miércoles, 10 de junio de 2009

Cifras y letras

Existe, desde el principio de los tiempos, una estrecha relación entre el mundo de las letras y el de las matemáticas, y en particular entre aquellas y la simbología de los números. En numerosos escritos suelen encontrarse referencias a cifras mágicas, con un significado oculto reservado para unos pocos iniciados. Esto es tanto más cierto cuanto más nos acercamos a los escritos de origen místico o religioso, en los que abundan textos que podrían ilustrar claramente lo que afirmo: los doce apóstoles de Jesucristo, los cuarenta día con sus cuarenta noches de diluvio universal, los siete pecados capitales e igual número de brazos de la menorah judía o los cinco pilares del Islam recogidos en el Corán, por poner unos pocos ejemplos. Sin embargo, esta preferencia por los números de significado cabalístico no es exclusiva de los libros sagrados de las religiones, sino que se encuentra con frecuencia en el folclore de los pueblos y en los escritos cultos de toda la Historia.

Por ejemplo, el número tres es uno de los más recurrentes. Podemos encontrarlo en la mitología griega, donde Paris, hijo del rey de Troya, es llamado por Zeus para dirimir quién sería, de entre las diosas Atenea, Hera y Afrodita, la más bella. Paris elegiría a la tercera, Afrodita, diosa del amor, que le otorgaría a cambio el amor por Helena, mujer de Menelao, rey de Esparta, y que traería desastrosas consecuencias por todos conocidas, y narradas para la inmortalidad en la Ilíada de Homero.

También eran tres las hermanas de la fábula que aparece en el cuarto libro de El asno de oro de Apuleyo. Psiches, la más joven y hermosa de todas, comienza a ser adorada como una diosa, por lo que sus coetáneos olvidan el culto a Venus. Ésta, enfadada, ordena a Cupido que la condene a enamorarse del más desgraciado de entre los mortales, pero es salvada in extremis por él, aunque no será la última desgracia de Psiches, que deberá enfrentarse a la envidia de sus hermanas mayores.

En El rey Lear, Shakespeare plantea una situación similar, al obligar el viejo rey a sus tres hijas a que le demuestren su amor. Las dos mayores de deshacen en carantoñas y alabanzas a su padre, pero la tercera no cree que ésta sea la manera de demostrar el inmenso amor que siente hacia su padre, y rehúsa actuar así. El rey Lear, no entendiendo la actitud de su hija, decide desheredarla y someterla a escarnio.

También en El mercader de Venecia, el bardo inmortal -como le llamaría Asimov en un genial relato-, introduce una situación similar, mostrando a la joven Porcia que, a petición de su padre, elegirá por esposo a aquél de entre sus pretendientes que sepa escoger con acierto entre tres cofrecillos, uno de oro, otro de plata y un último de plomo, el que contiene un retrato de la amada. Adivinad, o recordad, cuál es el correcto.

Soy un confeso amante de los cuentos tradicionales, especialmente de los cuentos populares rusos. Algún día debería escribir sobre mi particular pasión por la recopilación de Afanasiev, y las lecturas y relecturas que suscitaron sus libros durante mi infancia. Entre la variada temática de estos cuentos es habitual encontrar a tres hermanas, de las cuales la más inocente es la menor, o tres hermanos el último de los cuales parece ser siempre de cortas entendederas, y que tras sufrir la mofa de los mayores consiguen, gracias a su inteligencia e ingenio, salir victoriosos de cuantos obstáculos les son impuestos. La vaquita parda, Fomá Berénnikov, El adivino o El gato, el gallo y la zorra, son algunos de estos cuentos.

No es el tres el único número habitual de la literatura, aunque sea uno de los más abundantes, y su presencia se produzca acompañada de una particular simbología: el tercero siempre será el menor, el más desvalido, pero sabrá imponerse por encima de quienes intentan oprimirle. El siete también es una cifra bastante significativa y generalmente viene acompañada de la fortuna, aunque todo jardín tiene su ortiga. Siete es el número que ocupa Alvin Maker dentro de la familia de los Miller. Es el séptimo hijo de un séptimo hijo, lo que le concede una serie de poderes mágicos que le llevan a convertirle en un Hacedor, algo que le traerá terribles consecuencias de manos de un implacable enemigo. Como curiosidad, enhebrando el tema con el de la entrada de hace unos días, la banda inglesa Iron Maiden lanzó el disco Seventh Son of a Seventh Son basándose en esta saga de Orson Scott Card, convirtiéndose en uno de los más grandes álbumes conceptuales de todos los tiempos.

El uso de números para transmitir un significado oculto o místico a los textos ha trascendido a todos los géneros literarios, incluso el humorístico. Terry Pratchett, en su libro Ritos iguales, lleva a cabo una inigualable parodia de la saga de Alvin Maker al presentarnos a una joven Eskarina, octava hija de un octavo hijo, que adquiere poderes de bruja y mago a un mismo tiempo. La parodia no ha hecho más que comenzar.

Haciendo un singular y mal chiste: rememorando lecturas en las que los números cobrasen una especial importancia, ¿qué os contáis?

P.S.: Ya que el tres ha sido el número simbólico más referido en la entrada, os dejaba arriba una fotografía de Trotalomas Pissoni (Trotty para los amigos) junto a la madre de Firmin y su segundo esposo, Azufaifo de Indias. Trotty es una cobaya de biblioteca y gran amigo de Obito y Lupi, nuestros gatos lectores.

37 comentarios:

Isi dijo...

Hola
Te voy a decir nada más que me ha encantado tu mascota y la madre de Firmin y su esposo segundo. ¡¡Me encantan los bichejos!! Los peluches le harán mucha compañía a Trotty y, por cierto, el de la derecha es casi igual!
Yo nunca he tenido hámsters ni cobayas ni jerbos ni musarañas ni nada de eso, pero me chiflan! Tampoco he podido trabar amistad alguna con las ratas de prácticas de laboratorio :(

Lo de los números en los cuentos me lo voy a pensar, si no te importa, y lo comentaré cuando me venga algo a la mente, que ahora estoy espesita...

Elwen dijo...

No me suelo parar a mirar en la importancia de los números en lo que leo (y eso que soy de ciencias) pero me has dado que pensar. Lo de Pratchett y el ocho no es solo algo de Ritos Iguales sino un número recurrente en toda la saga. Desde el primero de los libros:

"El fuego rugía en la ciudad dividida de Ankh-Morpork. Al lamer el Distrito de los Magos, las llamas se tornaban azules y verdes, salpicadas incluso con chispas del octavo color, el octarino." (¿Cuál es El Color de la Magia? xD)

Homo libris dijo...

Buenas, Isi y Elwen.

¿A que es mono? A mí también me encantan los roedores, y la verdad es que he tenido la suerte de compartir mis días con unos cuantos ejemplares de diversas especies. Ratas de laboratorio, de momento no, pero cualquier día... ¡ya veréis!

En cuanto a los números, te dejo pensar cuanto quieras :) Por lo pronto, fíjate que Elwen, a pesar de no fijarse demasiado, nos ha traído a colación toda la serie del Mundodisco.

En efecto, el ocho es un número recurrente en la obra de Pratchett, aunque en el caso de Ritos iguales me encantó especialmente por la referencia a la saga de Alvin Maker. Ya lo sabía por tu blog, pero esto me confirma que eres una ferviente seguidora de los libros del siempre genial Terry :)

Elwen dijo...

Jajajaja te sorprendería mucho saber mi opinión sobre los libros de Mundodisco, creo que ni te acercas xDDDD

Homo libris dijo...

Vaya... soy todo oídos, Elwen.

loquemeahorro dijo...

Ante todo, que por fin me he acordado de "enlazarte" (qué cabeza!)
Lo segundo, que el ratón ese sin cabeza me ha dado un poco grimilla. Yo nunca le he comprado uno a mis animalicas, porque me da un poco de asco encontrármelo por ahí, aunque tiene algo que parece un ciempiés peludo, que aparece en mi cama cada 2x3 (6)

Es triste, pero de las referencias que haces, solo me suenan las fábulas y El Mercader de Venecia, que lo vi hace unos meses.

Por cierto, que vista hoy, la historia de los 3 cofres era un poco bastante simplona.

Homo libris dijo...

¡Buenas, Loquemeahorro!

Lo primero que quiero decir es que estoy muy enfadado con Blogger. He escrito un comentario hipermegaextenso y se ha perdido en el Cementerio de los comentarios perdidos (© by Lamermoor), así que ahora seré más breve, por si las moscas.

Antes de cualquier otra cosa, agradecerte el enlace, algo que no es por supuesto obligatorio pero siempre un detalle. Así que muito obrigado.

Aparte de esto, mal rollo me ha dado a mí con el tema del ratón sin cabeza. A menos que hayas confundido el rabo con la cabeza (por tu “qué cabeza” anterior), el ratón de Sleepy Hollow me angustiaría hasta a mí. Por otro lado, he de confesar que los roedores me encantan, y que siempre he tenido animales por casa, para disfrute mío y oposición a santa de mi madre. ¡Ay, si ahora pudiera hacerme con unos hermosísimos Triops cancriformis…!

Por último, respecto a los cuentos, te recomendaría especialmente los cuentos populares rusos, aunque puede ser que peque de nostalgia, y los tenga sobrevalorados :P En cuanto a los tres cofres, en efecto Shakespeare no estuvo ahí del todo fino. Cualquier día de estos traigo al blog a mi amigo Raymond M. Smullyan, con sus cuentos de cofres grabados, caballeros que siempre dicen la verdad y escuderos que siempre mienten, y veréis lo bien que nos lo vamos a pasar :)

Eso sí, me voy a leer cierto cuento que Azote Ortográfico me recomendó de forma apasionada. He estado esperando hasta que concluyese su publicación, porque bastante tengo con maltratara a mi pequeña y sufrida paciencia aguardando cada lanzamiento de Canción de Hielo y Fuego de George R.R. Martin. Creo que, curiosamente, hay un molinero, tres hijos, una herencia, y al pequeño le toca la peor parte… ;)

Nos vemos por tu blog, pues.

¡Saludos!

Anónimo dijo...

Ya decía yo que trotalomas se veía más viva que los otros dos...jajaja...

Los números en los cuentos...interesante entrada. El número 7 está presente en Blancanieves y los siete enanos; o en la película para niños que salió hace poco llamada "los seis signos de la Luz" que alude a un niño especial, séptimo hijo nacido de un un padre que a su vez fue también el séptimo hijo. Está basada en los libros escritos por Susan Cooper.

Isi: las amistades no se pueden dar si no hay libertad de por medio...jiji

Elwen: espero tu opinión sobre mundodisco yo también...

Loquemeahorro: ¡saludines! ¡mi moño está impecable!

Mithdraugh: ahhh..el cementerio de los comentarios desaparecidos sería un tesoro...tip de Maribel: copiar antes de enviar el comentario, para que si se pierde, no tengas que teclearlo de nuevo. Espero que a azote le gusten los bichejos....sino, todos esos "proyectos" que traen entre manos van a sufrir cuando te hagas de tanto animalito. Que bueno que a los gatitos les gusta la lectura, sino Trotty estaría muy estresada.

¡saludos a todos!
Ale
que llega tarde, pero ¡llegó!

Isi dijo...

Aún no he encontrado referencias numéricas, pero me acabo de acordar de un programa de la TV que veía de peque (Bueno, reconozco que me he bajado algún capítulo hace poco..ejem...) que se titula "EL cuentacuentos", y todos eran "basados en un antiguo cuento popular ruso". Ayyy me encantaba ese programa!!

Elwen dijo...

No acabo de salir de un fregado y me estoy metiendo de cabeza en otro jajaja

Espero encontrar tiempo el fin de semana para dar merecida respuesta a los de Mundodisco. Tengo examen mañana y no debería estar aquí sentada :P

Homo libris dijo...

Jejeje, eso te pasa por pulsar la tecla :P

Pues venga, a estudiar se ha dicho. No quiero ver tu dirección IP en el blog en lo que resta de día :)

¡Suerte con ese examen!

Carmina dijo...

uys los numeros y el misticismo en los libros.... casi todos los autores lo utilizan en alguna obra, ahora por lo visto estan de moda los numeros primos... con la soledad de los numeros primos y el asesino de los numeros primos entre otros. En cuanto a literatura para jovenes la cabalistica entra en accion con una serie llamada arcanus, son doce libros, como doce son los jovenes que tienen que salvar el universo... el numero siete era la obsersion de la protagonista de la muerte lenta de Luciana B y eso sin torturar mucho a mi cabeza, en cuanto a las ratitas.... realmente monas, pero la de la derecha parece un poco deformada... me quedo con tu trotalomas...

Ascen dijo...

Mithdraug: ¡Tu madre es una santa!. A buena hora iba a tener yo roedores por mi casa.

¡Ay! Las madres no están nunca bastante valoradas.

En cuanto a libros y números, sólo decir que "el ocho" no me gustó nada, pero sí me gustaron mucho la dama número trece y el cuento número trece.

El trece es mágico.Es un número especial, como casi todos los números primos.

Yo soy una verdadera enamorada de los números primos. Tienen un "no se qué" que les hace especiales (dejando aparte sus características matemáticas de divisibilidad.

Un saludo a todos

lammermoor dijo...

No se por donde empezar; si por los números o por los roedores. Comenzaré con estos últimos: a los únicos ratones que miré con un cierto cariño fueron a Gumersinda, una rata de laboratorio que trajo a casa uno de mis hermanos una vez, y que tuvo ratoninos casi nada más llegar.
Tras la recuperación de su parto, mi hermano tuvo que buscarles acomodo a Gumersinda y su prole en otro lugar, so pena de tener que buscárselo para si mismo.
Tiempo después, en una casa que alquilabamos en O. para veranear teníamos a Juanito -un ratón de campo- que se paseaba por la cocina con gran horror de mi madre.

Respecto a las cifras y letras; al leer tu entrada me vinieron a la cabeza dos de las "Leyendas de la Alhambra" de W. Irving. Como no tengo el libro a mano no puedo deciros el título pero mi gen "asocialibros" fue directo a ellas.
También me viene a la mente Los Crímenes de Oxfor; citáis otro libro del mismo autor.
Por último, en algún blog oí hablar mucho de la saga de Discolibro y de Terry Pratchett así que Elwen también yo espero con ansia tus apreciaciones.

P.D: me ha encantado lo del copyright. Tranquilos, no impondré ningún tipo de canon

Azote ortográfico dijo...

La abnegada madre de Homo Libris (sí, él también tiene madre, jeje), hace ya unos cuantos lustros, por no decir décadas, permitía que el susodicho tuviera cientos de cobayas como la que ilustra el post. Ahora el pobre Trotty vive en relativa soledad pues, además de la compañía de sus inertes congéneres de la foto, tiene como vecinos a dos hámster rusos y a dos gatos que ya conocéis (Obi y Lupi); éstos últimos, por si fuera poco, tienen por costumbre acostarse en lo que podríamos llamar "tejado" de su morada.

Por lo que respecta al verdadero meollo del post, los números, creo que hay una obra que no podríamos olvidar en ningún caso, en referencia a este aspecto. Se trata de ألف ليلة وليلة, o lo que es lo mismo, Las Mil y Una Noches, donde los números son mucho más que un título.

Saludos.

Azote ortográfico dijo...

Y como soy el Azote, me toca flagelarme por no haber puesto el plural de "hámster", que es "hámsteres". Eso me pasa por estar en misa y repicando.

Más saludos.

Isi dijo...

Sólo diré que el Azote me ha dejado a cuadros corrigiéndose a sí misma...

Y sigo pensando en los números... (más que nada porque estoy estudiando problemas de genética: en mi libro vienen muchíiiiiisimos números)

Carmina dijo...

Isi dale a tu temario y ya pensaras ejemplos que hay a montones, solo que a veces cuando leemos no somos conscientes de ello...

Homo libris dijo...

¡Se me acumulan los comentarios!

Ale, si lo peor es que lo había copiado al procesador de textos, pero en tanto daba a enviar comentario, me puse a hablar con Azote, a copiar el cuento de El gato con botas de Loquemeahorro a para convertirlo a FB2 y leerlo en el Papyre (sibarita que se está volviendo uno), y cuando vi el error era demasiado tarde: había usado el mismo documento para todo, y lo había cerrado durante la conversión, perdiendo el comentario. En fin, cosas de la vida. No bastando con la pérdida de comentarios, encima veo que por leerlos en el correo, se me han encadenado unas respuestas con otras, vi la de Elwen pero se me habían pasado dos comentarios. Así que paso a por ellos.

Lo de los cuentos infantiles, Ale, con Blancanieves y los siete enanitos, o los tres cerditos, o los siete cabritillos y el lobo, da mucho juego también. De hecho, algún día me gustaría dedicar una entrada precisamente a estos cuentos (aunque sin deconstruirlos como la posmodernista de Loquemeahorro :D).

En cuanto a Trotty, se lleva bien (bueno, dejémoslo en que se lleva) con los gatos. Cada uno hace su vida sin importunar a los otros, como buenos vecinos.

Isi, aunque no hayas encontrado esas referencias numéricas, el recuerdo de los programas de TV infantiles en torno a los libros es otro tema que quería recoger algún día en el blog. ¿Recordáis Un cesto lleno de libros, o soy ya demasiado mayor? Tomo buena nota de El cuentacuentos, que también me gustaba mucho. Recuerdo como si lo hubiera visto ayer el cuento de Juan sin miedo.

Carmina y Ascen, la verdad es que sí, que los números primos tienen un particular encanto, que van más allá de sus propiedades matemáticas. Mi número preferido es el 13 (no en balde nací en ese día), y le sigue el 7. Tanto por mi faceta académica, de ciencias, como por mi gusto parejo por las letras, los números me han llamado siempre la atención. Y hablando de números y libros, ¿habéis leído El hombre que calculaba?. Une literatura y matemáticas, está escrito por un portugués bajo un seudónimo de remembranzas árabes, como la ambientación del libro. ¿Similitudes con Las mil y una noches, que nos recuerda Azote? ¿Y el parecido con Siddhartha, por la ambientación y por la lejanía del propio autor con oriente? Esto me trae a la memoria algunos cuentos de Borges, que precisamente también estaban profundamente influenciados por los cuentos de Sherezade. Me encanta el comienzo de Los dos reyes y los dos laberintos:

"Cuentan los hombres dignos de fe (pero Alá sabe más) que en los primeros días hubo un rey de las islas de Babilonia que congregó a sus arquitectos y magos y les mandó a construir un laberinto tan perplejo y sutil que los varones más prudentes no se aventuraban a entrar, y los que entraban se perdían. Esa obra era un escándalo, porque la confusión y la maravilla son operaciones propias de Dios y no de los hombres."

Estoy comprobando la magnitud que va tomando mi comentario... mejor lo cierro y sigo en otro... :D

Homo libris dijo...

Venga, que sigo.

Lammermoor, me encantan esas historias del ratoncito de campo bautizado, y de la rata de laboratorio con hijitos. Seguro que Isi toma buena nota y se lleva una a casa. Así será posible la amistad que vaticina nuestra Bibliobulímica :) El nombre de Gumersinda me encanta, aunque esperad a que os presentemos a Harpagofito y su señora, Annabel Lee de Nevermore, los dos hámsteres rusos por cuyo plural se corrige (yo también me he quedado muerto, Isi), nuestro Azote. Me alegra que tu copyright no sea tal, sino copyleft. Con tanto canon no sé donde vamos a llegar.

Y volvemos a Oriente, o al menos a la influencia de éste en España. Los cuentos de la Alhambra, tendré que recordar ese par de cuentos. De todas formas, si lo pensamos bien, es lógico que haya tanta influencia entre árabes, literatura y números. Ellos trajeron a occidente una etapa de luz y crecimiento, tras la oscura etapa que sucedió a la caída del Imperio Romano. Eran expertos conocedores de estas artes, los guarismos que han llegado hasta nuestros días los inventaron ellos, y el concepto del cero, aunque procedente de Babilonia, lo introdujeron ellos en Europa. Aunque me consta que Azote puede contarnos mucho más sobre este tema de lo que yo sería capaz, así que lo dejo aquí: en la maravilla de haber llegado, entre todos, a la relación entre los árabes, la literatura y los números.

Mi madre, a día de hoy, no tiene relación alguna con mis antiguos roedoes. Ahora sólo tolera a tres perros (otra vez el dichoso numerito), otros tantos ejemplares de tortuga, y unas cuantas palomas y demás bichos de mi padre, que es colombófilo. Una santa, os lo digo yo.

Y bueno, no quiero ver más por aquí a Isi ni a Elwen, ni a nadie con exámenes mañana. ¡A estudiar se ha dicho! :D Mucha suerte, eso sí. Pensad que el fin de semana ya se vislumbra en lontananza.

Elwen dijo...

¿Te das cuenta que solo con un comentario has tenido para llenar un post? Y eso que me has baneado la ip todo el día xDDDD

Por cierto, ya encontré lo que andaba buscando de Pratchett, ahora solo me falta tiempo xD

Homo libris dijo...

Yo es que hablar, no hablo mucho, pero cuando me da por escribir...

Oye, que lo del baneo es por vuestro bien :P Pues nada, ya nos contarás sobre Pratchett ;)

Saludos

Maribel dijo...

Hola Mithdraug,
no me dio tiempo a comentar en este post tan completo y me encuentro que respondes, como dice Elwen, con información como para otro post.

Me gustan los libros, los números primos, la mitología y los distintos significados que damos a los números.

El 3 y 7 son una constante en nuestra cultura. Aunque en algunos países asiáticos mostrar tres objetos, como tus tres cofres (soy caballero y siempre digo la verdad) se considera de mala suerte.

Y el número 8 es el número de la suerte para los chinos, curiosamente en occidente funcionan mejor los impares ¿?

Las triadas están presentes en la mitología egipcia, en el culto cristiano, las 3 gracias..
Como yo siempre estoy buscando relaciones, me gusta la que estableces con ejemplos de mitología historias populares...

Y por cierto ¿eres el menor de 3 hermanos?
Si mi madre viese esto e diría lo mismo que Ascen, no puede con los ratones ni de peluche, ni en la portada de Firmin

Yo creo que Blogger ha visto un filón en "El Cementerio de los comentarios pérdidos " de Lammermoor...sus robots deben estar ya buscando, je, je...

Me encanta saber que esta cerca Azote, ya que escribir a estas horas es lo que tiene, dices Máster, Masters, Masteres del universo...mas látigo!

Tienes que contarnos más sobre los cuentos rusos!

Los árabes, las mil y una noches, El hombre que calculaba, Siddartha (¿ de acuerdo con Isi?) y Borges...veo muchas entradas futuras, esto es ya un laberinto como los de Escher, gracias!!

Isi dijo...

Maribel; tienes que buscar esa serie de cuentos rusos que ponían en la tele; yo recuerdo que todos eran preciosos, aunque en algún capítulo se colaba algún cuento alemán.
Había trolls malvados, grifones (un pajarraco enorme que comía humanos) con una pluma de oro, un león blanco que ayudaba a las muchachas pobres... ¡hasta diablillos que se reunían en los castillos abandonados!
Lo mejor era el cuentacuentos, un hombre que te contaba la historia de una manera embriagadora, junto a su perro (que hablaba!).

También me acuerdo de Juan sin miedo, que sólo experimentó el miedo el día que su amada enfermó...

Por cierto, que Cenicienta era ligeramente diferente de como la conocemos nosotros; no había hada madrina.

Homo libris dijo...

Cierto, Maribel, curiosamente en occidente parecen gozar de mayor prestigio, respecto a la suerte que nos dan, los números impares (y bastantes de ellos primos). Respecto al número tres, en mi caso me toca el papel de hermano mayor, eso sí, de tres hermanos :) La relación con el mundo oriental, especialmente el árabe, ha surgido de forma espontánea, y muy agradablemente. Al ir hilando, hilando, he llegado a la parte de Siddhartha, aunque la entrada de Isi ha sido crucial para recordarlo en el momento.

Los pobres roedores tienen más mala fama de la que merecen, de veras. Trotty es un encanto de cobaya, la llamas y responde, está pendiente de cuando vuelves... A ver si os presento a los hámsteres rusos, precisamente cuando traiga al blog los cuentos populares rusos.

Los cuentos en versión televisiva de los que nos habla Isi, no sé si estarán editados en DVD y será posible conseguirlos, por el tiempo que ya tienen a sus espaldas. Si no estoy equivocado, se trata de la serie de Jim Henson (el creador de los teleñecos, y de la maravillosa El cristal oscuro. San Ramoncín me libre de fomentar la piratería y la descarga amoral de Internet, pero un pajarito llamado Google me ha dicho que en Taringa! se puede encontrar la serie de El cuentacuentos.

Elwen dijo...

Mándame un correo cuando puedas please, que tengo algo que comentarte :P

loquemeahorro dijo...

Vale, tiene cabeza, pero lo que no tiene son ojitos, ni hocico ni nada, iiiiuuuuu!!!

A mí los ratones, hamsterse, etc...a mí, como que no, me gustan los gatos y los perros por igual, y otros bichitos en general, no me disgustan.

De pequeña tuve de casi todo: patito, tortugas, conejos,.... y naturalmente gatos y perras (curiosamente)

Lo de los comentarios perdidos... es un dramón que ni Don Mendo.

Qué bueno lo del cuento de los 3 hijos del molinero ¡¡me plagian, me plagian!! :-D

Homo libris dijo...

Que sí, que sí que tiene, pero no se le ven :)

Yo he tenido de culebras a gamusinos, pasando por todo tipo de órdenes, géneros y especies del mundo animal... y son todos adorables, jejejeje.

En cuanto al plagio, ten cuidado. Yo de ti iría pensando en registrar los cuentos :D

¡Saludos!

Maribel dijo...

Gracias Mithdraug por tantas aportaciones, gracias Isi por ponerme sobre la pista de los cuentos.
Al final la lista del Plan Infinito (cortesía de Lammermoor ;-) ), va a tener libros y pelis!!!

Hablando del número 3, os propongo un reto:

Tengo una bolsa de 24 monedas, entre las que se encuentra una de plata muy valiosa, todas parecen iguales y sólo os digo que la de plata pesa unos gramos menos.
Teneis una balanza y podeis usarla sólo 3 veces. ¿cómo descubrir la moneda de plata?
¿os animais?

Por cierto, te voy a enlazar, ¿vale?
Buen finde!

Isi dijo...

Maribel: tu quieres que no estudie, verdad?? a mí estos juegos me vuelven loca y ando todo el día pensando en las soluciones.

Como venganza te dejo este otro juego de lillu (yo ya lo resolví, chínchate) mientras me atoro con el tuyo:

http://lillusion.blogspot.com/2009/05/el-puzzle-de-la-cebra.html

Por cierto, lo del cuentacuentos igual no te gusta, porque era un programa para niños... ¡pero es que yo lo disfruté tanto!

Y ya definitivamente, Homo libris, no me acuerdo de cuentos con números. Hala, ya lo he dicho!jijiji

Anónimo dijo...

Siempre estoy de última... no sé cómo acomodan el tiempo los demás para estar al día, bueno, pero llegué.
Solo comentar lo de la literatura rusa. Ese es un mar en el que nos bañamos todos los cubanos, por suerte, porque es muy buena, por ahí anda un post mío del libro Cuentos y estampas, del que no me separo.
Me gustó mucho saber que la apreciabas.
Como te aprecian todos por aquí...¡tremendo diálogo!
Un saludo,
AD.

Homo libris dijo...

Maribel, tomo nota del reto. Llegué anoche de viaje, pero hoy espero tener un día algo más relajado, así que voy a ver si me pongo con este enigma. De paso, también voy a poner remedio al tema de los enlaces, a ver si repaso algunos blogs que no tengo enlazados y los voy metiendo en el blogroll.

Isi, ya que nos propones otro reto, también me lo anoto. Lo de El cuentacuentos es cierto que era una serie con enfoque infantil, pero a buen seguro maravillará a bastantes personas que no lo conocían. Yo recuerdo las tardes en las que echaban el programa en televisión, y lo divertido que me resultaba. Sobre los números, no te preocupes… ya tenemos unos pocos y seguro que nos van sorprendiendo con muchos más conforme pase el tiempo.

Ade, no te preocupes, que a mí también me cuesta estar al día. Además, voy ampliando mi universo bloguero literario mientras mantengo y hago crecer el informático y… ¡uf, es difícil no quedarse rezagado! Pero lo importante es ir llegando, como se suele decir, más vale tarde que nunca.

Los cuentos rusos, y la literatura rusa en general, creo que es de las más prolíficas y profundas que existen. Obviamente, allí en Cuba estará muy valorada y reconocida, y me alegro de ello. Junto a ésta, las letras eslavas, en general, creo que son relativamente desconocidas, excepto por los grandes autores, y que pueden ofrecer muchas experiencias gratificantes a quienes se decidan a descubrirlas.

Por último, a mí también me ha sorprendido el poder de llamada de mi querido Trotty y sus números, jejejeje. A ver si el próximo os gusta tanto: no hay mayor placer para mi “ego bloguero”, jejeje.

¡Saludos!

loquemeahorro dijo...

¿He puesto hamsteres? Por favor, si todo el mundo sabe que es "hamstereses" :-)

¿Qué es lo de Papyre? Por qué estoy tan desfasada? en todo caso gracias por leerme en cualquier formato.

Creo que empiezo a recordar la serie que dice Isi, aunque yo soy mucho mayor que ella ¿el perro era como de Jim Henson?
El Baúl lleno de libros (o como fuera) sí que lo vi

Ascen dijo...

Sí que leí "El Hombre que Calculaba", Mithdraug. De hecho lo reseñé en el blog y como comenté me pareció un libro muy entretenido y las historias muy curiosas. El autor, como bien dices, escribe bajo seudónimo: Malba Tahan y sí que es cierto que tiene el mismo aire mágico que "Las Mil y Una Noches". Os lo recomiendo.

Un saludo.

Homo libris dijo...

Sí, es cierto Ascen, ahora que lo comenta recuerdo la reseña. A mí me lo recomendó un amigo argentino, cuando visitamos con él la Alhambra (que le encantó, por cierto). Allí, en la penumbra de una de las salas, me comentó la existencia del libro, y en un afortunado lance lo conseguí en una librería de viejo, aunque existe una edición moderna del mismo.

Saludos.

Ladynere dijo...

¿Así que ese es Trotty? Bueno, supongo que una cobaya de biblioteca y una científica (porque la duendecilla que me roba la ropa y libros y que es dueña de Mica es de ciencias, y yo de letras) ... se podrán llevar bien ^^
La literatura siempre ha unido a la gente, por qué no a las cobayas también ;)

Homo libris dijo...

Ladynere, el señor Trotalomas es un cobayo muy leído, así que seguro que departiría encantado con la insigne Mica. Una vez más, cifras y letras se unen, literatura y ciencias, en un todo indisoluble, jejeje.

¡Saludos!