Hijo de Laertes, divino de mente astuta, es mejor que hable claro y diga lo que pienso, y lo que sucederá: así nos evitaremos seguir charlando inútilmente. No hay en la tierra ni un solo aqueo que pueda convencerme de que abandone mi ira. No podrá hacerlo Agamenón, ni podréis hacerlo vosotros. ¿Qué provecho obtiene quien combate, siempre, sin tregua, ante cualquier enemigo? El destino es igual tanto para el animoso como para el bellaco, igual es el honor para el valiente que para el cobarde, y mueren igual el holgazán y el esforzado. Nada me queda después de haber sufrido tanto, después de haber arriesgado mi vida en todo momento en el corazón de la batalla. Como un pájaro que lleva a sus polluelos la comida que con tanto esfuerzo ha conseguido, del mismo modo pasé yo muchas noches insomnes, y muchos días dediqué a luchar contra el enemigo en el campo ensangrentado.
[...]Ve a donde esté Agamenón y refiérele lo que te he dicho, y hazlo en voz alta, delante de todos, de manera que los demás aqueos sepan qué clase de hombre es, para que tengan cuidado, no vayan a ser engañados ellos también. Yo os digo que, por muy desvergonzado que sea, no volverá a tener el valor de mirarme a los ojos. Y yo no iré en su ayuda, ni combatiendo, ni dándole consejo; ya he tenido bastante, que se vaya al diablo, nada puedo hacer si se ha vuelto loco. Él ya nada me importa, y odio sus presentes: aunque me diera diez, veinte veces cuanto posee, aunque me ofreciera tantos bienes como granos tiene la arena, ni siquiera así lograría doblegar mi corazón. Antes tendrá que pagar, hasta el fondo, la horrible ofensa con que me ha herido.
viernes, 19 de junio de 2009
Y dijo Aquiles...
Leyendo la última entrada de Elwen en Midnight Eclipse, en la que hace referencia a la novela Seda, de Alessandro Baricco, me ha venido a la mente un párrafo de otro libro suyo, Homero, Ilíada, que me encantó cuando lo leí, y que siempre recuerdo cuando, tras dedicar todo el esfuerzo posible a un proyecto, no lo valoran lo suficiente o, simplemente, lo menosprecian. En el endogámico mercado laboral de la informática suele ocurrir, y en momentos de particular estrés y tensión, dan ganas de convertirse en Aquiles y declamar:
Poco más por hoy. Me alegra que haya llegado el fin de semana, con sus prometedores momentos de lectura relajada, y el buen tiempo (más que eso, tórrida climatología). ¡Disfrutadlo en lo posible!
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11 comentarios:
Lo copio y lo pego para enviárselo por email a todos mis profesores... pero cuando acabe la carrera (enel próximo milenio)
Jajajaja me ha encantado tu respuesta Isi
Me parto, Isi :D :D :D
Uy, entonces no lo habré entendido bien... iba en serio...
:)))
Uy, Isi, si yo os contara las invectivas que habré soltado en alguna ocasión... Pero no, mejor no, ahora no sería capaz de repetir esas palabras, jejeje.
¡Me ha gustado mucho esta entrada! A mi también me apetece repetirsela a algunos jefes, aunque tengo la sensación de que no iban a entender lo que les decía.
P.D: la palabra de verificación que me sale es Ballium (Valium, tranquilizante) ¿Será coincidencia?
Lammermoor, la verdad es que a mí también me da que pensar. No sé yo si algunos jefes entenderían lo que se les quiere decir con algo así, jejeje. Bueno, las ganas nos quedarán siempre.
En cuanto a la palabra de validación (el CAPTCHA, que vaya nombrecito tiene), hay algunos muy curiosos. Seguro que el tuyo ha sido para que te relajaras, y es que esto de pensar en los jefes en domingo... mal asunto.
Saludos.
¡ahh me he reído mucho, leyendo la entrada y los comentarios! te aconsejo Isi, que no mandes el mail hasta tener el papelito de la titulación en la mano.
Y al jefe (los que querrían hacerlo) hasta tener otro trabajo bajo la manga...jijiji
Un saludo a todos,
Ale.
Jejeje, Ale, la verdad es que son palabras extremas para situaciones extremas. Así que más vale, como bien dices, tener un as en la manga si decidimos hacer uso de ellas ;)
¡Saludos!
Yo también he leído ese libro, porque no me atrevía con el de Homero. Me gustó mucho conocer la historia de Aquiles, Agamenon, Troya...
Me he dado una vuelta por tu blog y me ha gustado, por lo que voy a enlazarlo al mio.
Un saludo
Hilario, la verdad es que el libro de Baricco nos introduce de una forma magistral en la historia de Troya, de Aquiles, Helena... Me alegro que te gustase. A mí me encantó, por la forma en que escribe Baricco, y la manera que tiene de narrar de una forma incluso descarnada los acontecimientos de una guerra en los tiempos en que los hombres combatían y vivían como los dioses; o, al menos, junto a ellos :)
Paso ahora mis por por tu blog. El caso es que tu cara me suena ; (jejeje, y no, no es porque sea la del genial Bilbo, sino por haberte visto por alguno que otro blog, seguramente).
Saludos.
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