domingo, 29 de noviembre de 2009

Las moscas nos hablan

Hay personas que tenemos una particular afición por todo aquello que huele a misterio, de hecho, creo que es condición de todo ser humano el que esto ocurra; simplemente obedece a nuestra inquieta mente y a la curiosidad que despierta en nosotros lo desconocido. Hay un tipo de misterios que despiertan en nosotros una especial inquietud, que nos tocan la fibra sensible: aquellos que involucran la muerte de uno de nuestros semejantes. Así, la novela de misterio, policíaca, negra o de intriga, es un género que cuenta con una nutrida cohorte de seguidores que disfrutan desde la asepsia de la literatura de la sordidez del crimen. Desde los cuentos de Poe, las historias holmesianas de Conan Doyle, las novelas de Christie, P.D. James, González Ledesma, Montalban o Mankell, hasta el trasfondo criminal de Crimen y Castigo o El nombre de la rosa, los libros han reflejado el lado oscuro del ser humano. Recientemente, el cine (¡ah, Hitchcock!) o la televisión han ocupado parte del nicho que, antaño, fuera exclusivo de la literatura: "CSI", "Numb3rs", "Bones", "Dexter"…

Siempre me apasionaron estos temas y, de hecho, sigue ocurriendo. No en balde, en mi parcela profesional me interesan especialmente los temas de seguridad informática, que están directamente relacionados con la informática forense. Desde el método científico-deductivo de Sherlock Holmes ha llovido mucho (bueno, tal vez no tanto como debiera), y hoy día la ciencia y la tecnología han dotado a policías y forenses de las herramientas necesarias para ir más allá de lo que nunca pudieran haber imaginado hace un par de siglos. Sin embargo, en todo momento tuvieron unos particulares aliados que, desafortunadamente, sólo en los últimos años están siendo conocidos a fondo: los insectos.

El testimonio de las moscas, con el subtítulo Cómo los insectos ayudan a resolver crímenes, es un libro escrito por el afamado entomólogo forense M. Lee Goff. En este libro nos descubre una particular parcela de los estudios forenses, en las que las moscas y tenébridos tienen mucho que decir. A partir de los casos en que ha trabajado, y desde el momento en que comenzó a llevar a cabo estas labores, cuando apenas se le tenía en cuenta, hasta que la entomología forense fue tomada como un referente en la resolución de muertes por violencia, M. Lee nos desvela algunos de los secretos que es capaz de desentrañar el estudio de estos insectos. El autor llevó a cabo estudios sobre la descomposición de cerdos en Hawai, donde desarrolló la mayor parte de su carrera, y cómo la intervención de insectos necrófagos se ve afectada por aspectos como la climatología, la presencia de drogas en el cadáver o el lugar en que fuera encontrado. La aparición de individuos de determinadas especies marcaba el periodo transcurrido desde la muerte, y el nivel desarrollo de sus larvas, o la aparición de depredadores de estas, podía precisar incluso el día y hora de la defunción, o las condiciones en que se produjo.


El libro es prolijo en la exposición de los casos, sin llegar en ningún momento a recrearse en ellos, buscar el morbo fácil u obviar las sensaciones que apresaron al científico en alguno que otro momento de las investigaciones. Incluso nos desvela, al final del libro, algunas curiosidades entomológicas. Por ejemplo, ¿sabíais que, en el siglo XIX, los heridos de guerra que eran recogidos del campo de batalla tenían más posibilidades de sobrevivir si sus heridas habían sido invadidas por las larvas de las moscas carroñeras? Según parece, al devorar la carne que comenzaba a presentar síntomas de podredumbre, evitaban la gangrena o el incremento de corrupción de las heridas. Sí, me consta que es poco agradable, pero esto no dejó de salvar vidas.

En resumen, un libro de lo más interesante, que posiblemente interese a quienes tengan más desarrollado ese instinto detectivesco que comentaba al comienzo de la entrada, a quienes sientan pasión por los insectos y a quienes, dejando de lado las habituales suspicacias que respecto a la entomofauna tiene buena parte de la población, estén abiertos a escuchar el testimonio de las moscas.

17 comentarios:

Isi dijo...

Pasión lo que se dice pasión por los insectos pues no tengo, pero parece un libro muy interesante, lo digo en serio.
Más si ayuda a investigar crímenes.

Pero pensar en heridas gangrenadas, cuerpos descompuestos con larvas de moscas, la salida de las larvas al exterior... pufff

lammermoor dijo...

Leyendote me acordaba de Grissom, al que le volvían locos los insectos y gracias a ellos conseguía obtener un montón de datos.Aunque no sé si mi interés en tan grande como para apuntar este título en el plan infinito. Aún así siempre es interesante saber de la existencia de este tipo de libros.

Mallory Knox dijo...

Guau...misterio, investigación, insectos, un poquito de morbo y crímenes...este libro está hecho para mí!

Tiene muy buena pinta, sí señor...

Javier G. Pérez dijo...

El título de tu selección me lleva directamente a Machado. Qué gran definición del comportamiento de estos dípteros; antaño, tan relacionados con el hombre. Sobre todo, cuando se compartía casa con los animales domésticos.
La imagen mejor guardada en mi memoria infantil de, tan impertinentes insectos es: la de los cuerpos abandonados de las reses, ocupados por infinidad de larvas retorciéndose espasmódicamente en el interior del cadáver.
Me parece muy interesante y apetecible, no me cabe duda.
¡Me vas a matar!
Saludos.

Iraya Martín dijo...

Jajaja curiosamente iba a poner algo similar a Lammermoor. Este debe ser sin duda el libro de cabecera de Grissom.

Por cierto, me ha resultado llamativa esa curiosidad que has puesto. Yo desde luego no lo sabía y para nada me parece desagradable algo que salva vidas (eso sí, no quiero ver fotos del asunto por favor xDDD)

loquemeahorro dijo...

Como ya se ha dicho, el que más ha hecho por la divulgación del término "entomología forense" es sin duda, Grissom, o mejor dicho, los guionistas de CSI que habían leído este libro, y que nos explicaron a todos con imágenes de lo más gráficas (a la hora de la cena) que su desarrollo en un cadáver nos ayudaba a saber cuánto tiempo llevaba muerto, etc...
Y tú ahí, con el filete en la boca...

En serio: qué interesante entrada y la foto, creo que es de una granja de cuervos, no? (mi única aportación a este tema)

La Belle Dame Sans Merci dijo...

Coincido con Lammermoor y Elwen en lo de Grissom, ¡ja, ja, ja!

Chorradas aparte, otro libro más para el plan infinito. Te odio. ;)

Y ya que hablamos de temas algo truculentos y de forenses y C.S.I., no puedo evitar recomendara aquí el maravilloso e hilarante ensayo "Fiambres. La fascinante historia de los cadáveres." Una maravillosa adquisición de Manu y que he tenido muchas veces destacada en Divulgación Científica, con tomanota y todo. A indagar, que es muy entretenido... ;)

La Belle Dame Sans Merci dijo...

Quería decir recomendar. ¡Argh, qué mañana de muñones! XD

Anónimo dijo...

Me has hecho pensar en un libro que leí hace mil años, era de unas hormigas que devoraban una casa, efectivamente era un libro de horror y ahora no sé por qué se me ha ido de la mente el título, era famosísimo...¡qué barbaridad! ...estos años que nos caen de pronto, jeje.
un saludo
AD.

El Guisante Verde Project dijo...

Buenas (lluviosas y tormentosas) tardes. Reconozco que has hilado fino a la hora de comenzar la entrada, para llevarla a tu terreno, todo un toque de distinción. :-D
Y algo que me ha asombrado, ha sido lo de ¡la informática forense!. Nunca hubiera dicho que se llamara así, la verdad.
Seguro que el libro es interesante, y más aun si ha evitado el morbo fácil, pero no se yo si me animaré...
Saludos!

Homo libris dijo...

Después de unos cuantos días desaparecido, aunque no por decisión propia, vuelvo a la carga. A ver si consigo responder a vuestros comentarios para leer con fruición todas vuestras entradas… ¡Que me quedo retrasado!
Isi, la verdad es que sí que resulta un título interesante, o al menos así intenté que os resultase (jejeje), aunque me consta que aunque busca un público amplio finalmente quedará reducido a los cuatro freaks de turno. Tu comentario me da que pensar que el libro no entrará en el Plan Infinito, jajajaja.
Lammermoor, yo sé que en el fondo el tema te interesa, pero tal vez desde un punto de vista más literario. De hecho, recordaba mientras escribía la entrada algunos de los títulos de novela de misterio reseñados en tu blog. Imagino que, como Isi, dejas el libro de momento pendiente, pero tal vez a tu hermana le resulte curioso.
Mallory Knox, por una de tus últimas entradas imaginé que el libro podría resultarte curioso, pero no tan interesante, jajajaja. Espero que, si lo lees, me hagas saber tu parecer.
Javier, sin duda es un titulo que te interesará, aunque muchas de las especies descritas se circunscriben a la entomofauna norteamericana, las similitudes de los procesos que se estudian con los que pueden observarse en otros lugares del mundo son ciertamente claras. Jejeje, en cuanto a los títulos, bienvenido al Club de los Lectores con Plan Infinito. :)
Elwen, creo que los referentes que manejáis ambas son similares, jajajaja. Yo también desconocía el detalle de la guerra, y lo cierto es que resulta más que llamativo, aunque con imaginárselo basta.
LoquemeahorroLa verdad es que me vais a animar a ver CSI, ¡qué divertido! Tanto a Azote como a mi hermana (propietaria del libro que nos ocupa) les gusta la serie. Yo no tengo el gusto de haberme acercado a ella. Con lo de la granja de cuervos me dejas a cuadros, jajajaja. Tal vez los alimenten con el cadáver de cerdo que están estudiando en la fotografía, jejeje.
Alienor, tú apunta, apunta, que bastante ha crecido mi lista por tu “culpa”. ;) Por cierto, lo de que la venganza se sirve en plato frío no te vale, ¿no? Tomo nota del libro que nos recomiendas… Esto nos hace quedar en… ¿tablas? :)
Ade, no sé qué libro puede ser este que nos refieres, pero sin duda daría para un buen relato de Loquemeahorro, jajajaaja. A ver si averiguamos el autor, aunque sea por curiosidad. ¿Dices que era muy conocido en su día?
Roberto, buenos (luminosos y soleados, aunque algo más fríos afortunadamente) días, jejeje. Uy, veo que casi os convenzo para leer el libro, aunque al final la cosa flaqueara un poco. En cuanto a la informática forense, constituye un subconjunto de la seguridad informática. Se encarga de la recuperación de datos en discos duros que han sido formateados, quemados y vaya usted a saber qué más, rastreo de indicios informáticos y otras muchas lindezas que permitan inculpar (o exculpar) a un usuario de algo.
En fin, ahora, a leeros, que tengo mucho pendiente (especialmente de Loque :)).
¡Un abrazote!

loquemeahorro dijo...

Una granja de cuervos es un lugar donde dejan cadáveres (de personas y animales) descomponerse a la intemperie, para poder comprobar en un entorno real cómo se producen esas descomposiciones.

Lo vi en un documental y desde entonces, siempre que puedo, le cuento esta asquerosidad al primero que puedo :-)

Homo libris dijo...

Uy, Loquemeahorro, pues no sabía yo de eso... Las jaulas de cuervos sí, claro, esos lugares tan agradables donde dejar al enemigo reflexionando, pero no lo de las granjas. Me lo apunto para usarlo indiscriminadamente. ¡Gracias! :D

@scen dijo...

Veo que somos legión l@s seguidor@de Grissom, así es que no voy a poner nada de él pues ya está todo dicho.
Creo que sí que debes acercarte a la serie, pero empieza por las primeras temporadas, pues Grissom ha dejado la serie y esto ya no es lo que era.
Por otra parte y volviendo a tu reseña te diré que según he empezado a leerla pensé que me estabas describiendo: Poe, Holmes, Crhistie, PD James, Crimen y Castigo, El nombre de la rosa, Hitchcock, CSI, Bones, Dexter... y hasta Numbers me gustaría si no hubiera visto al protagonista en Doctor en Alaska previamente, y claro, después de ver a Rob Morrow en el papel de doctor Fleischman, ya no me gusta tanto en este.
Posiblemente el libro no me guste mucho, pues a pesar de que me interesa mucho el género, sólo es como espectadora/lectora, y la información que necesito sobre los bichitos y su ayuda a la policía forense, ya me la dado toda Gil Grissom, que lo explica muy bien.
De todas maneras si cae en mis manos no dejaré de echarle un vistazo pues me ha picado la curiosidad.
Un beso a todos. X X X

Anónimo dijo...

Jajaja, todo el mundo se me ha adelantado con lo de Grissom ^^
Es muy interesante, aunque me temo que coincido con Isi en lo de "pufff"...pero siendo algo tan útil, está bien que haya gente menos melindrosa dedicada a investigarlo ^^
Un saludillo, y con tu permiso te voy a enlazar en mi blog, para acceder aquí más rápidamente

La Belle Dame Sans Merci dijo...

Vaaaale, dejémoslo en tablas, ¡ja, ja, ja!
¡Un abrazo!

Homo libris dijo...

Ascen, ya veo, ya, que a Grissom le siguen legiones, jajajaja. Tendré que echarle un vistazo a la serie, sin duda. De hecho creo que mi hermana tiene por casa alguna temporada, de las primeras. Se la “robaré” unos días. En cuanto al a reseña, yo intentaba “engañaros” para despertar vuestro interés, y veo que lo he conseguido parcialmente. Me alegra, jeje.

Finduilas, ya te digo, y yo sin conocerle (vamos, creo saber quién es, por alguna vez que Azote ha puesto la serie). Por supuesto, me encanta que me enlaces y, de hecho, tengo pendiente hacer lo propio con el tuyo y algunos más, sobre todo ahora que con tanto lío apenas tengo tiempo y estoy siguiendo fundamentalmente a quienes tengo enlazados desde aquí (generalmente os sigo desde el lector de RSS, pero os tengo a tantos que no doy más de mí :)).

Alienor, de eso nada… ¡Sigues alimentando mis ansias devoralibros! XD