viernes, 18 de septiembre de 2009

En un agujero en el suelo vivía un hobbit

“En un agujero en el suelo vivía un hobbit”, escribió el profesor en un papel de examen dejado en blanco por uno de sus alumnos. Resulta difícil decir algo nuevo sobre El Hobbit, la maravillosa historia con que Tolkien nos abrió las puertas su mágico mundo de hombres, enanos, elfos, hobbits, y otros seres menos amables que no tienen por costumbre invitarle a uno a té y pastelillos de semillas cuando se acerca a la puerta de sus casas en una deliciosa mañana de primavera.

Es bastante probable que la mayoría de vosotros haya leído este libro, disfrutado con alguna de sus adaptaciones (cinematográficas, al cómic, a los videojuegos), o conozca simplemente algo sobre su historia. A todos, absolutamente a todos, os recomendaría descubrirla, leerla o volver a releerla. El descubrimiento de un ejemplar en una librería de viejo me ha incitado a reencontrarme con Bilbo Bolsón y sus singulares compañeros, y ya que muchos de vosotros conoceréis algunos detalles de la aventura de los enanos, el mago y el hobbit, os ahorraré los detalles de la misma: sus maravillosos encuentros con Guille Estrujónez y su par de amigos, el descanso en La Última Morada de Rivendel, las aventuras del Bosque Negro o el encuentro con Smaug, el dragón. Simplemente deciros que he disfrutado de la historia tanto o más que las veces anteriores, la última de las cuales quedaba ya un poco lejos. Eso sí, he notado bastantes errores de construcción en las frases (uno de los cuales se encuentra, por ejemplo, en el párrafo que cité en la última entrada) debidos a la traducción. Así que, para no aburriros, os contaré algunas de las anécdotas que guardo con cariño durante una larga relación con el libro.

La primera vez que oí hablar de El Hobbit estaba en el colegio, en aquella desaparecida y remota EGB. Fue un amigo al que ya he citado en alguna ocasión, Sergio, quien me dijo que estaba leyendo un libro que habían recomendado en el programa de televisión “Un cesto lleno de libros” (me encantaba). Según me contó, el libro trataba sobre una mágica aventura a lo largo de una tierra imaginaria, en la que unos pequeños seres, conocidos por el nombre de medianos, debían destruir un objeto maligno. Como ya os habréis imaginado, mi amigo me estaba hablando de El Señor de los Anillos, y añadía que había leído sobre la existencia de un libro anterior que aclaraba algunos aspectos de aquél. Aunque no leí los libros en aquella época, tomé buena nota de ellos, y pasarían unos años hasta que pude leer El Señor de los Anillos y hacerme con una copia de la trilogía, la editada por Círculo de Lectores en un único volumen con la sobrecubierta de un tono rosado. Así fue como descubrí la apasionante gesta de Frodo y sus amigos, y Tolkien se convirtió en El Autor (sí, con mayúsculas, je, je). Me hice con El Silmarillion y, un tiempo después, con El Hobbit, que acababa de editar Círculo en una hermosa edición (la misma que acabo de reencontrar). El enamoramiento estaba asegurado.

Pasaron los años, y seguí haciéndome con las obras de Tolkien: El volumen que incluía Hoja, de Niggle, Egidio el granjero de Ham y El herrero de Wooton Mayor, El Libro de los Cuentos Perdidos, Los Cuentos Inconclusos de Númenor y la Tierra Media, Los Monstruos y los Críticos… y disfrutando de las pariciones “espontáneas” de textos del autor (hay que ver lo despistado que debe de ser el hijo de Tolkien, Christopher, para seguir encontrando manuscritos del padre décadas después de su fallecimiento :P ): Roverandom, Las aventuras de Tom Bombadil, que tanto se demoraron en aparecer, Los hijos de Húrin… y espero ansioso a que llegue octubre para hacerme con La leyenda de Sigurd y Gudrún. ¡Pero bueno! ¡Tiendo a divagar! ¡Volvamos a El Hobbit!

Pasado el tiempo, perdí el libro que poseía por una situación infausta, y me hice con la hermosa edición ilustrada de Minotauro, con los preciosos dibujos de Alan Lee. Sin quitar valor a la misma (realmente me encanta, aunque su tamaño prácticamente obliga a leerla en un atril), no era “mi Hobbit”. Además de con los libros, durante estos años había disfrutado de las aventuras conversacionales que lanzó Melbourne House: "The Hobbit", "The Fellowship of the Ring", "The Return of the King" y "The Crack of Doom" y sus parodias "The Boggit" y "Bored of the Rings". ¿Cómo íbamos a imaginar que llegarían tiempos en que gráficos en 3D reemplazarían a aquellas pequeñas maravillas, y más aún que estarían basadas en las películas de Peter Jackson? En aquella época nos divertíamos con juegos en que algunas imágenes estáticas y algo de texto (en inglés, sí que costaba) estimulaban nuestra imaginación. También surgieron algunos juegos de rol, ya para PC, así como alguno de mesa para disfrutar junto a los amigos de algún recorrido que otro por la Tierra Media.

Ahora, años después, el reencuentro con una copia del libro en la misma edición que el que perdí, he vuelto a disfrutar con su tacto, con las dimensiones conocidas, con su menuda tipografía y con una aventura conocida mas no por ello menos divertida junto a Gandalf y sus pequeños grandes amigos. Y aunque el otoño se acerca con numerosas obligaciones y escaso tiempo libre (esta semana ha estado bien surtida y he mantenido el blog poco activo, pero no ha sido el balde: anduve recuperando a un viejo conocido y tomando con él unas pintas de cerveza en el Dragón Verde, ¿venís?), no me cabe la menor duda de que disfrutaré como nunca de este particular agujero hobbit que es el blog, invitándoos a té y pastas siempre que gustéis, y visitando los vuestros cuando el tiempo acompañe. Porque si de algo habla El Hobbit es de amistad, de los buenos momentos de la vida y de que una aventura de cuando en cuando no está nada mal. ¡Aunque siempre será mejor un pastel de calabaza!

¡Feliz lectura!

24 comentarios:

Elwen dijo...

Creo que todos los que tiene a Tolkien por El Autor cuenta con mimo y nostalgia la forma en que conocieron su obra porque con toda probabilidad para ellos es La Obra.

En mi caso leí El Hobbit como lectura obligatoria en el colegio. Ya sé que no es habitual pero es que con 11 años iba a un colegio inglés y para ellos sí que es normal. Después de terminar el libro di mucho la brasa para saber dónde había más y uno de los alumnos más mayores me dijo algo de un tal Lord of the Rings pero vete y dile a tu madre que busque eso. No me preguntes cómo pero la mía es santa y un día apareció con El Señor de los Anillos de una librería que recién había abierto. El mismo librero fue el encargado de traerme más adelante algunas perlas de las que has mencionado.

No puedo decir que sea igual de seguidora de toda la obra de Tolkien, renuncié a la STE hace algunos años y creo que Hoja de Niggle es lo peor que he leído en mi vida, pero para mí no deja de se Mi Autor y Mi Libro por mucho purista que se atraviese de por medio.

La Belle Dame Sans Merci dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
La Belle Dame Sans Merci dijo...

Aish, qué bonito todo! XD
Bueno, llevo un día muy ajetreado y apenas he podido entrar en internet, así que hago un par de apuntes y mañana añado más cosas (después de hacer mi post sobre la Segunda Guerra Mundial, I remember) XD
A mí El Hobbit me lo leía un profesor todas las tardes en sexto de EGB, en un parque al lado de mi colegio, bajo un sauce llorón. No lo olvidaré en mi vida. Y mi historia de amor con Tolkien aún continúa. ¡Diez años ya en la STE!
Me encantan, por otro lado, los pequeños relatos como Roverandom o El herrero, Egidio, Las aventuras de Tom Bombadil... Y no digamos sus ensayos Los Monstruos y los críticos y Sobre los Cuentos de Hadas. ¿Y Mitopoeia? ¡Una maravilla! Fue el poema que me embarcó en un estudio de la relación de Tolkien con el romanticismo inglés que luego dio pie a una conferencia. ^^
¡Elwen, cómo no te pudo gustar Hoja de Niggle! Aish... XDDDD Es una alegoría maravillosa de todo lo que él creía que significaba el arte (especialmente la literatura fantástica) para el escritor. Quizás es conveniente leerlo conforme los años van pasando, porque se obtiene una lectura muy diferente. En parte gracias al trabajo filológico de Christopher. Que muchas críticas hacia él, sí; pero gracias a su labor recopiladora (que Tolkien escribía hasta en servilletas y lo guardaba todo, por Dios) y a su erudito estudio crítico de la obra de su padre sabemos muchas cosas y conservamos poemas publicados en pequeñas revistas literarias de Oxford y fragmentos, aunque sean inacabados, de pequeñas obras de arte, como La balada de Beren y Lúthien. Y qué demonios, le perdono su pedantería simplemente por publicar La leyenda de Sigurd y Gudrun. Mi pasión por la mitología y la poesía nórdica surgió en mi gracias a Tolkien, así que le perdono lo denso de sus pies de página, introducciones, explicaciones detalladas, etc. XDDDD Siempre he pensado que su Historia de la Tierra Media debería estar en las librerías como ensayo en Historia y Crítica Literaria, pero nadie lo buscaría allí, claro está. Y así sólo se consigue pensar que Tolkien era aburrido, no que se trata de un estudio sobre la evolución de su obra. ¡Y ya! Que soy una pesada. Me voy a dormir, que mañana madrugo. ^^
¡Hasta mañana!
P.D.: ¡Leed a Eduardo Segura!¡Y a Shippey!Ellos explican todo mejor que yo. ^^

Maribel dijo...

Hola Homolibris
Con tu entusiasta defensa de Bilbo, no me va a quedar otro remedio que terminar el libro ¿no?.
Bueno, entre Alienor , mi hermano, Roberto, y tú me va a entrar el gusanillo Tolkien, jeje.
A mi también me encanta reencontrarme con antiguas ediciones, como si el libro perdido o prestado hubiera vuelto a mis manos después de recorrer el mundo, ya que en las segundas lecturas uno siempre encuentra cosas nuevas.

Desde luego yo seguiré pasando por tu agujero a por té y pastas, aquí el tiempo invita, ya llueve..., Intentaremos de cuando en cuando traer algún detalle al anfitrión como el pastel de calabaza, gracias ;-)
(eres una máquina colgando post!, ¿no duermes?)

Elwen dijo...

Con la STE hemos topado, aingfff V_V

Hasta ahora me he cuidado muy mucho de medir mis palabras al respecto, y seguiré haciéndolo por no meterme en fregaos (que me conozco).

Entiendo y respeto tu opinión sobre Tolkien, ese amor hacia absolutamente toda su obra no me es ajeno. Sin embargo hay algo que la mayoría de puristas no es capaz de entender; hay gente a la únicamente le va a gustar lo que Tolkien escribió como novela y para leer (no sé si lo habré definido bien) y no necesariamente han de gustarle sus ensayos, estudios y divagaciones además amenizados por las zarpas de su hijo, a quien por cierto hay que hacer un monumento al "hijo vividor". No es por ofender, y esto es solo una broma, pero a veces no entiendo la diferencia entre Paquirrín que pretende hacer un museo con el legado de sus padres y vivir del cuento, y Christopher Tolkien que todavía hoy sigue encontrando servilletas escritas en algún baúl de su casa.

Con esto quiero decir, y ya me estoy arrepintiendo de haberlo escrito, que puede que tengas razón y en una relectura de Hoja de Niggle encuentre todas esas maravillas pero hasta la fecha lo he intentado dos veces y como que no. Y no me avergüenzo de considerarme fan de Tolkien sin haber leído tooooda su obra, le pese a quien le pese.

Hilario dijo...

Sin duda, esta ha sido la entrada de tu blog que más me ha gustado. Me he sentido identificado con tu historia en muchos momentos, pues comparto ese enamoramiento por El Autor. No me he leído toda su obra, pero sí lo más importante. El Hobbit fue el primero y dejó en mi una huella muy profunda. Le tengo reservada una entrada muy especial, aunque habrá que esperar un tiempo aún.
Muchas gracias por hacerme recordar aquellos momentos tan geniales, cuando acompañaba a Bilbo por la Tierra Media.
Un saludo.

La Belle Dame Sans Merci dijo...

¡Elwen, guapa!
Que no malinterpretes mis palabras, mujer. Todo el mundo tiene el perfecto derecho a leer lo que quiera de Tolkien y a gustarle sólo una parte de su obra, o un libro, ¡o ninguno! Siento que me hayas malinterpretado. De hecho, por eso suelo poner los simbolitos XD o :), para que la gente no se tome las cosas a mal. :(
Y no me considero una purista. De hecho, soy bastante crítica con muchas cosas y muy crítica con la propia STE. No sé qué experiencia has podido tener en ella, todos tenemos buenas y malas experiencias, y yo he tenido ambas.
Y respecto a Christopher, pues claro que vive de la obra de su padre y que tiene un morro que se lo pisa muchísimas veces, pero como filóloga también le agradezco la oportunidad de haber podido acceder a ciertos documentos de los que de otra manera hubiera sido imposible tenerlos editados. Sólo quería decir eso. Siento si te han molestado mis palabras o mi entusiasmo. :(

MJGF dijo...

Yo leí primero El Señor de los Anillos; lo encontré en una biblioteca minúscula que había en el antiguo Mercado de Abastos de Valencia, cuando tenía unos 11 años (o 12). Me gustó el título y me llevé el primer tomo a casa. Y hasta hoy. Para mí, son El Autor y La Obra, sin duda, aunque no he leído el "all Tolkien" :D
F

Isi dijo...

Hola!
Yo también he leído El Hobbit, pero después de El señor de los anillos. Es un libro muuuy divertido; lo que más gracia me hizo fue que a unos gigantes (¿trolls?) se les hizo de día porque discutían cómo cocinar y condimentar a Bilbo y se convirtieron en piedra. jiji qué tontos!

En cuanto a las versiones, yo ví una en dibujos animados, pero apenas la recuerdo porque no me gustó demasiado.

Por cierto, me sorprende que a Elwen le obligaran a leerlo en el cole; qué guay, no???

Por cierto: no me leo tooodos los coments porque estoy DE VACACIONES y no tengo tiempo!!! ni conexión rápida, ya puestos!! jijiji
Moriros de envidia ;)

@scen dijo...

Es curioso. Veo que la mayoría de los que aquí escribimos hemos leído primero "El Señor de los Anillos" y luego "El Hobbit". En mi caso, hace la friolera de 30 años, una amiga y compañera de trabajo apareció con 5 libros antes de que me fuera de vacaciones y me dijo: "Léetelos. Te van a gustar". Y así fue. Después de leerlos y devolverlos, fui corriendo a comprarlos. Uno de ellos, como habréis imaginado, era "El Señor de los Anillos", uno de los mejores libros que he leído en mi vida. Animada por el libro, compré también "El Hobbit", que tuvo el mismo éxito conmigo. Fue tal mi entusiasmo que no paré aquí y compré "El Silmarilion"...
Y hastá aquí mi historia de amor con Tolkien. Fue una decepción tal que aún hoy no me he podido recuperar. No me he atrevido con ningún otro, a pesar de que Tom Bombadil es un personaje que se quedó hondamente grabado en mí, por lo que su historia me tienta. Hasta tal punto me defraudó este libro que no sólo no lo terminé...Ni siquiera me atrevo a releer "El Señor de los Anillos", a pesar de que sigo calificándolo uno de los mejores libros que he leído en mi vida, que son unos cuantos, pues tengo ya unos añitos a mis espaldas. Posiblemente, y después de leer tu entrada, me atreva con el Hobbit, pero no quisiera manchar la memoria de "El Señor de los Anillos" haciendo una lectura que no fuera tan satisfactoria como la primera. Me da miedo.
Besos a todos.

Homo libris dijo...

Elwen, creo que me ha sorprendido lo de la lectura obligatoria de El Hobbit tanto como al resto de contertulios, aunque es lógico que sea así en un colegio de habla inglesa. Al fin y al cabo, la calidad literaria de la obra de Tolkien es muy superior a la mayoría de los libros que suelen rodearlos en los estantes de las librerías y bibliotecas. Que tu madre consiguiese así El Señor de los Anillos y permitiese que “el camino siga y siga” es maravilloso :)

En cuanto a Hoja de Niggle, a mí me parece una obra muy personal. Comprendo bien a Niggle, porque aunque tiendo a perderme en el bosque, basta una sola hoja, un –en apariencia- nimio detalle, para hacerme perder toda noción del tiempo y maravillarme. En cualquier caso, no tiene porqué gustarnos toda la obra de un autor. Aunque llegaré a eso con el comentario de Ascen, El Silmarillion no es precisamente un libro que guste a todo el mundo, y he de admitir que me costó un reintento terminarlo (en mi caso, porque me recordaba demasiado a La Biblia en un principio), aunque luego descubrí en él historias maravillosas. Por cierto, hay un disco conceptual dedicado precisamente a las mismas ("Nightfall in Middle Earth", de Blind Guardian ;)).

Alienor, acabo de llegar a casa así que veré después esa esperada entrada sobre la Segunda Guerra Mundial :P En cuanto a la entrada de El Hobbit, sabía que daría mucho juego. Me consta que muchos de los que me conceden el honor de su presencia por estos lares aman o tienen al menos un gran aprecio a Tolkien y a su obra. En mi caso, y aunque sin ser miembro de la STE (ahora que todo parece apuntar a que volveré a la etapa universitaria, quién sabe si en un alarde de ímpetu juvenil termino por inscribirme), sí que anduve unos cuantos añitos, casi dos lustros, rondando por la Lista Tolkien en español. Coincido plenamente en el disfrute de los ensayos, los cuentos y los poemas de Tolkien. Hablando de estos últimos, de esa conferencia tendrás que hablarnos algún día… ejem… :D

Lo que sí me ha maravillado es la lectura de El Hobbit junto a un sauce llorón. ¿Habrá mejor lugar para disfrutar de tan mágica aventura? Ese profesor tuyo es de los que crean lectores, sin duda alguna :)

En cuanto a Christopher, no quiero que se me malinterprete. Me consta que sin él no habríamos tenido la posibilidad de acceder a tantísimos y tan interesantes trabajos de Tolkien como hay publicados hoy día. Lo que sí me parece un poco interesado por su parte es ir publicándolos a su libre antojo. Por otro lado, también hay que tener en cuenta que no es el único que actúa así. La gran Minotauro no vio el filón en Las aventuras de Tom Bombadil, o en Beowulf, y nos dejó con las ganas durante años, hasta que la fiebre pseudo-tolkiendili que levantaron las películas les animó a publicarlos en castellano. En fin, que el que no corre vuela, que no es oro todo lo que reluce, ni toda la gente errante… bueno, para divagar, un servidor :D

Homo libris dijo...

Maribel, que sí, que te vamos a convencer sin duda. Vas a ser una nueva seguidora de Bilbo, que te lo digo yo :D ¡Qué envidia me das con lo del tiempo! ¡Frío y lluvia! Nosotros estuvimos anoche en Granada, y hemos vuelto esta tarde. Allí ya hacía algo de fresquito, y la gente comienza a llevar manga larga. ¡Qué ilusión!

Estaré esperando ese pastelito de calabaza. Entretanto, voy a sacar algunas nueces, un platito de azufaifas y acerolas, y voy a ir preparando setas para la cena… ¿Algo más otoñal que esto? :D

En cuanto a las entradas… ¿has visto las del otro blog? :P

Elwen, Alienor, no topéis, no topéis :D Como os decía, no a todo el mundo pueden gustar los mismos libros, y no siempre el momento en que nos aproximamos a ellos es el más idóneo. Sin duda, Hoja de Niggle es un cuento que dice mucho de la percepción que tiene el propio Tolkien sobre su obra. Pero también es melancólico, a pesar del ardor que pone Niggle en la terminación de su obra, muy distinto a otros relatos suyos (¿qué me decís de Egidio? :D), y puede no convencer en un primer momento. A mí, por ejemplo, me parece más… ¿cómo lo diría? peculiar, tal vez, el de El Herrero de Wootton Mayor, que sí tiene la melancolía del cuento final. Respecto a Christopher, ya os he comentado mi opinión: creo que su labor es encomiable respecto a la recuperación de obras de su padre, ya que muchas no se podrían haber publicado tal cual, o bien en cuanto a la organización de los textos, presentación de distintas versiones de un mismo fragmento… Pero en algunos casos (caso de obras completas, como la que está por llegar) creo que ha sabido guardarse algún as en la manga.

Hilario, sabía que te encantaría. No en balde tienes a Bilbo por avatar. A mí me ocurrió como a ti; leí primero El Señor de los Anillos, y fue el que me lanzó a leer El Hobbit, El Silmarillion y el resto de la obra del añorado profesor.

Estaré esperando a leer tu reseña, cuando llegue el momento. Entretanto, me agrada que la mía te haya hecho recordar aquellos viajes a lo largo y ancho de la Tierra Media.

Fulgida, veo que somos muchos los que conocimos a Tolkien así: primero su obra maestra, y después el resto ;) Es curioso como cada uno llegó a él de una forma distinta (esto es obvio, o podría parecerlo, pero pensad en cuánta gente lo conocerá de unos años a esta parte únicamente por ser “los libros en los que se basó Jackson para hacer esas pelis tan guapas” (seguro que así les ocurre a los "amigos" de Alienor :P). Y también es curioso cómo su obra es La Obra.

¡Tendremos que seguir descubriéndola y redescubriéndola!

Homo libris dijo...

Isi, la verdad es que sí. El Hobbit es divertidísimo, tiene mucho de cuento infantil y bastante más de recopilación de mitos. Los trolls, los trasgos y los lobos, ese hombre-oso… En fin, que es un libro de lo más completo.
La versión de dibujos que comentas no era nada del otro mundo, aunque resulta curiosa. ¿Viste la versión de animación de Ralph Bakshi de El Señor de los Anillos? Es bastante peculiar, aunque dejó mucho que desear (y de completar, ya que no finalizó la historia, y nunca se rodó la continuación).

Bueno, veo que no vienes con espíritu amistoso ni de concordia. ¿Cómo puedes hundirnos en la miseria, recordándonos así que estás de vacaciones? :P ¡Pásalo bien!

Ascen, me suena mucho, pero mucho, tu historia de amor-odio con El Silmarillion (bueno, la parte de amor con las otras obras de Tolkien). Si tienes miedo de releer El Hobbit y El Señor de los Anillos, te recomendaría empezar por un cuentecito: Egidio, el granjero de Ham. Si después de eso no estás deseando sumergirte en la aventura de Bilbo o volver a recorrer La Comarca junto a Frodo, Sam y sus amigos, déjalo estar por un tiempo. Si no despierta en ti los mejores recuerdos que tienes de Tolkien, te aseguro que no vuelvo a recomendaros una lectura nunca más ;)

Abrazos y besos.

Último Íbero dijo...

Bonita entrada, sin duda.

Con El Hobbit me pasa siempre lo mismo. Me embeleso con la historia y cuando me quiero dar cuenta he llegado a ese repunte épico desde la aparición de Beorn y termino emocionándome con la Batalla de los Cinco Ejércitos y la muerte de Thorin.

En la literatura todavía nadie ha superado a Smaug como personificación del "dragón", ni ha podido mezclar con tanto estilo una historia para niños con un trasfondo mitológico. De hecho en muchos aspectos El Hobbit es una obra culmen de la literatura fantástica. O al menos eso me sigue pareciendo.

Tolkien debe gran parte de su "estela" a que, a diferencia muchos otros, no era un escritor sino que ea un profesor de filología que escribió lo que le gustó, como le gustó y marcándose los límites que deseó. Que son cosas que los escritores profesionales no pueden (ni saben) hacer.

Por otra parte, es muy complicado que quien lea El Silmarillion buscando "más" Señor de los Anillos no se lleve un chasco. A mi me pasó la primera vez que me enfrenté a él, pero porque me perdía en la lectura y no conseguía enterarme de "quien es quien". Así que me fotocopié el mapa y me puse a leer constantemente los listados de personajes y los árboles genealógicos.

Y entonces sí que lo disfruté enormemente.

Pero vamos, me detengo porque sino me quedo los comentarios para mi.

¿Malas experiencias en la STE? Imposible, debe ser un error :P

Anónimo dijo...

Qué bonito post, qué bonito..

Homo libris dijo...

Último Íbero, he de coincidir contigo en todo lo que mencionas. El Hobbit guarda en su interior diversas lecturas, desde la más evidente, como cuento infantil (con bastante carga de ironía y algún toque de crueldad que lo acerca a los cuentos de antaño, no a los “descafeinados” que tanto se prodigan hoy día) y, por supuesto, la carga de mitología que lo impregna todo y deja bien clara la afición del autor por la mitología y lenguas nórdicas.

El "problema" de El Silmarillion es que uno suele acercarse a él tras haber leído El Señor de los Anillos y, prácticamente siempre, El Hobbit. Espera encontrarse algo similar y el chasco está asegurado. Pero es una obra que merece la pena conocer para llegar a comprender los orígenes de muchas de las leyendas que aparecen en los poemas y canciones de El Señor de los Anillos.

¿Así que también perteneces a la STE, eh? Me pregunto si alguno de los presentes pertenecerá a la S…GAE :P

Estodevivir, me alegra muchísimo que te gustase la entrada. ¿Cuál fue tu experiencia con El Hobbit y otras obras de Tolkien? ¿Te animas a compartirlas con nosotros? ¿Tienes algunos libros suyos por descubrir?

Un abrazo.

La Belle Dame Sans Merci dijo...

Bueeeeeno, algún día comentaré algo de la conferencia sobre Tolkien y el Romanticismo. No es por fardar, pero nos quedó preciosa. ;) A ver si me decido de una vez y la ponemos por escrito (mi compañera del alma Berúthiel y yo, que fuimos las autoras) en un artículo. Pero luego no nos llaméis locas: que Berúthiel es capaz de encontrar hasta semejanzas entre Tolkien Y la Bauhaus. XD

Experiencias malas en la STE claro que puede haber. ¡Como en todas partes! Pero yo me quedo con las buenas, por eso sigo aquí. ^^ ¿Y Último Íbero, miembro de la STE? Que no se corra por ahí, pero llegó a ser presidente... Y de los buenos. XDDDDDD

Elwen dijo...

La que he liado, ya sabía yo que tenía que haber borrado ese mensaje pero no publiqué con la cuenta de google no pude.

Como dije respeto la opinión de La Belle Dame y puede que en parte la haya malinterpretado. Aún no estoy convencida de esto ya que mi intención era dejar clara mi postura al respecto. Muchos han mencionado la dificultad al leer el Silmarillion y en gran medida a ello me refería con Hoja de Niggle. La diferencia está en que una, para mí, logré apreciarla y la otra no, por eso fue la segunda la que mencioné como un trauma personal.

Árboles aparte, dejé claramente, o en este caso oscuramente, en negrita que lo de Christopher no era más que una broma. No me que no es de chiste que en 36 años ese hombre no haya terminado de limpiar su casa xD

En fin, mis disculpas para La Dama por desvirtuar su opinión y para Homo Libris por generar cierto caos en su blog.

lammermoor dijo...

A mí particularmente me parece bien que haya polémica de vez en cuando (siempre que se mantengan las formas y la razón).
Tengo en lista de espera de relecturas El Señor de los Anillos y llevaba tiempo pensando en volver a leer El Hobbit, cuando Homo Libris lo mencionó en una entrada reciente.
No llegué a más en mi pasión Tolkiana, pero si continuo tendré claro que no debo buscar otro Señor de los Anillos en El Simarillion

y por supuesto que pasaremos por aquí a tomarnos un café (o una cerveza, o un te o ...) y charlar un rato.

Homo libris dijo...

Lammermoor, a mí también me gusta que surja la polémica de cuando en cuando en las conversaciones; no siempre tienen que parecer una balsa de aceite nuestros blogs. Mientras exista respeto y se mantengan las formas, que sean bienvenidas las discrepancias. Por eso, Alienor y Elwen, no es necesario ni tan siquiera pedir disculpas. Por lo único que invoqué veladamente a la concordia fue porque vi que ambas teníais razón (al fin y al cabo, la apreciación de un libro es algo muy personal, y nadie va a “convencer” a nadie), y en buena parte de vuestros comentarios se notaba el tono de broma (tanto con Hoja… como con Christopher). Por lo demás, ya veo que

Por lo demás, ante cualquier mensaje polémico siempre podéis apelar al propietario del blog para que lo borre (otra cosa es que sea necesario, y en este caso no creo que haya generado ningún problema), aunque creo que hoy la crítica ha sido constructiva, y eso siempre lo enriquece.

Quedo pues pendiente de esa conferencia de Alienor y Berúthiel, del reencuentro de Elwen algún día con Hoja…, del que podrá salir reforzada, o no, en su opinión sobre la misma, y de animar a Lammermoor a la lectura de Egidio…, para ampliar la bibliografía tolkiendili en su haber.

He dicho ;)

Abrazos.

Último Íbero dijo...

Con el Silmarillion pasa como con las borrajas: te pueden no gustar la primera vez y ya no las pruebas más... o tener una madre que insiste y probarlas y probarlas hasta que les encuentras "la gracia".

A mi, de la obra de Tolkien publicada, lo que menos me gusta es El herrero de Wooton Mayor. Lo he leído varias veces pero no le veo la gracia.

Homo libris dijo...

Señor J... esto..., Último Íbero (que conste que la culpa es de Alienor, y de los señores Guisantes, que últimamente revuelven a todo el mundo con las dotes detectivescas :P), tengo que coincidir con usted con respecto a El herrero de Wooton Mayor. Es un cuento que se deja leer bien, pero al que tampoco consigo encontrarle la chispa.

Saludos.

Último Íbero dijo...

Homo Libris... ¿y usted, quien es?

:P

Lo del Herrero no lo suelo decir por temor a ser marcado al fuego en la frente...

Homo libris dijo...

Ardagor Mithdraug, montaraz, para servirle a usted y, por supuesto, al heredero de Isildur.

Aunque nunca fui miembro de la STE, sí conocí a algunos de sus integrantes y fui simpatizante del smial de Minas Tirith en los tiempos en los que Herumbar, el Señor del Destino, habitaba en aquellas tierras.

Saludos.