninato de Chico Mendez; Maná tiene una canción "Cuando los ángeles lloran" precisamente dedicada a Chico Méndez. Precisamente esta asociación (tendría que enrollarme más aún de lo habitual) fue el germen de lo que luego sería el rincón musical.
Otra cosilla: volvía de trabajar escuchando un disco de Sabina y aunque el rap no me gusta y la canción esa siempre la salto, me dio por escucharla. Cuanta ironía y cuanta historia concentrada en la letra de esa canción.
En ocasiones, al escribir me viene a la cabeza una canción. Recuerdo un artículo que escribí hace un par de años, sobre las transformaciones que se producen en nuestros pueblos (más en concreto en el que trabajo) y como no nos damos cuenta porque los vamos absorbiendo casi al mismo tiempo que se producen. Cada vez que pensaba en el artículo, me venía a la mente una canción de Presuntos Implicados; terminé dandole ese título al artículo.
(Se me fue la mano; me alejé por completo del tema de tu entrada)

Homo libris dijo...

Lammermoor, la música como fuente de inspiración no tiene precio. El caso que nos comentas (que es perfectamente válido en cuanto al tema de la entrada), fue incluso el que te inspiró para la sección de El rincón musical, que tan personal hace tu blog.

Por todo esto, no creo que te hayas "salido por la tangente" en cuanto a lo que hemos venido hablando por aquí. Es más, considero que estas ramificaciones de la conversación, que surgen a partir de los comentarios a una entrada en cualquier blog, enriquecen muchísimo aquello que podemos aprender de los demás.

¡Nos leemos!