viernes, 7 de agosto de 2009

Algunas impresiones sobre Papyre

Hace poco más de un par de meses que vengo disfrutando de mi flamante Papyre (nombre con el que se distribuye en España el lector de libros electrónicos Hanlin V3), y aunque en principio quería dedicar algún tiempo a juguetear con él y probar distintas versiones del firmware, llevar a cabo comparativas entre ellos y el software de lectura para los distintos formatos que admite el dispositivo, finalmente me he centrado en leer, leer y leer. Puede que ahora, en el periodo vacacional, le dedique algún tiempo a estos menesteres, o puede que no. Es lo bueno de las vacaciones, que hasta cierto punto tenemos libertad para optar por llevar a cabo aquellas actividades que más nos plazcan. Hasta las más absurdas.

Aunque lo cierto es que la experiencia con el lector merecería un artículo más detallado, ante la petición de Lucía en los comentarios de la entrada de hace un par de días, voy a resumir en pocas líneas mi impresión sobre el Papyre, en una serie de puntos (una de cal y otra de arena):
  • Lo primero que podría decir sobre el lector es que, en efecto, sirve para leer. Parece una obviedad, pero no lo es. Es un dispositivo dedicado, es decir, que su función está centrada en servir como soporte para la lectura, y cumple con creces la misma. Se lee bien, con la nitidez que podría darnos el soporte en papel tradicional, y en cuanto te acostumbras a pasar las páginas con sus botones prácticamente no te das cuenta de si estás leyendo en un aparato electrónico o en un libro tradicional. Obviamente, para carcas como yo, siempre será preferible el formato clásico (el olor, el tacto, el sonido de las páginas al pasarlas…), pero quien diga que es menos cómodo para leer, miente.
  • Una de las limitaciones del Papyre frente a otros lectores electrónicos es que no permite realizar anotaciones, marcado del texto (únicamente tiene unos pocos marcapáginas electrónicos), por lo que su utilidad se ciñe a la lectura, dificultando su uso como “libro de texto” o material auxiliar para el aprendizaje. Estas labores se pueden llevar a cabo complementándolo con una libreta o editando el texto con un ordenador, siempre que sea un formato abierto. Es el caso del FB2 (realmente un documento de texto, en formato XML, con una determinada estructura), el RTF o los documentos de Microsoft Word u OpenOffice, pero no del PDF y otros formatos cerrados (propietarios).
  • El conversor que incluye el Papyre, así como otras aplicaciones existentes, permiten convertir fácilmente entre los formatos citados y otros que admite el lector. De este modo podemos pasar al formato que más nos guste los textos para facilitar su lectura. Tened en cuenta que el formato idóneo del Papyre es el FB2. Lo lee con rapidez, se le pueden aplicar distintos estilos y existe un mayor control sobre el tamaño de letra, tipografía, etc. También carga con mayor rapidez, aunque esto dependerá del software usado para leerlo, y que podremos cambiar como decía anteriormente: sustituyendo el firmware (en cierto modo, el sistema operativo) de la máquina.
  • Del software quería hablar, y es que aunque el que trae de serie el Papyre no está nada mal, sí que tiene algunas limitaciones en la lectura de documentos PDF (pocos niveles de zoom), que suelen estar preparados para ser leídos o impresos en un papel de tamaño A4, y que son demasiado grandes para la pequeña pantalla del Papyre, por lo que hay que llevar a cabo operaciones de escalado que tienden a ralentizar nuestra lectura. Más que esto, me resulta molesto el uso de los guiones en la separación de palabras. El software no es capaz de distinguir todas las sílabas de forma correcta, por lo que en ocasiones lleva a cabo fraccionamientos de palabras de la forma más rudimentaria. “Duele” la vista al leer cosas como las que siguen:
aleg-
re

juici-
o

calig-
rafía
  • Además de resultar molesto y despistar de la lectura, me temo que puede ser un problema a la hora de que lean los jóvenes: entre la escritura SMS y esto, rematamos la lengua. Bien cierto es que no le ocurre siempre, pero con que te aparezca una o dos veces por capítulo, te destroza la lectura, y aunque no es un problema del dispositivo en sí mismo, sino del software que incluye, creo que es algo a mejorar.
  • Uno de los aspectos que más me ha gustado es su autonomía. Dos meses, unos 10 ó 12 libros leídos en él, y he tenido que cargar la batería únicamente en tres ocasiones. Sí, le dura prácticamente un mes. Además, la batería que incluye no es más que la de un modelo de teléfono móvil de Nokia, por lo que no debe ser demasiado difícil ni cara de obtener.
  • La conectividad no es su fuerte. Un cable USB nos permite acceder a la tarjeta de memoria y a la memoria interna del dispositivo. Ni Wi-Fi, ni Bluetooth, ni nada por el estilo. Por otro lado, y sinceramente, no creo que lo necesite si lo vamos a usar para leer libros (ahora bien, su uso como lector de noticias y fuentes RSS podría mejorarse si contase con estos de comunicación inalámbricos). Además, así no viene Amazon a quitarnos los libros que ya habíamos comprado, como ha ocurrido con las novelas de Orwell y Kindle, el lector de libros electrónicos de esta compañía. Y es que, señoras y señores, en ocasiones la realidad supera a la ficción… Aunque sea en 2009 y no en 1984 ;)
Pronto os iré contando más cositas sobre el Papyre, si hay interés en saber algo más sobre él. Entretanto, si os interesa el tema, os recomiendo un blog que suele publicar noticias sobre lectores electrónicos: Libros & Tecnología.

15 comentarios:

Iraya Martín dijo...

Tenía yo también pendiente esta entrada y llevo días pensando en ella pero hasta que no tenga claro cómo enfocarla deberá esperar. Autobombos aparte, coincido con tu opinión al 100% y cuando puedas me dices qué diablo de software le has puesto. No solo tengo problemas con los guiones, tal y como comentas, sino que los marcapáginas no hacen sino darme la lata. Desaparecen porque sí y cosas por el estilo. Me temo que debe ser porque abro los libros directamente del zip y algo no le cuadra al software.

Por mí los amantes de los libros pueden poner el grito en el cielo todo lo que quiera pero qué cómodo es el puñetero, ya me es tan imprescindible en los viajes como el cepillo de dientes.

Homo libris dijo...

Elwen, a mí me ocurre lo mismo con los marcadores. También desaparecen o se duplican a veces, pero me ha ocurrido sobre todo cuando he sacado la tarjeta de memoria para actualizarla con más libros y he vuelto a introducirla en el lector. Quiero probar, no obstante, otras versiones del software a ver si al menos el tema de los guiones lo mejora.

Cómo sí que es, aunque no me veo en la playa con él (o en una bañera como la que nos presentabas en tu blog ;)). Eso sí, entre él y los blogs (y que me dije que para vivir un año como el de hace dos, en el que ni para leer tenía tiempo, no merece la pena el esfuerzo), últimamente leo como no lo hacía desde bastante tiempo atrás.

Maribel dijo...

Hola Homolibris
interesantes aportaciones sobre el artilugio. Tengo algunas dudas,creo que hablas de leer los blogs en él ¿cómo?.
Curioso lo de Orwell, tenía buenas referencias del lector de Amazon hasta ahora.
Por cierto, debido a alguno de tus comentarios propuse a una libreria de Bilbao, también tiene sedes en Madrid , que hicieran una presentación del Papyre y están en ello,igual tienen que llamarte, jejeje!
¿Por qué has retirado mi comentario en tu post de decadencia 2.0, en Lobosoft :-(

Isi dijo...

Yo tengo pensado tener un ereader, pero aún no hay prisas, así que esperaré a ver qué tal le va a la gente, a ver si sacan algunos con más aplicaciones, etc etc.
Pero leo con interés vuestras críticas.

Anónimo dijo...

¡ya quisiera yo un papyre! pero soy una manotas para las cosas tecnológicas...mal se cargar el ipod, y meter música me parece una hazaña descomunal...no se si sabría manejar una cosita de estas :(

Pero te leo ;-) y me muero de envidia jajaja

Homo libris dijo...

Maribel, existen varias aplicaciones que permiten leer fuentes RSS y convertirlos a formato FB2 o HTML, organizándolas para facilitar su lectura desde el eReader. En Lobosoft publiqué una entrada sobre este tema. Por cierto, tu comentario no lo retiré, es que aún no lo había autorizado :S Tengo ese blog un poco abandonado, más de lo que quisiera (deseaba actualizar el software hace casi un mes y fíjate). A ver si ahora en vacaciones me pongo con él. En cuanto al Kindle, como dispositivo me parece muy potente e interesante, pero la gestión que hace del mismo Amazon me parece muy en línea de la compañía (hace años la ponía de ejemplo a mis alumnos, cuando les explicaba las virtudes y problemáticas del uso de la cookies en Internet… ha llovido desde entonces :D). En cuanto a la presentación en Bilbao y/o Madrid, a ver si cada vez más librerías se animan a dar difusión a estos dispositivos. Como digo, no creo que resten negocio a los libros tradicionales.

Isi, la verdad es que no debes tener prisa en esto. Están saliendo múltiples lectores, y de aquí a poco comenzarán a bajar los precios (en cuanto permitan comercializarlos en España con mayor facilidad, y la competencia haga el resto). Además, a los dispositivos se les nota que les queda camino por recorrer. Son útiles, pero como los primeros móviles, estamos en la prehistoria de lo que llegarán a ser.

Bibliobulímica, no te creas, es muy sencillo de manejar, más incluso que un iPod. Por lo pronto, no tiene software asociado para la gestión de archivos; simplemente hay que copiar y pegar en el dispositivo o su tarjeta de memoria los archivos de los libros que deseemos leer. Pero tiempo al tiempo, tendrán que bajar de precio y ser, cada vez, accesibles para más personas.

@scen dijo...

¿En serio retiran los libros que ya has leido? Me parece totalmente ...
No sé. En fin.

Creo que tardaré en usar uno de estos artilugios por dos motivos. Uno porque, aunque no pongo el grito en el cielo como dice Elwen, sigo prefiendo el papel. Otro por su precio.

No obstante no digo "de este agua no beberé", pues termino bebiendo de todas las fuentes, pero creo que quizá más adelante.

Mientras tanto vosotros hacéis de conejillos de indias y van mejorando el aparatito y bajando los precios. :)

Un beso.

Homo libris dijo...

Ascen, no es exactamente que retiren los libros que ya has leído, sino que Amazon no tenía actualizado el pago de los derechos de autor de las obras de Orwell y, ni corta ni perezosa, la compañía retiró los libros del dispositivo. De todas formas, es algo que debe venir fijado en las condiciones de servicio del Kindle, lo que ocurre es que tendemos a obviar las condiciones de los contratos que firmamos, y así nos va. Es curioso que haya sido con los libros de Orwell, más que nada por las implicaciones que esto tiene con respecto a su obra 1984. Con el Papyre no se corre este riesgo: ni está conectado a ninguna red, ni se cargan los libros a través de un software del tipo de iTunes (el de los iPods), ni su firmware es privativo, sino de código abierto, existiendo también versiones completamente basadas en el software libre. Por todo esto, no es posible que ocurra algo así.

Lo que sí está claro es que queda camino por andar, y aunque en el futuro coexistirán ambas formas de leer, el camino se está haciendo actualmente.

Saludos.

Lucía dijo...

Gracias por las molestias que te has tomado. Ha sido muy interesante e instructivo. De momento esperaré un poco antes de comprarme un "reader", a ver si mientras tanto van mejorando el software.
Un saludo.

Homo libris dijo...

Lucía, no ha sido ninguna molestia; al contrario, me ha servido como acicate para escribir una entrada cuya publicación venía demorando durante demasiado tiempo :)

Respecto al tema de las aplicaciones para la lectura de distintos formatos de libros electrónicos, sin duda irá mejorando con el paso del tiempo.

Eso sí, lo que mejorará sin duda son los precios, y es que aunque a la larga se termine amortizando, no cabe duda de que, a día de hoy, adquirir uno de estos dispositivos es una inversión algo cara.

Saludos.

loquemeahorro dijo...

Me parece que me he quedado muy fuera de juego con estos temas, pero ya sé a quién preguntar cuando me incorpore a esta tecnología (dentro de 20 años)

Oye, y ahora que van a hacer los de Farenheit 451??

Homo libris dijo...

Loquemeahorro, tú tranquila, que cuando te pongas a buscar uno habrá cientos de similares prestaciones y ciertamente a precios apetitosos ;)

En cuanto a los de Farenheit 451, imagino que se dedicarán a formatearlos (es que meterles fuego debe contaminar lo más grande), aunque ahora que lo preguntas, creo que tu blog podría dar una buena respuesta al dilema, ¿no crees?

loquemeahorro dijo...

No sé yo si me da el cerebelo para tanto.

Ah, que felices vacaciones, te lo digo en este comentario, antes de que se me olvide, porque se me acumulan tus entradas y no me ha dado tiempo a leerme las artúricas y lo mismo cuando te lo diga, estás ya por Avalon, o algo...

HLO dijo...

Ya tengo mi libro electrónico...me gustaría más un beato del siglo X pero bueno...
Es plateado, rococó...y vacío. Lo he llenado con textos míos y me consuelo leyéndome. Un cool-er al que tendré que rellenar como una morcilla.

Homo libris dijo...

Jejeje, lo del beato o algún incunable creo que nos gustaría a más de uno, pero en fin, habrá que conformarse con estos cacharritos. De todas formas ya verás como lo rellenas a base de bien y lo disfrutas. Ya nos contarás tu experiencia con él.

Un abrazote.