Durante los últimos tiempos se me acumulan las entradas y me vienen a la cabeza muchas ideas que no termino por plasmar en una de ellas porque, aunque me apetece comentarlo por aquí, no terminan de tener la entidad suficiente como para constituir una entrada por sí mismas o porque estimé no hacerlo al considerar que serían comentados en otros blogs y no aportaría, en ese momento al menos, ningún valor (sirva de ejemplo la noticia del Nobel a Vargas Llosa, que descarté con alegría al ver que nuestro amigo R., de Fenixcidio, había roto su silencio ante tan grato acontecimiento).
Las últimas semanas se han prodigado en noticias de temática literaria. Así, aunque el Planeta no es un premio que personalmente valore demasiado (por parecerme sometido por completo a la vertiente editora mercantilista que mencionaba en la última entrada), lo cierto es que me alegró que el galardonado de este año fuese Eduardo Mendoza con su novela Riña de Gatos. Madrid 1936.
También me alegró oír hace unos días que Manuel Rivas publicaba nuevo libro; Todo es silencio narrará el mundo del narcotráfico en Galicia (que no será Galicia sino Brétema), desde el contrabando de tabaco hasta los grandes narcos de la cocaína, con esa prosa elegante y fluida a la que nos tiene acostumbrados (y enamorados, en mi caso particular) el autor. Una novela definida por él como “esperpento de serie negra” que ya estoy deseando leer.
Por si fuera poco, estoy esperando a que Círculo de Lectores ponga a la venta uno de los libros que han publicado dentro de Galaxia Gutenberg; Desde los bosques nevados, una compilación de ensayos de Juan Eduardo Zúñiga, uno de los máximos especialistas en lenguas eslavas y literatura rusa de España, sobre, precisamente, autores rusos. Además, escucho en la radio que se prepara una colección de clásicos de dicha nacionalidad por parte de El Aleph y Mario Muchnik con nuevas traducciones de las obras originales. Definitivamente, quieren hundir mi economía. Menos mal que la lista del Plan Infinito crece pero la de los libros que tengo en casa pendientes de leer también, así que seré sensato y daré buena cuenta, por ejemplo, de Vida y Destino, de Vasili Grossman, que tengo desde su primera edición y que ha estado esperando a que llegase un buen momento para emprender su lectura (que he postergado unos tres años, tras comenzar a leerlo, encantarme el primer capítulo y tener que dejarlo por embarcarnos en la tercera mudanza en dos años: simplemente es imperdonable).
Por si fuera poco, Umberto Eco publica también una nueva novela. Otra que sumar al Plan Infinito con prioridad alta (me encanta el autor y precisamente le escogí para dar inicio a esta andadura de Homo libris hace casi dos años) y que he descubierto al ponerme al día con El blog de Lahierbaroja, a quien además debo agradecer (más vale tarde que nunca, esta era una de las entradas pendientes y que debía escribir) el premio que me concedió como "Blog de Oro".Todo un honor que le agradezco desde aquí.
A todo lo anterior habría que sumar una serie de artículos que me han interesado bastante y que me gustaría compartir aquí. “Derechos digitales. Por qué los libros del futuro pueden quitarnos los derechos del pasado”es un artículo publicado en la revista digital Hermano Cerdo que vinculé en uno de los comentarios que hice a la entrada sobre Editores pero que corre el riesgo de quedar olvidado allí. “La era digital salva la pequeña librería” lo descubrí a través del Twitter de Alienor (cuando me di cuenta de que me había escrito, ya que el mío propio lo uso de momento poco) y me ha gustado mucho. También descubrí que uno de los libreros malagueños cuyas librerías tengo más presentes (por tener, entre otros, los libros pertenecientes a las asignaturas de diversas carreras de la UNED) es, además de un enamorado de los libros, uno de los ponentes de un curso sobre la traída y llevada “sostenibilidad” al que asistiré dentro de un par de semanas. Sus artículos “De librero a librero: ese paraíso de letra y papel. (Homenaje a polillas y demás seres pequeños que andan entre libros)” y “El libro de papel ha muerto, ¡viva el libro de papel!” creo que os gustarán.
Y, de momento, nada más. Seguro que algo me dejo en el tintero, pero ya habrá tiempo para relatarlo. Me despido deseándoos un feliz (y prolongado) fin de semana de Samhain (de Todos los Santos/Fieles Difuntos, Día de los Muertos, Halloween o lo que cada cual desee celebrar) y, por supuesto, una grata lectura.