martes, 22 de enero de 2013

Biografía de Thoreau


Uno de los últimos libros que leí antes de que acabase 2012 fue la biografía de Thoreau escrita por Antonio Casado da Rocha y que, editada por Acuarela Libros, está disponible para su descarga gratuita ya que ha sido publicada según los términos de la licencia libre Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 2.0. 
All good things are wild and free.
Afirmar que leí con gusto el libro sería quedarme corto en la descripción de lo que resultó ser un apasionante recorrido por la vida de este personaje tan singular y querido por mí. El que fuera inspirador de figuras de renombre como Gandhi o Martin Luther King se nos ofrece aquí sin ambages, tal cual fue, y así es como descubrimos al Thoreau enamorado, al joven rebelde que estudiara en Harvard y que se permitió el gusto de rechazar el diploma de Master of Arts que concediera la Universidad a los bachilleres pero que asistió a la ceremonia de graduación donde leyó un discurso en el que llegaría a afirmar: 
Que los hombres sigan con autenticidad el camino que les indica su naturaleza y cultiven los sentimientos morales, viviendo vidas independientes y virtuosas; que hagan de las riquezas medios para la existencia, nunca fines, y no volveremos a escuchar una palabra sobre el espíritu comercial. El mar no va a detener su movimiento; la tierra seguirá siendo tan verde y el aire tan puro como siempre. Este curioso mundo que habitamos es más maravilloso que conveniente, más hermoso que útil; está más para ser admirado y disfrutado que para ser utilizado. El orden social de las cosas debería invertirse en cierto modo: el séptimo debería ser el día de labor en que el hombre se gane el pan con el sudor de su frente; los otros seis, su descanso dominical para el alma y los sentidos, para poder recorrer este amplio jardín y beber de los sutiles influjos y las sublimes revelaciones de la naturaleza. 
Durante un par de tardes de un fin de semana invernal pude recorrer imaginariamente las aguas de los ríos Musketaquid y Merrimack embarcado con Henry David y su hermano, pasear a su lado en compañía de Emerson y  Hawthorne, así como sufrir estoicamente una noche en prisión junto a él porque se negó a pagar un impuesto que consideraba injusto; no porque no pudiera afrontar el pago o porque quisiera una reducción de su importe, como le sugirió el alguacil que habría podido solicitar, sino por (simples, claros y habitualmente escasos) principios. Esta vida suya, regida por estos y el que resultara ser el germen de la desobediencia civil, constituyó la forma de entender el mundo de Thoreau y le llevó a alejarse de la sociedad para instalarse durante un par de años en su famosa cabaña junto al lago Walden. 


Las obras sobre Thoreau, desgraciadamente, escasean en nuestro idioma. Por tanto, la oportunidad de poder acceder libremente a esta más que interesante biografía constituye una loable iniciativa por parte del autor y de la editorial del libro, y os animaría a disfrutar con la lectura de un texto que resulta tremendamente ameno y que acerca al lector del siglo XXI un personaje histórico que conviene (hoy más que nunca) tener presente.
Pues sólo amanece el día que nos encuentra despiertos. Y quedan muchos aún por alborear. El sol no es sino la estrella de la mañana.
Podéis encontrar el libro en formato electrónico en el blog de Acuarela Libros e impreso en su catálogo.

¡Feliz lectura!

miércoles, 9 de enero de 2013

Los años del miedo

Hay que afrontar el mal tiempo con buena cara, y más nos vale hacerlo con lo que nos espera a quienes sufrimos en nuestras carnes lo descarnado de la crisis (esto es, a los españolitos de a pie y, por extensión, a la ciudadanía sometida a la dictadura de esos no por eufemísticos menos reales “mercados”). Y dado que no todo tiempo pasado fue mejor y que siempre viene bien conocer lo que ocurrió no hace tanto por estos pagos (y cómo nos las gastamos con el prójimo), retomo la actividad del blog y arranco el año (¡Feliz 2013!) reseñando mi última lectura del anterior: Los años del miedo, de Juan Eslava Galán. 

El historiador y novelista jiennense recupera con este título la línea temporal de Una historia de la Guerra Civil que no va a gustar a nadie, un libro que a pesar de lo vaticinado por el título a mí me encantó. No por lo narrado, claro está, pero sí por la forma de hacerlo, sin posicionarse con ninguno de los bandos y dándoles a los dos para el pelo, pues tanto uno como otro tuvieron sus luces y sus sombras (e, independientemente de la legitimidad de cada cual, más de estas que de aquellas). Además de estos dos títulos sobre la Historia de España, el de Arjona ha publicado De la alpargata al seiscientos y La década que nos dejó sin aliento

Eslava Galán, sin llegar a hacer una novela de los hechos históricos que describe en estos libros, sí que dota a la narración de una mayor humanidad destacando la historia de algunas de las personas que deambulan entre sus páginas y acercando así al lector los hechos del periodo histórico en cuestión. En Los años el miedo nos enfrentaremos a la dura posguerra, al hambre y la miseria que se extendieron por España como una plaga tras la contienda que recoge Una historia de la Guerra Civil que no va a gustar a nadie. Conoceremos de primera mano el miedo a las represalias, a “significarse” ante los vencedores como un rojo, a terminar sepultado en una fosa común. Y pese a lo horrendo de la situación, aun cuando nos parezca abominable observar por la mirilla la reunión entre Franco y Hitler en Hendaya o comprobar lo cerca que estuvimos de entrar en la II Guerra Mundial a pesar de la agónica situación de los españoles, Eslava Galán, conocedor de su oficio, consigue que una sonrisa asome en nuestros labios cuando describe los retoques que la censura (de la que no se libró ni el propio dictador) imponía en la letra de las canciones de la época. 
Las cartillas de racionamiento, la literatura popular, el gallinero de los cines, recetas tan singulares como la tortilla española (sin huevos ni patatas) y anuncios de la época se vuelven a encontrar en un libro que nos recuerda que esta época no nos queda tan lejos en el tiempo como en la memoria. Y, por qué no, nos puede hacer reflexionar sobre el camino que estamos tomando actualmente en esta España mía, esta España muerta.