jueves, 8 de octubre de 2009

El naturalista

En los últimos meses he venido incrementando de forma notable, a la par que inconsciente, la lectura de ensayos y otras de no-ficción, que no he traído al blog para evitar la saturación a que podía llegar por estas obras. Aunque ya lo hemos mencionado en alguna ocasión por aquí, y un buen ensayo puede ser tanto o más ameno que cualquier novela, relato, poema u obra teatral, lo cierto es que no quería que aquellos coparan un porcentaje notable de las entradas del blog, máxime cuando muchos de ellos están relacionados fundamentalmente con aspectos de la biología que constituyen una de mis particulares y más profundas pasiones. Si hoy traigo a la bitácora este libro no es porque esté ansioso por comenzar una nueva andadura, sino porque me ha encantado sobremanera y creo que puede disfrutarse independientemente de las filias y fobias de cada cual.

Se trata de una obra autobiográfica, y si os digo que el autor tiene en su haber 27 doctorados honorarios, la concesión más alta en ciencias de los EE. UU. (la Medalla Nacional de la Ciencia), dos premios Pulitzer en literatura, e incluso el Premio Crafoord (concedido por la Academia Sueca a científicos destacados en aquellas áreas que no son cubiertas por el Premio Nobel), una de las posibles reacciones es que penséis que estamos ante un sesudo investigador de trato imposible. Nada más lejos de la realidad. En efecto, Edward O. Wilson -pues de este entomólogo es de quien hablaba- no puede ser más que un apasionado de su trabajo. Nadie consigue tanto reconocimiento por desempeñar una labor que no sea de su agrado (es más, me arriesgaría a afirmar “que no ame con todas sus fuerzas”), y si una palabra puede definir el vínculo de Wilson con la biología es precisamente “pasión”. Comprobad, si no, su rostro de felicidad cuando aparece rodeado por sus hormigas (es una eminencia mundial en mirmecología).

Volviendo al libro en cuestión, se trata de El Naturalista, en el que realiza un recorrido a lo largo de toda su vida, desde que sus padres le dejaran tras la ruptura de su matrimonio en Playa Paraíso, un pueblecito perdido de la costa oeste de Florida, donde descubrió la magia de los ecosistemas acuáticos y sufriría, de paso, un accidente que determinaría la rama de la zoología a la que dedicaría sus esfuerzos; durante la captura de un Lagodon romboides, un pez con agudas espinas dorsales, sufriría un percance por el cual una de esas espinas se le clavaría en el ojo, produciéndole una importante pérdida de visión. Por esto, centraría su atención en el estudio de los animales más pequeños, los insectos, ya que el rápido vuelo de las aves o la necesidad de una aguda visión para descubrir otras especies harían que estas actividades quedaran excluidas de aquellas que prefería el joven Edward. Tras el paso por la academia militar en la que sería ingresado, determinaría seguir su vocación por el estudio de la naturaleza con todas sus fuerzas. Sería arduo relatar aquí todos los obstáculos que tuvo que afrontar (simultanear los estudios de Bachiller con todo tipo de trabajos, la falta de una beca para poder iniciar los universitarios, el comienzo de la Guerra Mundial…), pero sus esfuerzos obtuvieron recompensa, y pudo seguir estudiando a sus hormigas, en las que se estaba convirtiendo en un verdadero especialista.

Pasado el tiempo, y gracias a productivas colaboraciones con otros científicos e intelectuales de renombre (Noam Chomsky, Robert MacArthur o Bert Hölldobler, entre otros) y a enfrentamientos con otros, como con J.D. Watson, el codescubridor de la estructura del ADN, Wilson siguió los derroteros del estudio de la biología de poblaciones y la biogeografía frente a la corriente en boga en los años cincuenta y sesenta de la biología molecular. Este camino le llevó a definir, tras conocer los progresos que estaba viviendo la etología de mano de científicos europeos como el archiconocido Konrad Lorenz, el ámbito de la sociobiología, donde se perfilaría el conocimiento de las conductas sociales de los animales (e incluso el hombre) a través del estudio del comportamiento individual, de los aportes de la selección natural y de las conductas altruistas.

Además de todo esto, algunas de las palabras que están en boca de todos hoy día fueron acuñadas por este creador de neologismos: términos como biodiversidad (poblaciones de organismos y especies distintas, a la par que las interacciones entre ellas y su propio entorno) o biofilia (la pasión por lo vivo y por la vida, que nos acerca a la naturaleza aun a pesar de estar destruyéndola y de querer obviar que la necesitamos para seguir sobre la Tierra) son suyos. Tal y como escribiera el 1992, "la biodiversidad es una de las riquezas más grandes del planeta, y no obstante la menos reconocida como tal".

Como veis, una vida apasionante volcada en la pasión por el estudio y la defensa de nuestro entorno natural, que es capaz de ilusionar a cualquiera. Si ya conocía y admiraba a Wilson con anterioridad, tras constatar su sencillez y genialidad a través del ejercicio de autorreflexión y autocrítica que constituye El Naturalista, no puedo más que elevarlo a la categoría de referente ineludible. De ahí que dijera que, de mayor, quiero ser como él.

¡Ah! No os perdáis cómo disfruta Trotty (mi querido cobayo Trotalomas) con la lectura de Edward O. Wilson. ¡Si es que la ciencia es divertidísima, a la par que necesaria!

Os dejo algunos enlaces con entrevistas a Wilson, que me parecen de lo más interesantes. Espero que las disfrutéis.
¡Feliz lectura!

17 comentarios:

@scen dijo...

Sé que eres un gran apasionado de la naturaleza y los animales (he "oido" por ahí, que podría ser que, en alguna vida futura, te reencarnaras en un hermoso lobo gris) y por eso creo que hablas tan apasionadamente de este libro. Las biografías no son mi fuerte, salvo que sean noveladas o de un personaje por el que sienta un gran interés.
Me alegro de que te haya gustado tanto como tu escrito deja traslucir, pero yo de momento... lo dejo en la recámara.
Besos.

Isi dijo...

Trotty me mola!!

Parece una biografía muy interesante, y más cuando nunca me hubiera yo parado a pensar en quién inventaría la palabra biodiversidad, por ejemplo.

Bueno, y lo de las hormigas me recuerda a un libro que he leído titulado "las hormigas" (original, eh?) de Bernard Werber, en la que nos explica un poco cómo están su jerearquía estructurada y un poco de su biología. Pero es una novela y tiene sorpresa, claro está.
Tiene otro libro (que no he leído), "El día de las hormigas" que creo que es una continuación.

Isi dijo...

Ay me confundí, creo que es Bernard Weber

Homo libris dijo...

Ascen, en efecto, el libro me ha encantado por mi propia inclinación hacia el tema, pero os aseguro que independientemente de ello es un libro de lo más entretenido. En cualquier caso, si no te llama la atención en género resulta natural que lo dejes aparcado de momento. En cualquier caso, ya os digo que el libro es la semblanza de un verdadero luchador (que se atreve incluso a mostrar sus debilidades y reconocer cualquier mérito ajeno; ya os digo que Wilson es todo un prohombre :D).

Isi, lo es, lo es, muy interesante de veras. Wilson fue realmente co-inventor de la palabra biodiversidad (y uno de sus mayores divulgadores), pero sí es que es exclusiva suya la de la "biofilia".

En cuanto a la novela de Weber, es muy curiosa, ¿verdad? Yo la leí hace un par de años, y sí que resulta interesante por cómo introduce al lector en el mundo de las hormigas, aunque tenga una historia paralela con su componente misterioso :) Yo tampoco leí El día de las hormigas, por lo que no sé si se tratará de su continuación, pero habrá que tenerlo en cuenta ;)

Ah, y Trotty es un crack, ¿verdad?

Isi dijo...

Debemos de ser de los pocos frikis que hemos leído algo así :))
Original es, y mucho, desde luego. Ya le preguntaré a mi padrenrollao a ver si es la continuación, que él se leyó las dos (otro friki).

Trotty es súper guay, sí :))

Homo libris dijo...

Isi, creo que no somos tan frikis (o tan únicos, más bien). Saco de la Wikipedia que

"Las obras de Bernard Werber se han traducido a treinta y cinco idiomas. Con 15 millones de ejemplares vendidos en el mundo, Bernard Werber es uno de los autores franceses contemporáneos más vendidos del mundo, junto con Marc Lévy. Así mismo, se le considera una estrella en Corea del Sur."

:S

Jejeje, lo que sí parece es que esa segunda novela es continuación de Las hormigas, aunque por ahí he leído que algo más floja. Y, encima, hay una tercera parte. Pues nada, habrá que pensárselo :)

Saludotes.

Raúl Ciriza dijo...

No sé por qué te planteas que el blog se pueda sobresaturar si introduces ensayos y obras que no sean de ficción. Este tipo de entradas suelen ser mucho más ilustrativas que las dedicadas a la literatura.

Yo, por ejemplo, seguro que nunca me leo este libro -mis gustos extraños van por otros derroteros ;-)- pero gracias a tu entrada he sabido de él. Así ya sé quién inventó aquello de la biodiversidad...

Iraya Martín dijo...

Voy a dejar escapar mi expresión más vulgar canaria para decir "agüita er nota viste?" xDDDD

Vaya genio de hombre y qué vida más completa. Admiro mucho a este tipo de personas, sus cabezas están definitivamente hechas de otra pasta y se agradece que lo empleen en favor de los demás y no en beneficio propio.

Desde luego no es, ni será, una de mis lecturas pero yo saco mucho provecho de estos posts. Lleno mi cabeza de datos y conocimientos que de otra manera no aprendería.

lammermoor dijo...

Me vas a perdonar pero al leer tu entrada me vino a la cabeza la película ANTZ.
Ahora en serio; me parece un libro bastante interesante e incluso un posible regalo. Ya comprobé que en una de las bibliotecas mpls. de Oviedo lo tienen.
Respecto a lo de no saturar con ensayos y libros no-literarios, estoy de acuerdo con Zeberio Zato y Elwen. Particularmente espero a que leas y nos hables sobre los neandertales que cantaban rap.
Buen fin de semana LARGOOOOOO.

P.D: observo que Trotty es otro amante de los libros.

loquemeahorro dijo...

Poco tiempo para comentar. Resumo
- entrada escrita con pasión, así da gusto.
- Qué vida más increíble, has despertado mi interés.
- ¿cómo que los padres le dejaron? así literalmente??
- ¿has visto la peli "Ángeles e Insectos?

Homo libris dijo...

Zeberio, más que la saturación en sí misma es que no pretendía que el blog llegase a convertirse en un monotemático de ensayística y, en particular, de biología. Es más, el intentar no impregnarlo en demasía de ello me ha llevado a recuperar un antiguo blog a tal fin, precisamente el que enlazaba más arriba.

En cualquier caso, entre tú y Elwen, creo que me convencéis. Ambos me decís que no os habríais acercado al libro por otros medios, y que posiblemente no lo leáis (es lógico, yo tampoco me acercaría a otros, dada la infinitud de lecturas que tenemos por delante, y que no hay tiempo ni para las que nos son más afines), por lo que considero que no es tan malo que el blog recoja libros así. Ahora bien, os pido que me deis un toque de atención si me vuelvo excesivamente pesado con ellos, jeje.

Siguiendo con la entrada, y con el comentario de Elwen, lo cierto es que Wilson ha vivido hasta la fecha unos 80 años realmente plenos, de entrega a la ciencia y a la humanidad. Este tipo de personas son las que me hacen guardar un poquito de esperanza en la Humanidad.

Lammermoor, te voy a perdonar porque en los últimos días estoy recuperando los viejos recuerdos de “Sim Ant” (un videojuego de estrategia de Maxis, la compañía que hoy día se conoce casi en exclusiva por su serie “Los Sims”. Por curiosidad, ¿sabíais que Maxis es un bifronte de “Six A.M.”, las seis de la madrugada, que es la hora en que nació su fundador?), y planteándome programar un sistema de inteligencia artificial, una especie de Juego de la Vida de Conway avanzado, con la posibilidad de “diseñar” especies y estudiar su evolución e interacción entre ellas y su entorno. :D

Bueno ,que me voy por las ramas, el libro es de lo más ameno e interesante, en cierto modo como aquel del que os hablaba tiempo atrás, y creo que te gustará. Al de Los neandertales… le tengo ganas desde hace tiempo, aunque ahora se me acaban de colar uno de Dawkins y otro de Marvin Harris, que me “llamaron” justo cuando devolvía ayer a la biblioteca el de Miguel Delibes. Eso sí, tengo que ponerme con Las puertas de Anubis, que por mor de dejarlo para leerlo con tranquilidad veo que se me va a meter en periodo de ocupación intensiva 

Loquemeahorro, ¿tú también tienes las entregas típicas del viernes a última hora, justo antes de un puente, que dices que si hasta el martes no lo van a probar, a qué tanta prisa? Yo he tenido una así, de modo que he almorzado a las 5 de la tarde. En fin, a lo que vamos. Muchas gracias por el elogio, espero que te anime a leer sobre Wilson (o a él mismo, por ejemplo en las entrevistas que enlazo). Tal vez me expresé mal con lo de los padres. Le dejaron, sí ,pero al cuidado de una señora. Tiempo después (al salir de la academia militar) fue a vivir con su padre, que era una persona inquieta que le llevó de estado en estado, cambiando de hogar cada poco tiempo. Con esa vida tan azarosa, y el poco cuidado que tuvieron con él, lo increíble es que fuera tan disciplinado. Eso sí, le dejó la suficiente libertad para estar todo el día por ahí perdido, en el campo, con sus particulares investigaciones. La peli no la he visto, voy a buscar información sobre ella y, muy posiblemente, a verla :D ¡Gracias por la recomendación!

A todos, muy buen fin de semana. Andaré por Granada de puente, así que me conectaré poco. A ver si en algún hueco, o el lunes, me pongo al día con cuanto escribáis en vuestros blogs.

Abrazos.

El Guisante Verde Project dijo...

Seguro que voy tarde, pero es que ando como las locas (soy Roberto, así que hazte a la idea)... este finde tenemos gente de Madrid, Barcelona y... bautizo!!, una cosa por día, así de sopetón.

Bueno, a lo que iba. Este hombre es, efectivamente una eminencia, aunque su reconocimiento por la generalidad del público no sea algo cierto. Nunca sabemos hasta que punto un hecho fortuito nos determina el destino; en su caso el accidente. La ciencia ganó, y de paso todos, un gran hombre y un magnífico científico, lo que sucede es que las hormigas no tienen mucho "glamour".
Si a eso le añadimos el que, si tuvieran el tamaño de un pastor alemán, la especie humana hace largo tiempo que estaría extinta...
En fin, el caso es que por una cosa u otra científicos así pasan, demasiado a menudo, desapercibidos.
Y así nos va.

Feliz puente, acueducto u construcción semejante!!
(ayy, estoy fatal :-D)

@scen dijo...

A Marc Lévy sí que le he leído. :)

Eva dijo...

Pues yo no eniendo porque no pones tus opiniones o reseñas de todo lo que lees, si piensas un poco a los que nos gusta la novela quizás, tras leer tus artículos nos animaríamos a leer algo diferente.
Anímate.

Homo libris dijo...

Roberto, nunca es tarde si la dicha es buena, ¿no crees? Vaya fin de semana más movidito que habréis tenido, eso sí, por lo que leo. ¡Ánimo! A estas horas ya habrá terminado, y seguro que el balance es positivo: lo habréis pasado genial.

En efecto, Wilson es poco conocido por el público en general, y es que si sumamos su faceta científica a la dedicación plena a al entomología (unos animales a los que la gente no les tiene especial estima, aunque son fascinantes), y es que en general solemos reconocer antes a un divulgador (Rodríguez de la Fuente, David Attenborough…) que aun científico (aunque aquellos también puedan dedicarse a la investigación, la “complementan” con esa faceta mediática, por otro lado tan necesaria para la concienciación de la ciudadanía).
Sobre las hormigas-perro, algún día entraré en el tema de la supremacía de los insectos, un tema de lo más interesante, como tú mismo avanzas.

Ascen, ¿eres otra seguidora pues de su trilogía de Las hormigas?

Eva, intento traer al blog algunas de los libros que me parecen más interesantes (recomendables y en alguna contada ocasión impresentables) de los que me encuentro. Ahora por ejemplo he tenido que disminuir el ritmo de lectura, y no tengo reparo en incluir lo que voy leyendo, pero por ejemplo en verano dispuse de algo de más tiempo, y bueno, no quería traer casi, casi, un libro al día al blog, por lo que precisamente por ese motivo (y porque no quería que todo fuesen ensayos) he ido seleccionando algunos que me han parecido más destacados.

Saludos.

loquemeahorro dijo...

", ¿tú también tienes las entregas típicas del viernes a última hora, justo antes de un puente, que dices que si hasta el martes no lo van a probar, a qué tanta prisa?"

Hombreeeeee, por supuesto!!! Es la sal del trabajo, junto a preparar cosas que son muy urgentes y al final no se utilizan, y otras cosas que seguro conoces.

De todas maneras, en general ando con menos tiempo para bloguear.

La peli es un pelín estrambótica, pero es curiosa y bastante original.

Homo libris dijo...

Uy, ¿tú también haces cosas que luego no se usan, pero son urgentísimas y tienen que estar para ayer? El mundo del desarrollo de software y sus oscuros designios, sin duda :)

A mí me ocurre lo mismo, ando con menos tiempo para bloguear, entre eso, la carrera y demás, pero no es que vaya a dejar de hacerlo durante un tiempo, sino que durante una larga temporada tendré que espaciar las entradas :)

Saludos.