martes, 9 de marzo de 2010

Deuda externa, deuda eterna

¿Quién debe a quién?, el libro de los profesores Alier y Oliveres, analiza el estado de la deuda externa contraída por los países en vías de desarrollo con los de un primer mundo que aprovecha el control que ejerce sobre los organismos supragubernamentales encargados del control del endeudamiento para imponer sus condiciones sobre aquellos. El libro, aunque fue editado hace unos años, ha sido incluido dentro de la colección de libros sobre política, sociología y medio ambiente que está apareciendo con la edición de los sábados de un diario de tirada nacional y que resulta, a mi parecer, de lo más interesante.

Este pequeño libro, de apenas 120 páginas, nos invita a reflexionar sobre la deuda externa de los países del Tercer Mundo y las implicaciones que tiene esta sobre la calidad de vida de sus ciudadanos. ¿Hasta qué punto “nos deben” dinero estos países? ¿En qué consiste la deuda externa? ¿Cuánto suponen realmente las ayudas al desarrollo? ¿Está más que saldada por la deuda histórica, social y ecológica? ¿Y simplemente por el pago de intereses acumulados?

Arcadi Oliveres, economista y, ante todo, conocido activista por la paz y justicia social, introduce el libro con una reflexión sobre el endeudamiento de los países pobres y el modo en que se ha ido gestando y creciendo hasta llegar a una situación realmente insostenible, de la que resulta imposible salir al ir creciendo la deuda año tras año al verse privados de los recursos naturales y económicos que tienen como única vía de desarrollo.

A continuación, Joan Martínez Alier, catedrático de Economía e Historia Económica en la Universidad Autónoma de Barcelona, reflexiona sobre las consecuencias sociales del endeudamiento, el empobrecimiento sistemático de los pueblos y la aparición de un “ecologismo de los pobres” que, sin saberse "ecologistas", les hace reivindicar su modo de vida tradicional, la relación vital y necesaria hombre-naturaleza y el desarrollo armónico y sostenible con el medio. Es a este "ecologismo de los pobres" al que el autor dedica su último libro publicado (esta vez en solitario), y que resulta del máximo interés ya que, a mi parecer, no son únicamente los ciudadanos pertenecientes a estos países en vías de desarrollo, sino muchos otros, los que son "ecologistas" sin ser conscientes de ello.

En la tercera parte del libro se lleva a cabo un juicio social sobre la situación, inculpando a los países del primer mundo y, en especial, a los Estados Unidos, al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional, así como a los gobernantes de los países endeudados (en muchas ocasiones bajo un régimen dictatorial) de llevarles a un callejón sin salida al permitir su endeudamiento y arrebatarles o, simplemente, adquirir a la baja, las mercancías que son capaces de exportar y que se obtienen a través de personas en condiciones laborales precarias, infligiendo daños irreparables al medio ambiente y sobreexplotando recursos no renovables que llevan al país a un mayor empobrecimiento.

En resumen, ¿Quién debe a quién? es un libro interesante, ágil de leer, que nos invita a reflexionar sobre la situación de injusticia en la que vive una inmensa mayoría de los habitantes de este planeta cada vez más pequeño y, posiblemente, peor repartido.


¡Feliz lectura!

5 comentarios:

MJGF dijo...

¿Soy la primera? Me da yoquesé... En fin, al comentario.
Me parece muy interesante el tema que aborda el libro. Siempre me sorprende cómo los países del "primer mundo" han cambiado el imperialismo paternalista-explotador decimonónico por el papel de prestamista de bajos fondos/tienda_de_compro_oro_barato.
Personalmente, creo que condonar la deuda externa, más allá de decisiones minimalistas del G8 y gestos grandilocuentes de los gobiernos, es algo absolutamente necesario y prioritario.
F

El Guisante Verde Project dijo...

Muy buenas!
Creo que la cuestión planteada es fundamental para comprender la responsabilidad que los paises desarrollados tienen en la situación actual del resto del mundo: toda.
A la colonización política, supuestamente solucionada, es decir, gobiernos títeres en muchos casos y marcadamente dictatoriales en otros, ha seguido la colonización económica, que escribe los modelos de producción de los países colonizados en función de las necesidades de los paises colonizadores.
Nunca saldaremos la deuda, porque en la balanza hay millones de vidas humanas perdidas, y eso no puede pagarse.
Solo espero que algún día, la vergüenza que sintamos sea tal que la sociedad exija a nuestros gobiernos que acaben con esta situación de una vez.

Un saludo.

lammermoor dijo...

Hoy Roberto está "peleón" (es broma) pero tiene toda la razón. Otro título más que me apunto y ¡quién sabe! incluso podría ser uno de los títulos del reto (17 caracteres)

P.D: me gusta que nos hables de este tipo de libros.

Anónimo dijo...

el título que has elegido para la entrada lo resume muy bien: la deuda externa será eterna para los países. Es como los préstamos en mi país por parte del banco. El el pueblo hay quien les dicen a estos préstamos "los sidosos" ¿por qué? que porque ahora que lo tienen, no se pueden zafar y se han de morir dcon ellos...triste, muy triste...
los pueblos de mi tierra quedan vacíos de jóvenes varones. Sólo hay mujeres, niños y ancianos pues todos emigran a EUA buscando una vida mejor

Homo libris dijo...

Me autocomento para recomendaros el siguiente vídeo donde Eduardo Galeano habla de temas muy relacionados con la entrada.